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La ‘pretemporada’ empieza ahora, y la afición empieza a despertar con el equipo La ‘pretemporada’ empieza ahora, y la afición empieza a despertar con el equipo
Imagen de la grada de Pinilla ayer, en el partido ante el Alavés B. Bykofoto / Antonio García

La ‘pretemporada’ empieza ahora, y la afición empieza a despertar con el equipo

Pinilla se despereza tras un largo verano con sensación de que hay madera
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Si se le echa un ojo a la simple verdad numérica, a los resultados de los partidos preparatorios de pretemporada añadidos a este empate inicial de liga en el regreso a Segunda RFEF, se diría que la revolución iniciada en el CD Teruel para su primer equipo no está dando los resultados apetecidos. De los amistosos, cinco derrotas y sólo un triunfo en casa, ante el filial del Huesca. Y el domingo, en el estreno en casa de la competición, lo que los clásicos definirían como “un empate y gracias”.

Sin embargo, la afición no salió en absoluto descontenta con lo que vio sobre el césped, y el Frente Mudéjar despidió al equipo con una ovación cerrada que no sólo es una bienvenida, también fue un agradecimiento porque los chicos de Unai fueron, de momento, un bloque comprometido y ambicioso al que sólo le faltó un poco más de acierto atrás y adelante. No hay en Pinilla ni rastro de resquemor por el descenso, ni una sombra de sospecha por los últimos encuentros incluido lo del inicio liguero.

Lo que tampoco hay de momento en el coliseo turolense es una gran cantidad de aficionados. Cierto que este último domingo real del verano, con fiestas recién finalizadas y algunas todavía por empezar en la provincia, no era el mejor día para llevar público al Teruel. Así que el club aguarda todavía algunas semanas para cerrar su campaña de captación de socios, con la esperanza de que lo visto ante el Alavés B se complemente con buenas actuaciones ante los próximos rivales logroñeses para llegar al objetivo de los mil socios.

Primer partido de la competición en la vuelta a la normalidad. Aguardan muchos rivales como el Alavés B, trabajados, duros. Probablemente con algo menos de calidad, pero igualmente programados para el máximo aprovechamiento de las virtudes y la minimización total de sus defectos. Aquí le queda todavía algo de recorrido al Teruel, que no termina de matar los partidos cuando es superior, y que se ve demasiado penalizado por sus errores y sus puntos débiles. Es la adaptación a la categoría que le resta al cuadro mudéjar, y en la que la afición le acompañará con lealtad.

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