Bruno Santos Cunha fue el jugador que más daño hizo a la defensa turolense durante el partido del domingo. Pamesa Teruel Voleibol
Grupo Herce Soria logra su primer triunfo a costa del Pamesa Teruel (3-2)
La irregularidad en el juego del conjunto naranja permite a los locales hacerse con la victoria
Los Pajaritos es una pista maldita para el Pamesa Teruel Voleibol y así quedó demostrado en el encuentro de ayer en el que los de Muraco cayeron por 3-2 en un disputado partido ante Grupo Herce Soria. Los naranjas comenzaron ganando el choque con una gran voleibol defensivo, pero su irregularidad en el juego lo penalizó al tiempo que motivó al equipo de Toribio hacia la victoria, que ha demostrado ser la criptonita del conjunto naranja, pues durante la pretemporada el equipo soriano también supuso un verdadero quebradero de cabeza para los turolenses.
El conjunto naranja, que en su primera contienda fuera de casa vestía de negro, salió a la pista con el septeto típico de Muraco. Así, formaron de inicio Petar Hristoskov, Emilio Ferrández, Rubén López, Omar Hoyos, Pablo Urchevich, David López y Tobías Scarpa.
El primer balón corrió a cargo de Pablo Urchevich que sacó sin demasiado riesgo un balón flotante que pudo acomodar rápidamente el conjunto soriano para que su mayor activo en ataque, Bruno Cunha, materializase su primer gran remate y pusiese en previo aviso a la recepción turolense.
De esta manera, no es de extrañar que los dos equipos salieran a la pista de Los Pajaritos con la mejor de sus versiones haciendo de los primeros puntos una auténtica batalla emocionante.
No obstante, el Grupo Herce Soria es un equipo que se le atraganta al Pamesa Teruel. El estilo de juego del conjunto de Toribio incomoda en exceso a los naranjas y ello se empezó a notar a medida que avanzaba el set, pues, con sus tremendos ataques, los sorianos consiguieron granjearse una pequeña ventaja de tres puntos (10-7).
En este sentido, los de Fabián Muraco habían estudiado un planteamiento diferente para este choque, ya lo dijo el propio capitán del equipo, Mariano Vildósola, en una entrevista concedida al DIARIO DE TERUEL, y es que si querían ganar este partido debían hacer algo diferente sobre la pista, ya que si hacían lo mismo, probablemente el resultado sería el mismo que durante la pretemporada. Así, aprovechando algún error soriano y apretando desde el ataque y el bloqueo los naranjas consiguieron igualar las fuerzas e, incluso, ponerse por delante en el marcador (11-12).
Ello llevó a Toribio, el técnico local, a pedir el primer tiempo muerto del partido con el que volvió a espabilar a los suyos para volver a ponerse por delante.
Así las cosas, ya en el primer set se podía prever que el partido iba a ser un toma y daca continuo entre dos grandes conjuntos del voleibol español que no iban a conceder nada a su rival.
En ese instante, Petar Hristoskov frotó la lámpara para afinar la puntería en el remate y conceder varios puntos importantes para su equipo. Así, hacia el final del set el marcador indicaba un 19-21 favorable al Pamesa. Una situación que provocó que Toribio, algo nervioso, pidiera otro nuevo tiempo muerto.
En los siguientes puntos, los bloqueos ganaron a los remates y ambos equipos se adjudicaron el suyo (20-22). No obstante, apareció la figura de Cunha para lograr superar la barrera turboleta y recortar distancias. Algo que se sumó al error en el remate de Petar para igualar la contienda a 22.
El mismo Cunha fue protagonista en los siguientes puntos por sus aciertos y sus errores. Con sus desaciertos le concedió al equipo de Teruel una oportunidad que no desaprovechó para cerrar el set de su parte. Omar Hoyos fue el encargado de provocar un blockout clave para llevarse el primer asalto. Así, el Pamesa Teruel fue de menos a más para terminar jugando un gran voleibol en defensa con el que consiguió opacar la figura de Cunha y pintar de naranja la primera refriega.
La desconexión naranja
Se enchufó el Grupo Herce Soria en el segundo parcial que, con dos bloqueos y dos ataques, impuso rápidamente una distancia en el luminoso (4-1), lo que provocó el primer tiempo muerto del Pamesa Teruel. Un primer receso que no sirvió de mucho, pues los turolenses no conseguían estabilizar la situación y veían como el set se les descontrolaba (8-3).
Con el segundo tiempo muerto consecutivo Fabián logró desconcentrar a los rivales, que fallaron dos saques seguidos, pero no consiguió despertar a los suyos y la ventaja en el luminoso se mantenía (11-7).
La fase ofensiva era lo que estaba fallando ahora, ya que los hombres de ataque no conseguían conectar los golpes con certeza. Así pues, Fabián introdujo un cambio en la sala de máquinas y quitó a Urchevich para poner a Guilem Pont con el propósito de poder crear jugadas diferentes y más peligrosas, pero lo cierto es que en este segundo set el Pamesa Teruel no acababa de encontrarse, pues seguían sin salirle las cosas y los errores propios ponían el asunto todavía más cuesta arriba (18-10).
En vista de lo visto, Muraco trató de agitar la pista con nuevas variaciones. Sentó a Hoyos y dio minutos a Vildósola, y también cambió a Ferrández por Valiño. Además, Urchevich recuperó los mandos de la nave naranja. No obstante, ni por esas el conjunto visitante lograba reaccionar cuando el segundo parcial se acercaba a su final (24-16).
Con un nuevo error en el saque del Pamesa, esta vez por parte de Rubén López, se cerró el parcial del lado local (25-17) y se confirmó el hecho de que el partido tendría que alargarse mínimamente un set más para poder hallar al ganador.
De nuevo el marcador global estaba igualado (1-1) y los dos equipos volvían a salir a la pista con sensaciones diferentes. Los locales se veían fuertes mientras que los visitantes estaban pasando por momentos de debilidad que tratarían de resolver lo antes posible.
En los primeros puntos la tendencia se mantuvo, pues el Pamesa salió de nuevo debilitado, lejos de la versión que había dado durante el primer parcial, y los de Toribio lograron una renta de cinco puntos (7-2).
Al igual que en el juego anterior, Muraco se encomendó al tiempo muerto para buscar una reacción de su equipo, pero de nuevo fue en vano. El Pamesa no conseguía salir de su tendencia negativa y encadenaba error tras error, mientras que el Grupo Herce Soria se sentía más cómodo que nunca y castigaba con sus golpes certeros la defensa turboleta (10-6).
Con esta distancia se confiaron los locales y le dieron alas a un Pamesa Teruel que aprovechó para lamerse las heridas. Así, desde la defensa, pudo recortar distancias para cabreo de Toribio, que veía como sus jugadores se desconectaban (11-9).
Ahora era el entrenador local el que pedía un tiempo muerto para espabilar a los suyos, pero tampoco sirvió, pues el Pamesa olió sangre y no se frenó hasta lograr la igualada (11-11).
Con ello la historia cambió y el partido volvió a parecerse más al primer set que al segundo, de hecho, el Pamesa logró ponerse por delante en el luminoso después de haber ido a remolque durante todo el segundo set y el inicio del tercero (15-16). Los naranjas consiguieron de nuevo mantener a raya a Cunha con bloqueos de hasta tres hombres y afinaron sus golpes para no caer en tantos errores propios y hacer daño con su juego ofensivo. Además, ahora la fortuna le era esquiva al conjunto local, que cometía más fallos en sus acciones y concedía más puntos en contra.
Cuando el set entró en los puntos decisivos Soria jugó sus cartas para ganar el envite psicológico. Cunha le dio la vuelta al marcador y puso el 21-19 que hirió en lo moral a los naranjas. El propio Cunha se encargó de encaminar el set y Petar se lo concedió con un error desde el saque (25-22). De esta manera, el partido se iba al cuarto set con un 2-1 favorable a Soria y la oportunidad para los locales de matar el encuentro.
En este parcial las fuerzas volvieron a igualarse, pues el Pamesa Teruel quería mantener vivo el envite y para ello necesitaba llevarse el parcial en juego por lo civil o por lo criminal. Un contexto que soliviantó el regreso de una versión más competitiva del equipo que le ponía las cosas complicadas a un Soria que, por su parte, quería cerrar ya el encuentro, pero que no se veía tan dominante como había ocurrido sobre todo en el segundo set.
Así las cosas, el Pamesa Teruel llevaba la voz cantante en el tanteo cuando el set se encaminaba hacia su final (20-21), pero la igualdad se mantenía. Un punto polémico en el que Hristoskov mantenía que la bola había dado a un jugador soriano antes de tocar el suelo y el árbitro consideró lo contrario sirvió para que el Grupo Herce Soria se pusiera por delante en el momento más decisivo (23-22), pero el propio búlgaro lo solucionó en el siguiente punto con un tremendo blockout para poner la igualada a 23.
Acto seguido, Cunha concedió en un remate errado y el propio Petar puso fin al parcial con otro potente remate que acabó en otro blockout (23-25). Así, en el tramo final Petar se puso la capa de héroe para mantener vivo al Pamesa en el partido, pues de esta manera se forzaba el quinto y definitivo set.
Tiraba de casta y orgullo un Pamesa Teruel que se había desfondado para mantener sus opciones de victoria, pero lo cierto era que en este último parcial no le quedaba más gasolina para rendir a un nivel aceptable. El propio Muraco quiso jugar una última carta y probó un invento con los dos colocadores sobre la pista, aunque con Urchevich ejerciendo de opuesto, pero ni por esas pudo resurgir un Pamesa cansado. Así pues, el Grupo Herce Soria tuvo un quinto set bastante cómodo y pudo cerrarlo favorablemente por 15-7.
Con este quinto set a su favor, el Grupo Herce Soria pudo certificar su primera victoria del curso en un disputado partido con un resultado final de 3-2.
El conjunto naranja, que en su primera contienda fuera de casa vestía de negro, salió a la pista con el septeto típico de Muraco. Así, formaron de inicio Petar Hristoskov, Emilio Ferrández, Rubén López, Omar Hoyos, Pablo Urchevich, David López y Tobías Scarpa.
El primer balón corrió a cargo de Pablo Urchevich que sacó sin demasiado riesgo un balón flotante que pudo acomodar rápidamente el conjunto soriano para que su mayor activo en ataque, Bruno Cunha, materializase su primer gran remate y pusiese en previo aviso a la recepción turolense.
Toma y daca
Los dos conjuntos llegaban a este encuentro con ganas de demostrar, los sorianos por querer ganar su primer partido de la liga después de un inicio desafortunado y los turolenses por querer demostrar que la contundente victoria del otro día ante Unicaja no fue mera casualidad y que son un equipo preparado para competir este año.De esta manera, no es de extrañar que los dos equipos salieran a la pista de Los Pajaritos con la mejor de sus versiones haciendo de los primeros puntos una auténtica batalla emocionante.
No obstante, el Grupo Herce Soria es un equipo que se le atraganta al Pamesa Teruel. El estilo de juego del conjunto de Toribio incomoda en exceso a los naranjas y ello se empezó a notar a medida que avanzaba el set, pues, con sus tremendos ataques, los sorianos consiguieron granjearse una pequeña ventaja de tres puntos (10-7).
En este sentido, los de Fabián Muraco habían estudiado un planteamiento diferente para este choque, ya lo dijo el propio capitán del equipo, Mariano Vildósola, en una entrevista concedida al DIARIO DE TERUEL, y es que si querían ganar este partido debían hacer algo diferente sobre la pista, ya que si hacían lo mismo, probablemente el resultado sería el mismo que durante la pretemporada. Así, aprovechando algún error soriano y apretando desde el ataque y el bloqueo los naranjas consiguieron igualar las fuerzas e, incluso, ponerse por delante en el marcador (11-12).
Ello llevó a Toribio, el técnico local, a pedir el primer tiempo muerto del partido con el que volvió a espabilar a los suyos para volver a ponerse por delante.
Así las cosas, ya en el primer set se podía prever que el partido iba a ser un toma y daca continuo entre dos grandes conjuntos del voleibol español que no iban a conceder nada a su rival.
En ese instante, Petar Hristoskov frotó la lámpara para afinar la puntería en el remate y conceder varios puntos importantes para su equipo. Así, hacia el final del set el marcador indicaba un 19-21 favorable al Pamesa. Una situación que provocó que Toribio, algo nervioso, pidiera otro nuevo tiempo muerto.
En los siguientes puntos, los bloqueos ganaron a los remates y ambos equipos se adjudicaron el suyo (20-22). No obstante, apareció la figura de Cunha para lograr superar la barrera turboleta y recortar distancias. Algo que se sumó al error en el remate de Petar para igualar la contienda a 22.
El mismo Cunha fue protagonista en los siguientes puntos por sus aciertos y sus errores. Con sus desaciertos le concedió al equipo de Teruel una oportunidad que no desaprovechó para cerrar el set de su parte. Omar Hoyos fue el encargado de provocar un blockout clave para llevarse el primer asalto. Así, el Pamesa Teruel fue de menos a más para terminar jugando un gran voleibol en defensa con el que consiguió opacar la figura de Cunha y pintar de naranja la primera refriega.
La desconexión naranja
Se enchufó el Grupo Herce Soria en el segundo parcial que, con dos bloqueos y dos ataques, impuso rápidamente una distancia en el luminoso (4-1), lo que provocó el primer tiempo muerto del Pamesa Teruel. Un primer receso que no sirvió de mucho, pues los turolenses no conseguían estabilizar la situación y veían como el set se les descontrolaba (8-3).
Con el segundo tiempo muerto consecutivo Fabián logró desconcentrar a los rivales, que fallaron dos saques seguidos, pero no consiguió despertar a los suyos y la ventaja en el luminoso se mantenía (11-7).
La fase ofensiva era lo que estaba fallando ahora, ya que los hombres de ataque no conseguían conectar los golpes con certeza. Así pues, Fabián introdujo un cambio en la sala de máquinas y quitó a Urchevich para poner a Guilem Pont con el propósito de poder crear jugadas diferentes y más peligrosas, pero lo cierto es que en este segundo set el Pamesa Teruel no acababa de encontrarse, pues seguían sin salirle las cosas y los errores propios ponían el asunto todavía más cuesta arriba (18-10).
En vista de lo visto, Muraco trató de agitar la pista con nuevas variaciones. Sentó a Hoyos y dio minutos a Vildósola, y también cambió a Ferrández por Valiño. Además, Urchevich recuperó los mandos de la nave naranja. No obstante, ni por esas el conjunto visitante lograba reaccionar cuando el segundo parcial se acercaba a su final (24-16).
Con un nuevo error en el saque del Pamesa, esta vez por parte de Rubén López, se cerró el parcial del lado local (25-17) y se confirmó el hecho de que el partido tendría que alargarse mínimamente un set más para poder hallar al ganador.
De nuevo el marcador global estaba igualado (1-1) y los dos equipos volvían a salir a la pista con sensaciones diferentes. Los locales se veían fuertes mientras que los visitantes estaban pasando por momentos de debilidad que tratarían de resolver lo antes posible.
En los primeros puntos la tendencia se mantuvo, pues el Pamesa salió de nuevo debilitado, lejos de la versión que había dado durante el primer parcial, y los de Toribio lograron una renta de cinco puntos (7-2).
Al igual que en el juego anterior, Muraco se encomendó al tiempo muerto para buscar una reacción de su equipo, pero de nuevo fue en vano. El Pamesa no conseguía salir de su tendencia negativa y encadenaba error tras error, mientras que el Grupo Herce Soria se sentía más cómodo que nunca y castigaba con sus golpes certeros la defensa turboleta (10-6).
Con esta distancia se confiaron los locales y le dieron alas a un Pamesa Teruel que aprovechó para lamerse las heridas. Así, desde la defensa, pudo recortar distancias para cabreo de Toribio, que veía como sus jugadores se desconectaban (11-9).
Ahora era el entrenador local el que pedía un tiempo muerto para espabilar a los suyos, pero tampoco sirvió, pues el Pamesa olió sangre y no se frenó hasta lograr la igualada (11-11).
Con ello la historia cambió y el partido volvió a parecerse más al primer set que al segundo, de hecho, el Pamesa logró ponerse por delante en el luminoso después de haber ido a remolque durante todo el segundo set y el inicio del tercero (15-16). Los naranjas consiguieron de nuevo mantener a raya a Cunha con bloqueos de hasta tres hombres y afinaron sus golpes para no caer en tantos errores propios y hacer daño con su juego ofensivo. Además, ahora la fortuna le era esquiva al conjunto local, que cometía más fallos en sus acciones y concedía más puntos en contra.
Cuando el set entró en los puntos decisivos Soria jugó sus cartas para ganar el envite psicológico. Cunha le dio la vuelta al marcador y puso el 21-19 que hirió en lo moral a los naranjas. El propio Cunha se encargó de encaminar el set y Petar se lo concedió con un error desde el saque (25-22). De esta manera, el partido se iba al cuarto set con un 2-1 favorable a Soria y la oportunidad para los locales de matar el encuentro.
Por lo civil o por lo criminal
Los turolenses estaban contra las cuerdas y tenían menos que perder, así que en el cuarto set salieron a por todas y asumiendo riesgos. Así, Petar anotó dos misiles seguidos para poner el parcial favorable a los de Muraco. No obstante, los de Soria mantuvieron la tensión con una persecución cercana en el tanteo. Dicha persecución les permitió darle la vuelta al luminoso aprovechando los errores naranjas, que volvían a aflorar, aunque, esta vez los de Toribio no lograban poner tierra de por medio.En este parcial las fuerzas volvieron a igualarse, pues el Pamesa Teruel quería mantener vivo el envite y para ello necesitaba llevarse el parcial en juego por lo civil o por lo criminal. Un contexto que soliviantó el regreso de una versión más competitiva del equipo que le ponía las cosas complicadas a un Soria que, por su parte, quería cerrar ya el encuentro, pero que no se veía tan dominante como había ocurrido sobre todo en el segundo set.
Así las cosas, el Pamesa Teruel llevaba la voz cantante en el tanteo cuando el set se encaminaba hacia su final (20-21), pero la igualdad se mantenía. Un punto polémico en el que Hristoskov mantenía que la bola había dado a un jugador soriano antes de tocar el suelo y el árbitro consideró lo contrario sirvió para que el Grupo Herce Soria se pusiera por delante en el momento más decisivo (23-22), pero el propio búlgaro lo solucionó en el siguiente punto con un tremendo blockout para poner la igualada a 23.
Acto seguido, Cunha concedió en un remate errado y el propio Petar puso fin al parcial con otro potente remate que acabó en otro blockout (23-25). Así, en el tramo final Petar se puso la capa de héroe para mantener vivo al Pamesa en el partido, pues de esta manera se forzaba el quinto y definitivo set.
Sin gasolina
En el tie-break los sorianos se manejaron mejor con la presión, pues los tres primeros puntos cayeron de su lado, aunque por más demérito de los visitantes que mérito de los locales. El propio Petar, que había sido el salvador del equipo, se equivocó en las siguientes acciones para engrosar la renta de los locales, de manera que, con el 5-1, Muraco tuvo que recurrir de nuevo al tiempo muerto.Tiraba de casta y orgullo un Pamesa Teruel que se había desfondado para mantener sus opciones de victoria, pero lo cierto era que en este último parcial no le quedaba más gasolina para rendir a un nivel aceptable. El propio Muraco quiso jugar una última carta y probó un invento con los dos colocadores sobre la pista, aunque con Urchevich ejerciendo de opuesto, pero ni por esas pudo resurgir un Pamesa cansado. Así pues, el Grupo Herce Soria tuvo un quinto set bastante cómodo y pudo cerrarlo favorablemente por 15-7.
Con este quinto set a su favor, el Grupo Herce Soria pudo certificar su primera victoria del curso en un disputado partido con un resultado final de 3-2.
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