En busca de consuelo en casa para Andorra, Calamocha y Utrillas

Avanza inexorable el calendario de la Tercera aragonesa para el Andorra, el Calamocha y el Utrillas, que regresan al calor del hogar para restañar las heridas que les han producido dos jornadas seguidas de desplazamientos en los que sólo se ha cosechado un punto, el que logró el Andorra la pasada jornada en Zuera. Todo lo demás fueron derrotas, y una sensación de progresión interrumpida que conserva el puesto de privilegio de los mineros a pie de play-off, y sostiene en la comodidad de la zona templada a jiloquenses y utrillenses, pero que llama a la reactivación para evitar males mayores.

Abre fuego este domingo en Jumaya después de comer el Calamocha, que todavía lamenta las lesiones de Nilton y Chorén con las que despiden su temporada, y que necesita reconducirse ante un rival, además, en crisis absoluta, el Caspe. “La temporada nos ha ido poniendo donde seguro que ninguno de los dos queremos estar”, dice el entrenador caspolino, Javier Romero. En realidad, el visitante está bastante peor, en posición de descenso, con un rosario de derrotas que viene ya del mes de diciembre y en una dinámica que no es la del Calamocha a pesar de sus tres derrotas seguidas: “Somos dos equipos con dinámicas negativas. Es un partido de supervivencia, de no cometer errores”, reflexiona el entrenador Sergio Lagunas en la web del club bajoaragonés.

Bajas como circunstancia

En efecto, las ausencias formarán parte del mapa futbolístico de los tercera turolenses. En el Calamocha las lesiones de Nilton y Chorén se añaden al partido de suspensión del lateral Tenorio para este domingo. También hay sanciones para el Andorra, que recibe esta tarde también de sobremesa a otro gallito, el Binéfar, algo venido a menos con tres derrotas consecutivas, descabalgado del liderazgo. Miden los mineros su fortaleza en casa y, de paso, su gen de play-off con otra baja importante, Magu en el centro del campo, un partido de baja por acumulación de tarjetas amarillas.

Al otro lado, un fortín, el Endeiza, gradas pobladas para un partido con aroma a Segunda B de los años 90, dos de los grandes nombres del fútbol aragonés que reverdecen viejos laureles. El triunfo minero le devolverá por derecho propio a la mesa de los aspirantes al ascenso, dentro de un mensaje de club que sigue estando en los algo más de 40 puntos que harán falta para conservar la categoría.

Mismo horizonte para el Utrillas, que tiene también esta tarde un hueso duro, el Ebro. Algo irregular el cuadro de La Almozara, ahora segundo a cuatro puntos del líder Huesca B, pondrá seguro a prueba el rendimiento de los locales en La Vega, más que satisfactorio aunque no acompañado de victorias visitantes que descompriman al equipo. La enfermería sigue con demasiados inquilinos en el once de Lerga, que sin embargo vería despejado de nuevo su horizonte con un triunfo que le proyecte de nuevo por encima incluso de esa zona tranquila conquistada por los mineros desde hace dos meses.

Todo ello en una jornada en la que ya se vivieron dos enfrentamientos fundamentales para la composición de ese pelotón atascado que lucha por todo, pero sobre todo por la supervivencia que cada vez está más cara. Entre ellos, un derbi comarcal La Almunia-Épila que acabó en victoria local que recoloca las posiciones de la tranquilidad, ahora en el horizonte de los 25 puntos al que quieren aspirar todos los que caminan en la categoría. Porque la otra opción es estancarse en los veinte, la frontera del Fuentes y el Belchite que juegan hoy y marcan la línde del descenso.

El objetivo

Óptimo rendimiento y aprovechamiento de los goles a favor presentan los tres turolenses de la Tercera aragonesa, hasta tal punto que el Andorra es el menos goleador de los seis de arriba, como Calamocha y Utrillas lo son entre los diez primeros de la tabla. Ambos dos están rozando la frontera de los veinte goles a favor.

Y querrán que este regreso a casa sirva para superar el listón, devolverse al buen camino tras dos jornadas poco productivas y embocar a la red con el objetivo de seguir sumando puntos que les coloquen cada vez más cerca de la permanencia para, a partir de entonces, pensar en cotas y objetivos mayores en esta difícil liga. La frontera del Andorra está en los 25 goles a favor, para los que le falta sólo uno.