La dureza del derbi condiciona el arranque de una semana crucial

El pasado domingo en Jumaya se vivió el primer derbi turolense de la temporada en la Tercera RFEF. Los dos equipos llegaban a la cita necesitados. Sin embargo, se esperaba un ambiente festivo para celebrar el regreso de un duelo que nunca había sido celebrado en una categoría nacional. Fuera del campo lo hubo, pero dentro del terreno de juego brilló por su ausencia. Intensidad, contundencia, golpes, entradas, choques y atropellos se llevaron buena parte del protagonismo en una batalla que está pasando factura a ambas escuadras en el regreso a los entrenamientos. Tras las tablas del domingo, que dejaron sensaciones opuestas a calamochinos y a utrillenses, los dos equipos afrontan una jornada crucial para sus aspiraciones en el grupo XVII de la Tercera RFEF.

Las once cartulinas amarillas mostradas por Javier Benit, árbitro del partido entre el Calamocha y el Utrillas, son un buen ejemplo para ilustrar que los dos representantes turolenses no entienden de amistades una vez saltan al rectángulo de juego. Los 22 protagonistas del derbi se dieron de todo menos cariño en la primera de las batallas de la temporada que tuvo lugar en terreno calamochino.

Parte de heridos

Las consecuencias se dejan notar en la vuelta al trabajo. El parte de heridos por parte del Utrillas incluye a Gorgas, que llegaba justo y tuvo que ser sustituido en el descanso; a Stokic, que anda renqueante de unas molestias que ya lo tuvieron al margen; a Adrián, que sufrió una dura entrada en una zona próxima a la rodilla y todavía no se ha recuperado del dolor; y a Puki, que también vivió en sus propias carnes la dureza del derbi turolense.

En el otro bando todavía se desconoce el alcance de las lesiones, pero son varios los jugadores que están recuperándose de las molestias surgidas a raíz del duelo de la pasada jornada. Humberto Arto definió el choque ante el Utrillas como un partido “de disputa física grande” en el que “hubo muchas faltas”. Aunque el técnico reconoció que algunos componentes de su plantilla están “tocados” físicamente tras la visita del Utrillas, espera recuperar a todos para el importante partido que les enfrenta el próximo domingo ante el Caspe a domicilio.

Un empate con distinto sabor

En lo anímico, el partido del pasado domingo también dejó heridas, tanto en el lado minero como en el de los del Jiloca. Los de Pitu Lerga se vieron superiores a su rival y la igualada dejó un sabor agridulce. “Los ánimos están bien por el partido realizado, pero creo que merecimos la victoria”, confesó el entrenador del cuadro de La Vega, que el próximo domingo recibe la visita de La Almunia.
El Utrillas se adelantó en el marcador y dispuso de las oportunidades más claras para llevarse los tres puntos y conseguir así  el primer triunfo de la temporada. Pero no fue capaz y su casillero de victorias sigue a cero a pesar de haber mostrado buenas sensaciones ante casi todos los equipos que opositan a ascender.
 

David Pitu Lerga: "Los ánimos están bien por el partido que realizamos ante el Calamocha, pero creo que nosotros nos merecimos más la victoria"

En el lado calamochino el empate tampoco contentó, pero tras lo sucedido en el terreno de juego se dio por válido. Los de casa se vieron sorprendidos por un rival que desplegó todo su potencial y que por momentos hizo sentirse a los locales “maniatados”, según explicó Arto: “Sabíamos que era un equipo fuerte, bien organizado y bien trabajado. El guion se cumplió, pero salieron con un equipo defensivamente muy fuerte y muchas veces nos vimos maniatados por el buen hacer que ellos tuvieron”.
 

Humberto Arto: "Salieron con un equipo defensivamente fuerte y muchas veces nos vimos maniatados por el buen hacer que tuvieron los jugadores del Utrillas"

Tras el gol inicial del cuadro utrillense, al Calamocha le tocó “remar a contracorriente” y fue entonces cuando se vio la mejor versión de los de Jumaya, que consiguieron poner el empate en el marcador desde el punto de penalti. Los del Jiloca quisieron prolongar esa reacción y siguieron intentándolo. La falta de acierto volvió a dejar al cuadro local con un premio simple, de tan solo un punto, que aún así deja mejor sabor de boca que a su oponente. “Fue un partido igualado contra un buen rival. Queríamos ganar, pero no pudimos hacerlo y sumamos un punto”, resumió el preparador del cuadro calamochino, que ya tiene el foco puesto en el siguiente partido.

Oportunidad vital

No es para menos, ya que el Calamocha se desplaza el domingo hasta Caspe para tratar de volver a la senda de la victoria después de cuatro partidos sin conseguir sumar de tres. La ciudad de La Concordia recibirá a los del Jiloca en una situación complicada, ya que solo ha obtenido un triunfo en las siete primeras jornadas. Los caspolinos han caído ante el Épila, el Tamarite y el Illueca en los tres duelos que han jugado como locales, por lo que el Calamocha tiene una buena oportunidad para copiar a esos tres equipos y salir victorioso de Los Rosales.

Por su parte, el Utrillas tiene la primera final de la temporada en La Vega. Tras un comienzo apoteósico en el que los mineros han tenido que hacer frente a los equipos más poderosos del grupo, los turolenses reciben la visita de La Almunia. El equipo zaragozano es el farolillo rojo de la tabla, por lo que los de las Cuencas Mineras deben ganar para no caer a la temida última posición.
El del domingo es el primer duelo de relativa facilidad para los de Utrillas. Sin embargo, la situación de ambos equipos lo convierte en un compromiso de extrema dificultad. “Es una buena oportunidad, pero no va a ser nada sencillo. Sería importante ganar en casa para crecer”, analizó Pitu Lerga.