Jumaya y La Vega, los tréboles de cuatro hojas de los turolenses

Hay muchos que piensan que jugar como local no afecta al resultado deportivo. Hay otros que opinan precisamente lo contario. A este respecto, se han hecho muchos estudios para poner fin a este debate, pero lo cierto es que, por muchas investigaciones minuciosas que se han llevado a cabo, no se ha arrojado luz sobre esta discusión, pues todavía  existen dos bandos: los que defienden que el fútbol es fútbol, independientemente del entorno y los que afirman que el ambiente puede influir en el devenir del resultado. 

En este sentido, Calamocha y Utrillas nos han demostrado la importancia que tiene el jugador número 12. Aunque no siempre ha sido así, actualmente, ambos equipos gozan de una posición de comodidad, pues, tras la última jornada en la que los dos equipos consiguieron sumar tres puntos en casa, Utrillas y Calamocha se encuentran fuera de la zona de peligro. Los utrillenses marchan en la novena posición y los calamochinos en la undécima. No obstante, si se tuviesen en cuenta solo los resultados deportivos obtenidos en casa, su situación podría ser mejor incluso, y es que Jumaya y La Vega se han erigido como auténticos talismanes de los turolenses, pues es aquí donde ambos equipos han conseguido la mayoría de sus victorias y, por ende, la mayoría de sus puntos.  
En el caso del Utrillas, de los 21 puntos que lo mantienen en la  novena posición, 13 los consiguieron en casa. Es decir, el 62% de los puntos se los envainaron en casa. Además, en los ocho partidos que ha disputado el Utrillas en La Vega, los de Pitu Lerga cosecharon un total de tres victorias, cuatro empates y tan solo una derrota. 

En el caso del Calamocha el impacto de la afición es todavía más evidente, pues de los 19 puntos totales, 15 los obtuvieron en Jumaya. Es decir, el 79% de los puntos obtenidos los materializaron a domicilio. Además, de los nueve partidos que ha jugado el Calamocha en casa, cuatro acabaron en victoria, tres en empate y solo dos terminaron con la derrota de los de Jiloca. 
Unos datos que ejemplifican a la perfección el impacto del factor campo en ambos clubes. Pero por si aún hay dudas todavía hay más. Si actualmente los dos clubes están peleando por la permanencia en la Tercera División, si se tuviesen en cuenta solo los puntos obtenidos en casa la clasificación en general cambiaría significativamente y ambos clubes podrían estar peleando por cosas más importantes. 

En este sentido, teniendo en cuenta solo los puntos en casa, la primera posición ranquin se la disputarían Tamarite y Ejea, ya que ambos equipos están empatados a 22 puntos conseguidos en casa. En el segundo lugar la disputa sería entre Atlético Monzón y Épila, que obtuvieron 17 puntos en casa. La tercera posición sería para el Robres con 16 puntos divididos en cinco victorias, un empate y dos derrotas como local. En la cuarta posición aparecería el Calamocha, bregaría por la plaza con Barbastro y Huesca B, pues los tres están empatados a 15 puntos conseguidos en sus respectivos feudos. El quinto puesto lo lucharían Illueca y Cariñena con 14 puntos cada uno. Y en el sexto puesto aparecería el Utrillas quien mantendría un pulso con el Almudévar por la plaza, ya que ambos estarían empatados a 13 puntos. 

Así pues, teniendo en cuenta esta clasificación, Calamocha y Utrillas podrían pasar de pelear por la permanencia a batallar por las posiciones de mitad de tabla e, incluso, podrían llegar a tener aspiraciones más elevadas como pelear por las posiciones de playoffs por el ascenso.

Con este análisis está claro que el debate no se cierra, pues cada quien tiene una opinión al respecto, pero lo cierto es que, en los campos de Jumaya y La Vega, la afición supone un factor diferencial, lo que da buena cuenta del feeling especial que es capaz de transmitir la hinchada a sus jugadores.