Fonsi Nadales, capitán del Calamocha CF: “Es verdad que tuvimos algún bajón, pero podemos estar orgullosos”

Fonsi Nadales es todo un emblema ya en Calamocha. El jugador lleva ya muchos años en el equipo y, por ello, entre otras cosas, ejerce de capitán. Este, pese a algunos momentos de bajón, reconoce el gran año de los suyos y sostiene que “el balance general creo que es bastante bueno”.

-Termina la temporada en Calamocha, otra más para Fonsi. ¿Eso significa que va bien por allí?

-Sí, sin duda. Llevo ya algunos años jugando aquí en Calamocha. Los años que he estado estoy muy a gusto con la directiva y la afición, y seguiré otro año más casi seguro.

-Ha visto mucho fútbol, muchos equipos. ¿Qué tiene de especial Calamocha?

-He estado en muchos equipos, y la grandeza del Calamocha es su gente, la gente del club, la directiva, y la afición que tiene. Es un pueblo de no muchos habitantes, pero la gente que apoya y está metida en el club te hace sentirte querido, y donde estás a gusto hay que estar mucho tiempo.

-¿Y el balance deportivo qué tal?

-Bien. Es verdad que en años anteriores lo pasamos un poco peor, un poco más abajo peleando por evitar el descenso, pero es cierto que este año ha sido muy diferente. Sobre todo al principio empezamos muy bien, tuvimos un pequeño bajón a mitad de temporada, pero hemos acabado bastante bien y el balance general creo que es bastante bueno, hemos cerrado bien la campaña.

-Han tenido partidos y oportunidades para meterse en play-off.

-De hecho, hemos conseguido luchar hasta el final por ello, hemos tenido posibilidades. Es verdad que tuvimos algún pequeño bajón, tres partidos seguidos perdiendo al final de temporada, una pequeña mala fortuna de no ganarlo, si no en efecto habríamos sido incluso candidatos.

-¿No quedará mal sabor de boca, verdad?

-No. Al final, el fútbol es justo. Es verdad que te acuerdas de partidos que no sacaste por mala suerte, pero nunca te acuerdas de los que ganas por buena suerte. Cuando teníamos rachas peores de resultados, veíamos que hacíamos las cosas igual, trabajábamos de la misma manera que cuando ganábamos, pero cuando la pelota no entra y te tiraban una vez a puerta y te marcaban, no te acuerdas de otras veces que pasaba un poco al contrario. Siempre echas de menos de los puntos que deberían haber caído de tu lado, pero al final a nivel de club, directiva, cuerpo técnico y jugadores, podemos estar satisfechos. El único pero es que tuvimos un bajón general de plantilla, no fue largo, dos o tres partidos. Pero si hubiéramos sacado alguno de esos habríamos tenido opciones de play-off hasta el final. Lo tienes tan cerca que te da pena. Pero al final todos podemos estar orgullosos de la temporada.

-¿Percibieron, a nivel de plantilla, que podían haber tenido esas palancas, esas herramientas para llegar a pelear por el play-off?

-Sí. La plantilla del Calamocha de este año, y yo como capitán, intento siempre que los chavales, la gente joven sobre todo, puedan dar ese apretón, ese punto más para que puedan alcanzar objetivos superiores. Desde dentro hemos dicho siempre que íbamos a luchar al máximo, hasta donde nos de. Y sí tuvimos la sensación de que podíamos pelear por ese play-off.

-Aún sabiendo que la categoría es muy difícil, con auténticos transatlánticos.

-Aún así. Cuando se empieza la temporada hay sensación de que hay diez equipos que se tienen que meter en play-off. Pero sólo entran cinco en esas posiciones. Nosotros en Calamocha sabíamos que teníamos una buena plantilla, hemos luchado hasta el final, ha habido muchos jugadores que hemos dado un rendimiento superior a lo que estaba previsto, y así hemos podido estar en posiciones superiores hasta el final, enganchados a ese objetivo. Pero sabiendo que es realmente complicado.

-¿Cuál es la clave de ese rendimiento más alto de lo previsto?

-Al final, soy partidario y la experiencia me dicta que vale más un grupo de once jugadores de nivel medio que remen todos en la misma dirección que once estrellas que vayan cada una por su lado y rindan de manera diferente. El grupo es lo que te hace dar ese plus. En los trabajos pasa igual. Si estás a gusto con los compañeros, cuando uno no llega tú ayudas, y si tú no llegas es el compañero el que te echa una mano. La clave de cualquier plantilla y del éxito de esta plantilla es ese trabajo en equipo.

-Para el año que viene, ¿qué objetivo se marca dentro del Calamocha?

-Me gusta ser ambicioso, en la vida y en el fútbol. Si te conformas con lo mismo, si te vas estancando, siempre tenderás a ir hacia abajo. El objetivo ha de ir siempre ir a mejor, hacia arriba, sabiendo que el fútbol es imprevisible, y hay cosas que no se pueden anticipar. Quién sabe cuál será mi cifra de goles del año que viene, siendo que éste ha sido buena. A lo mejor meto menos goles, pero tenemos un compañero que está más acertado y al equipo le sirve incluso mejor. O estamos todos menos acertados pero damos otras cosas… Eso es difícil saberlo. Pero la planificación de la temporada debe ser ambiciosa.

-¿Cómo es jugar en Jumaya?

-Cuando el campo está bien, muy bonito. Cuando no está tan bien… cuando hace frío y está duro… (risas). Hay que adaptar el estilo de juego a las inclemencias del tiempo de la zona. Hay veces que llegas, empiezas a veinte grados, luego al descanso viene lluvia y frío, cae agua que te quieres meter bajo tierra. Al final es parte de nuestra fortaleza porque nos tenemos que acostumbrar, nosotros estamos aquí y aclimatados, los que se tienen que quejar son los que vienen una vez al año. Y la afición es muy buena, muy fiel. A veces nos gustaría que esos días fríos hubiera más gente, pero también es verdad que cuando tuvimos racha buena de resultados la afición respondió y nos acompañó en más cantidad. Todos los que vienen nos apoyan y nos dan fuerza al equipo.

-¿Y hasta cuándo tendremos Fonsi?

-Hasta que el cuerpo aguante. Tengo la fortuna de que me encuentro bien, cada domingo puedo rendir y correr. Pierdes velocidad pero ganas otras cosas y mientras tenga ilusión, mientras vaya bien en el día a día y tenga la ambición de seguir ganando, siendo el mejor y ayudando a mis compañeros a que sean mejores, seguiré. El día que pierda esa ilusión o que el cuerpo dice basta, ese día lo dejaré. Y no lo tengo ahora mismo en la cabeza, no tengo una fecha ni una edad marcada. Cada vez que lo pienso, me da nostalgia.

-¿Dónde quieres dejar al Calamocha?

-Lo más arriba posible. Si es en Segunda B, mejor. Pero, sobre todo, que todo el mundo reconozca el trabajo que están haciendo todos los estamentos del club, y en especial la gente que no se ve. Si al final hacemos play-off, se recordarán los jugadores que estamos en el equipo y los que tengan buenos números. Pero hay que sacar a relucir el trabajo de todo el mundo que ha estado, y sobre todo que han estado al máximo cuando las cosas no iban tan bien. Hay mucha gente que nadie ve, los que arriman el hombro a las duras y a las maduras. Nosotros sabemos que ese trabajo oscuro debe ser reconocido.