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La mañana del domingo pasa sin pena ni gloria para el Calamocha (0-0) La mañana del domingo pasa sin pena ni gloria para el Calamocha (0-0)
Los calamochinos se preparan para buscar su oportunidad a balón parado. Edu Guillén

La mañana del domingo pasa sin pena ni gloria para el Calamocha (0-0)

Las ocasiones de gol y de peligro brillaron por su ausencia en el enfrentamiento ante Belchite
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Empate a nada en Jumaya. Los calamochinos saltaron al césped con la misión de detener su mala racha que arrastran desde el inicio del año, pero no pudieron pasar de las tablas. El partido tuvo un carácter tosco y tedioso. Se impuso el fútbol directo, pero sin ocasiones y sin demasiado peligro por parte de ambos conjuntos. Así pues, los dos equipos firmaron el empate a cero y se contentaron con el reparto de puntos.  

Dos minutos más tarde de la hora prevista el árbitro certificó el inicio del partido con el pitido inicial y la primera posesión calamochina. Una primera posesión en la que ya dieron un aviso, pues se produjo su primera internada por el costado izquierdo y su primer remate a puerta, aunque se fue por encima del travesaño.  

Cuando los equipos todavía se estaban probando llegó la primera tarjeta amarilla del encuentro. El visitante Usher se marchaba en velocidad por el costado derecho y Mercadal se vio obligado a frenarlo con una dura entrada. Dicha entrada le costó la tarjeta a Mercadal, aunque peor parado salió el jugador de Belchite que hizo ostentosas muestras de dolor y el partido tuvo que ser detenido para que fuera atendido. No obstante, pudo reincorporarse. 

Con los veintidós hombres sobre el césped volvió la batalla. Tras 17 minutos de partido transcurridos, el fútbol directo era la tónica que dominaba en el encuentro. Ningún equipo era capaz de hacerse con el esférico y las ocasiones no se daban. La del Calamocha en la primera jugada de partido continuaba siendo la más clara. 

Los calamochinos pudieron tenerla en el minuto 20 con un balón parado, pero el cancerbero rival despejó los problemas fuera del área y truncó toda tentativa local. En estos primeros instantes de movimiento, el juego se estaba caracterizando por su dureza, por lo que el partido estaba mucho tiempo parado, lo que tampoco ayudaba a que los dos equipos desplegaran su fútbol. De esta manera, la creación ofensiva de ambos combinados se estaba basando en balones largos a la espalada para la carrera de sendos delanteros.  

Precisamente con un balón a la espalda llegó la más clara del Belchite. El portero visitante vio el desmarque de Usher y allí fue el balón. Este se internó y disparó, pero atento estuvo David Fernández para mantener el balón fuera de las mallas locales con hasta dos paradas seguidas. Mientras tanto las que tenía el Calamocha acababan en fuera de juego. 

Rondando el final del primer tiempo el Belchite la volvió a tener con un centro lateral, pero Usher, el hombre más incisivo del conjunto visitante, la envió al lateral de la portería. El Calamocha respondió mediante Nilton, quien tuvo la última antes del descanso, pero el balón dio en su brazo antes de que pudiera golpearlo y el árbitro pitó las manos. 
Así pues, sin mucho fútbol, sin muchas ocasiones y con el mismo marcador que al inicio los jugadores desfilaron hacia los vestuarios.

El segundo tiempo empezó de la misma manera. De este modo, Lagunas movió el banquillo para tratar de que ocurriese algo diferente sobre el césped de Jumaya. En este sentido cambió todo el costado derecho, ya que se marcharon Nieto y el Mercadal y entraron Otín y Alejandro Ríos. 

Sin embargo, más que dinamizar a su equipo, los cambios dinamizaron al rival, pues acto seguido el Belchite tuvo una buena ocasión a balón parado que terminó por encima de la portería de David Fernández. Sí, otra vez a balón parado porque el fútbol directo seguía imponiéndose.

En el 76, el Belchite tuvo la más clara del encuentro. Apareció la primera combinación en el área del Calamocha y David Fernández se hizo grande ante el delantero visitante para tapar el disparo a bocajarro y mantener el empate. 

Lagunas trató de buscar la reacción de los suyos con una nueva sustitución, de modo que Nilton Gomes dejó el campo para dar entrada a Iván Falo, pero lo cierto es que el juego estaba bastante estancado y parecía que solo una genialidad individual o un balón parado cargado de fortuna podría cambiar la situación. 

Al ver que todo seguía igual el técnico calamochino se desesperaba en la banda y gastaba su última baza con la incorporación de Alejandro Fuertes por Christian Castro. Tal fue la desesperación que el colegiado repartió varias tarjetas entre el banquillo local. 

El partido murió y nada ocurrió en Jumaya. La mañana del domingo pasó sin pena ni gloria para ambos equipos y el Calamocha aplazó su misión de detener su mala racha.  

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