El Teruel ya supera la marca de porterías imbatidas del año pasado

Mientras el plato fuerte, que sería el ascenso, se sigue cocinando a fuego lento. Despacito y con buena letra. El Teruel sigue dando pequeños pasos para engrosar su cuenta particular en la historia del fútbol. Si hace unas semanas los rojillos conseguían un hito que hablaba bien de su labor ofensiva, ya que lograron su mayor racha de victorias en la Segunda RFEF al sumar cinco triunfos consecutivos, esta vez, los de Víctor Bravo han consumado otro logro que habla bien de su rendimiento defensivo, y es que, en esta ocasión, los turolenses han conseguido, a falta de ocho jornadas, mejorar el récord de porterías imbatidas de la pasada campaña, pues, si la temporada pasada los hombres de Bravo consiguieron un total de 16 porterías imbatidas, en la que se está disputando ahora los turolenses ya llevan 17. Una gesta que todavía puede hacerse más grande, y es que a los rojillos todavía les quedan ocho partidos por delante en los que pueden agrandar todavía más la diferencia. 

Generalmente, en el fútbol la gente suele tener más debilidad por las acciones ofensivas, de manera que se tiende a poner más en valor los goles que otra cosa. En este sentido, el CD Teruel cuenta con hombres importantes en la punta de lanza con gran mordiente y gran capacidad goleadora. Emaná, Villa, Carbonell, Guille Andrés y Aparicio ya han escuchado alguna vez vítores en su nombre. Sin embargo, ahora es momento de poner en valor también el trabajo que realizan los hombres de atrás, incluyendo el portero. Nombres como el de Cabetas, Fran Carmona, Carlos Javier, Julen, Javier Hermelo o Víctor Sanchís, además del propio Taliby, que tiene la última llave de la meta turolense, son los que han llevado al CD Teruel a lograr esta gesta. 

Durante toda la temporada, los hombres que forman la línea defensiva se han mostrado muy serios atrás y han sido la pesadilla de muchos delanteros rivales, quienes, pese a su calidad, no pudieron doblegar al muro rojillo. Partido tras partido, los rojillos saltan al terreno de juego bien organizados, compactados y sin dejar espacios. Además, cuando el partido se rompe, el cuadro turolense, lejos de dar síntomas de flaqueza, resuelve de manera solvente prestando atención a las vigilancias y cubriendo bien las espaldas sin dejar que las rápidas transiciones rivales puedan hacerles daño.  
Fruto de esta defensa inexpugnable, pocos balones son los que obligan a Taliby a exigirse al máximo, sin embargo, cuando esto ocurre el guardameta responde de manera mayúscula. Su gran envergadura y su buena colocación bajo los palos de la portería rojilla le permiten reaccionar de manera eficaz para tapar los posibles agujeros. De este modo, Taliby solo ha encajado 13 tantos en los 26 partidos que ha disputado la escuadra rojilla. Unos números que lo convierten en un portero de prestigio, pues únicamente encaja 0,5 goles por partido. 

Así pues, entre los defensas y el portero, contando, por supuesto, con la colaboración del resto del equipo, han conseguido que el Teruel bata la marca de porterías imbatidas del año pasado y se erija como el equipo con menos derrotas de la presente campaña, ya que solo tiene una en su casillero, que fue precisamente ante el Espanyol B, el equipo contra el que se verá las caras este fin de semana en Pinilla. 

Crecerse ante la adversidad

El CD Teruel ha conseguido esta gesta pese a que no ha sido fácil, ya que el destino le ha tenido varias pruebas guardadas. 

Durante este periodo de tiempo, los rojillos tuvieron que lidiar con una importante baja precisamente en la defensa, pero, con todo y con ello, los turolenses mantuvieron la firmeza defensiva. Durante bastantes jornadas, Julen estuvo indispuesto por las molestias que arrastraba en la zona del pubis, un suceso que hizo trabajar de más a Víctor Bravo y a la directiva para evitar flaquezas en la línea de atrás. 

En ese sentido, Bravo tuvo que recurrir en alguna que otra ocasión a un cambio de dibujo, con una defensa de tres, generalmente formada por Cabetas, Fran Carmona y Carlos Javier, para suplir esa baja. Sin embargo, la jugada le salió bien y la defensa siguió siendo férrea. Además, en invierno llegó el refuerzo de Hermelo, un jugador que Bravo ha utilizado en varias ocasiones y que ha cumplido con creces con su labor. 

De esta manera, pese a las adversidades por las que ha tenido que pasar el CD Teruel, que han afectado a su línea defensiva, el club rojillo no ha perdido nunca su poderío defensivo.