Los ciclistas turolenses participantes en la Titan Desert posan juntos sobre la arena del desierto marroquí tras la disputa de la penúltima etapa
José María Láinez y Juan Ignacio Algás reinan en la arena de Marruecos en la Titan Desert
El lado amargo de la carrera fue la caída de Bou el primer día, que le dejó sin opciones de podio
Los calamochinos Juan Ignacio Algás y José María Lainez se coronaron en la meta de Maadid, donde se encontraba instalada la meta de la sexta y última etapa de la Titan Desert, en la que dominaron con autoridad en la categoría Ambassador. Los turolenses se mantuvieron al frente de la clasificación de su categoría desde la primera jornada el pasado domingo y se supieron mantener líderes los seis días de carrera.
No fueron los únicos turolenses en el campamento de la carrera. El más destacado fue el biker de la Sierra de Gúdar, Roberto Bou, que llegó a Marruecos con la vitola de favorito pero a quien una desafortunada caída en los primeros kilómetros de carrera dejó sin opciones y con el cuerpo maltrecho.
También compitieron los ciclistas montalbinos Iván Royo y Francisco Ramón, ambos del Titanos Montalbán, además Jorge Lamiel, de Alcañiz que ayer terminó segundo en la última etapa, o Mario Gracia y Jorge Jurado, descendientes de Cucalón.
El Calamocha Jamón Bike dominó en la categoría Ambassador desde los primeros compases de la prueba. El tándem formado por Juan Ignacio Algás y José María Láinez se mantuvo al frente de la tabla de tiempos desde la primera jornada con una diferencia abrumadora sobre el resto de participantes. A las piernas de Láinez se sumó la experiencia de Algás, que además de ser el alma mater de la carrera del Jiloca Jamón Bike es un ciclista experimentado que ya había competido en la prueba marroquí.
Algás y Láinez completaron las seis etapas como un solo ciclista cruzando la meta siempre juntos, en el mismo segundo, y siempre con una abultada diferencia sobre los siguientes clasificados. En cuatro de las seis jornadas la tercera fue la corredora melillense Lorena Jiménez, que finalmente necesitó hasta 14 horas más de tiempo para completar la carrera que los turolenses.
El equipo calamochino acudió a la prueba del desierto con su particular fuente de sales minerales y proteinas. Los dos ciclistas cargaron en su equipaje un pernil de jamón de Calamocha del que fueron dando cumplida cuenta al final de cada etapa, convirtiéndose en uno de los momentos más esperados en el campamento.
El ciclista de la Sierra de Gúdar, Roberto Bou (BMC-Tomás Bellès) acudía a la cita de Marruecos para intentar dar esquinazo al infortunio que se ha cebado con él esta temporada. Pero salió rana. En los primeros compases de la primera etapa el biker sufría un aparatoso accidente que le dejó fuera de la pelea por la carrera. Sin embargo, y a pesar de las serias lesiones que le produjo el golpe en el codo y en la cadera, Bou apostó por seguir dentro del pelotón y, aunque ya sin opciones de luchar por el podio, poder ayudar a sus compañeros.
Después de haber completado la sexta etapa y todavía exhausto por el esfuerzo físico de completar los casi 580 kilómetros de la prueba del desierto, Bou reconocía que a esta edición llegaba con una gran preparación, tanto física como mental para intentar llevarse el triunfo, “que era para lo que quería venir” porque “sabía que llegaba con el trabajo bien hecho”, dijo ayer antes de abandonar el campamento.
El suizo Konny Looser, el ciclista aventurero especialista en maratón que llegó a la Titan Desert sin equipo, ni asistencia mecánica ni masajista propio, se convirtió en el nuevo rey del desierto impidiendo el récord de 5 títulos del español Josep Betalú, quien se conformó con un doblete al final de la sexta y última etapa.
Looser, de 32 años, procedente de Hinwill, una ciudad del cantón de Zurich, entró en la última meta de Maadid como vencedor de la 16a edición de la Titan, una de las pruebas de bicicleta de montaña más duras del mundo. Se puso líder en la primera etapa y mantuvo el jersey rojo hasta el final, sin abandonar en ningún momento la sempiterna sonrisa que dibuja su rostro juvenil.
Honores para Looser, excampeón del Mundo de maratón sub'23, de etapas en la prestigiosa Cape Epic, quien impuso su inteligencia y fuerza física en toda la competición por delante de sus debilidades a la hora de navegar o de superar el paso por las dunas. En su debut en la Titan, fue el primero de los titanes y además se llevó dos triunfos de etapa.
También honores para el rey destronado, el catalán Josep Betalú, de 43 años, ganador de las últimas 4 ediciones y aspirante al récord de 5 títulos, lo que hubiera supuesto un hito, pero el ciclista de Amposta y residente en Costa Rica solo pudo anotarse dos etapas, entre ellas la simbólica en Maadid, en cuya meta entró en solitario tras invertir 2h.25.10 en los 74 kilómetros de recorrido que comenzaron al pie de las dunas de Erg Chebbi.
Premio de consolación para Betalú, quien entró 23 segundos antes que Jorge Lamiel y 1.06 respecto a Pablo Guerrero. Konny Losser, con la victoria en el bolsillo no forzó en las complicadas pistas de piedra y entró duodécimo a 2.13.
Las serpentinas y confetis de colores inundaron la recta de meta ante la entrada de Looser, feliz como él solo. Subió al podio en su primera experiencia en Marruecos acompañado por los españoles Haimar Zubeldia, veterano exprofesional de la ruta con 29 grandes por etapas en su palmarés entre Tour, Giro y Vuelta, y Guillem Muñoz.
En categoría femenina el triunfo correspondió a la ilicitana Ariadna Ródenas, quien escaló a lo más alto del podio por delante de Silvia Roura y Ramona Gabriel. Las tres de los puestos de honor se repartieron 2 triunfos de etapa cada una.
En meta se desbordó la emoción, no solo entre los ciclistas más poderosos, los que luchan por la gloria del triunfo, sino en todos los titanes que lograron cumplir su objetivo de llegar a meta. Todos, del primero al último, recibieron el mismo premio: una piedra fósil con la inscripción Titan Desert.
No fueron los únicos turolenses en el campamento de la carrera. El más destacado fue el biker de la Sierra de Gúdar, Roberto Bou, que llegó a Marruecos con la vitola de favorito pero a quien una desafortunada caída en los primeros kilómetros de carrera dejó sin opciones y con el cuerpo maltrecho.
También compitieron los ciclistas montalbinos Iván Royo y Francisco Ramón, ambos del Titanos Montalbán, además Jorge Lamiel, de Alcañiz que ayer terminó segundo en la última etapa, o Mario Gracia y Jorge Jurado, descendientes de Cucalón.
El Jamón Bike manda
El Calamocha Jamón Bike dominó en la categoría Ambassador desde los primeros compases de la prueba. El tándem formado por Juan Ignacio Algás y José María Láinez se mantuvo al frente de la tabla de tiempos desde la primera jornada con una diferencia abrumadora sobre el resto de participantes. A las piernas de Láinez se sumó la experiencia de Algás, que además de ser el alma mater de la carrera del Jiloca Jamón Bike es un ciclista experimentado que ya había competido en la prueba marroquí.
Algás y Láinez completaron las seis etapas como un solo ciclista cruzando la meta siempre juntos, en el mismo segundo, y siempre con una abultada diferencia sobre los siguientes clasificados. En cuatro de las seis jornadas la tercera fue la corredora melillense Lorena Jiménez, que finalmente necesitó hasta 14 horas más de tiempo para completar la carrera que los turolenses.
El equipo calamochino acudió a la prueba del desierto con su particular fuente de sales minerales y proteinas. Los dos ciclistas cargaron en su equipaje un pernil de jamón de Calamocha del que fueron dando cumplida cuenta al final de cada etapa, convirtiéndose en uno de los momentos más esperados en el campamento.
La mala suerte de Bou
El ciclista de la Sierra de Gúdar, Roberto Bou (BMC-Tomás Bellès) acudía a la cita de Marruecos para intentar dar esquinazo al infortunio que se ha cebado con él esta temporada. Pero salió rana. En los primeros compases de la primera etapa el biker sufría un aparatoso accidente que le dejó fuera de la pelea por la carrera. Sin embargo, y a pesar de las serias lesiones que le produjo el golpe en el codo y en la cadera, Bou apostó por seguir dentro del pelotón y, aunque ya sin opciones de luchar por el podio, poder ayudar a sus compañeros.
Después de haber completado la sexta etapa y todavía exhausto por el esfuerzo físico de completar los casi 580 kilómetros de la prueba del desierto, Bou reconocía que a esta edición llegaba con una gran preparación, tanto física como mental para intentar llevarse el triunfo, “que era para lo que quería venir” porque “sabía que llegaba con el trabajo bien hecho”, dijo ayer antes de abandonar el campamento.
La carrera
El suizo Konny Looser, el ciclista aventurero especialista en maratón que llegó a la Titan Desert sin equipo, ni asistencia mecánica ni masajista propio, se convirtió en el nuevo rey del desierto impidiendo el récord de 5 títulos del español Josep Betalú, quien se conformó con un doblete al final de la sexta y última etapa.
Looser, de 32 años, procedente de Hinwill, una ciudad del cantón de Zurich, entró en la última meta de Maadid como vencedor de la 16a edición de la Titan, una de las pruebas de bicicleta de montaña más duras del mundo. Se puso líder en la primera etapa y mantuvo el jersey rojo hasta el final, sin abandonar en ningún momento la sempiterna sonrisa que dibuja su rostro juvenil.
Honores para Looser, excampeón del Mundo de maratón sub'23, de etapas en la prestigiosa Cape Epic, quien impuso su inteligencia y fuerza física en toda la competición por delante de sus debilidades a la hora de navegar o de superar el paso por las dunas. En su debut en la Titan, fue el primero de los titanes y además se llevó dos triunfos de etapa.
También honores para el rey destronado, el catalán Josep Betalú, de 43 años, ganador de las últimas 4 ediciones y aspirante al récord de 5 títulos, lo que hubiera supuesto un hito, pero el ciclista de Amposta y residente en Costa Rica solo pudo anotarse dos etapas, entre ellas la simbólica en Maadid, en cuya meta entró en solitario tras invertir 2h.25.10 en los 74 kilómetros de recorrido que comenzaron al pie de las dunas de Erg Chebbi.
Premio de consolación para Betalú, quien entró 23 segundos antes que Jorge Lamiel y 1.06 respecto a Pablo Guerrero. Konny Losser, con la victoria en el bolsillo no forzó en las complicadas pistas de piedra y entró duodécimo a 2.13.
Las serpentinas y confetis de colores inundaron la recta de meta ante la entrada de Looser, feliz como él solo. Subió al podio en su primera experiencia en Marruecos acompañado por los españoles Haimar Zubeldia, veterano exprofesional de la ruta con 29 grandes por etapas en su palmarés entre Tour, Giro y Vuelta, y Guillem Muñoz.
En categoría femenina el triunfo correspondió a la ilicitana Ariadna Ródenas, quien escaló a lo más alto del podio por delante de Silvia Roura y Ramona Gabriel. Las tres de los puestos de honor se repartieron 2 triunfos de etapa cada una.
En meta se desbordó la emoción, no solo entre los ciclistas más poderosos, los que luchan por la gloria del triunfo, sino en todos los titanes que lograron cumplir su objetivo de llegar a meta. Todos, del primero al último, recibieron el mismo premio: una piedra fósil con la inscripción Titan Desert.
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