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Intensidad y movimiento en un primer entrenamiento para asentar las bases del proyecto Intensidad y movimiento en un primer entrenamiento para asentar las bases del proyecto
Raúl Jardiel da indicaciones de uno de los ejercicios a realizar a la plantilla. Ismael Ramón

Intensidad y movimiento en un primer entrenamiento para asentar las bases del proyecto

Buenacasa y Gabarre se ejercitan al margen debido a molestias físicas
Javier Gascó
Todavía sin tiempo para conocer con exactitud a todos sus jugadores, Raúl Jardiel ya quiso dejar las primeras pinceladas de su estilo en la primera sesión de entrenamiento que el equipo tuvo ayer en Pinilla. La intensidad y el movimiento rápido de balón predominaron en un primer entrenamiento en el que Gabarre y Buenacasa se ejercitaron junto al preparador físico debido a unas molestias musculares. Para suplir las ausencias de los dos delanteros, el nuevo entrenador citó a tres jugadores del juvenil de Liga Nacional -Iñaki Bellido, Mario Álvarez y Diego Sánchez-, que completaron la práctica junto al resto de componentes de la primera plantilla.

Desde el primer minuto, Raúl Jardiel se empeñó en dejar su impronta en el que será su equipo de aquí a final de temporada. El técnico preparó varios ejercicios en los que los jugadores no pararon de mover el balón y presionar de manera intensa. Esas parecen que van a ser las características principales del nuevo CD Teruel: una posesión mucho más rápida y en espacios más reducidos y una presión tras pérdida agresiva para poner en apuros al rival. 

Tras una primera charla, el técnico dividió a la plantilla en tres bloques para plantear un primer ejercicio en el que el objetivo era hacer circular el esférico en uno o dos toques y siempre tratando de encontrar al compañero libre de marca, ante la oposición de la otra parte de la plantilla y con la ayuda de un tercer bloque que actuaba de comodín para los que tenían la posesión. El equipo que defendía, por el contrario, debía achicar huecos y tratar de robar el balón a la mayor velocidad posible.

Concluida la primera prueba, el nuevo técnico rojillo convocó a todos sus hombres en el círculo central y trasladó hasta allí una pizarra para repasar algunos conceptos tácticos a trabajar en la segunda mitad del entrenamiento. 

Fue entonces cuando los juveniles entraron en acción para conformar dos equipos de once jugadores que permitían disputar partidillos de escasa duración en los que se ensayaban movimientos y circulaciones de balón que el técnico quiere poner en funcionamiento este mismo sábado. Jardiel insistió en la importancia de los desmarques al espacio por parte de los hombres de banda y del posicionamiento defensivo en campo contrario a la hora de atacar.

Tras varias probaturas, que únicamente permitieron ver un 4-4-2 definido en varias ocasiones, pero que no dejaron nada claro acerca del posible primer once, el entrenamiento concluyó. 
Antes de que sus jugadores enfilasen el camino hacia los vestuarios, Jardiel se quedó charlando con algunos de ellos. Taliby, Aitor Pascual, Borja Martínez y Rubén Correia fueron cuatro de los que conversaron con el nuevo entrenador antes de marcharse hacia las duchas.

Ausencias y novedades

Durante los casi noventa minutos que duró la primera sesión de Jardiel al frente del CD Teruel, Buenacasa y Gabarre estuvieron al margen. La dupla de delanteros realizó ejercicios de tonificación durante la primera mitad del entreno y trotó junto al preparador físico durante la parte final. 

Los porteros y los tres juveniles también se ejercitaron al margen al comienzo, pero luego sí que se entrenaron junto al resto de componentes de la primera plantilla. Para Iñaki Bellido y Mario Álvarez el entrenamiento de este miércoles supuso el estreno con el CD Teruel, mientras que para Diego Sánchez significó el regreso a Pinilla, donde ya tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo durante la temporada pasada.

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