Varias caravanas llegaron a la zona de meta el miércoles por la tarde
El Pico del Buitre cita por segunda vez a estrellas y a aficionados del ciclismo en una etapa muy turolense de la Vuelta
La ronda española concluye la sexta jornada de competición en el Observatorio Astrofísico de Javalambre, al igual que sucedió en el año 2019
Cuatro años después, las estrellas del ciclismo volverán a rozar este jueves las estrellas del firmamento. La Vuelta regresa a Teruel y lo hace por todo lo alto, con los mejores ciclistas internacionales del momento peleando por el maillot rojo que porta el líder de la general y con un final apoteósico en el que se superarán los 1.900 metros de altitud al coronar la subida al Pico del Buitre con el Observatorio Astrofísico de Javalambre como línea de meta. La de esta tarde será la segunda etapa de montaña en una carrera que, por el momento, lidera el belga Remco Evenepoel. También será la segunda vez que la Gran Vuelta tenga su final de etapa en uno de los puntos más altos de la provincia turolense, al igual que sucedió en el año 2019.
Teruel recibirá al pelotón de la Vuelta a España con una etapa dura. Los 183 kilómetros que separan la localidad castellonense de La Vall D’Uixó, punto de partida de la sexta etapa, del Observatorio Astrofísico de Javalambre supondrán uno de los desafíos más exigentes de esta primera semana de carrera. Y es que, tras setenta kilómetros iniciales de relativa calma en los que se dejará atrás la provincia de Castellón, los equipos comenzarán a preparar la segunda parte de la jornada, que se desarrollará en su totalidad por territorio turolense.
La subida a la pedanía de Los Dines, en Olba, será la primera que deba afrontar el pelotón dentro de la provincia de Teruel, donde no solo se encontrará el puerto del Alto de Javalambre, de primera categoría, sino también con el del Alto de Fuente de Rubielos, en el kilómetro 80. Desde ese punto y hasta el final de la etapa, la caravana ciclista pasará por Rubielos de Mora, Mora de Rubielos, Valbona, La Puebla de Valverde, Sarrión, Manzanera, Los Cerezos, Torrijas y Arcos de las Salinas.
Aunque todavía quedan muchos kilómetros por delante para conocer al portador definitivo del maillot rojo en Madrid el próximo 17 de septiembre, la etapa de hoy puede marcar diferencias en el grupo de hombres importantes al igual que sucedió en el primer final en alto, que tuvo lugar en Andorra. Evenepoel fue el más fuerte en la subida al Arinsal y se enfundó la vestimenta de mayor prestigio. Sin embargo, el ciclista belga no quiso desvelar si este jueves tratará de defender la malla roja o si, por el contrario, optará por cederla a otro de los grandes favoritos para así liberar de esfuerzos extra a sus compañeros de equipo durante las dos primeras semanas. Ese será uno de los principales alicientes de una etapa que en el año 2019, con un recorrido algo distinto, se adueñó el español Ángel Madrazo tras protagonizar una gran fuga y ofrecer una auténtica exhibición en su escalada al cielo turolense.
En una jornada exigente como la de este jueves, los ciclistas no estarán solos. Las carreteras de la comarca Gúdar-Javalambre se convertirán en los mejores palcos para observar el paso del pelotón durante buena parte de la jornada. Los aficionados, que durante la jornada de ayer ya paseaban con sus bicicletas por diversas localidades cercanas al Pico del Buitre, se repartirán por algunos de los puntos de mayor interés de la etapa, con especial concentración en la subida al Observatorio Astronómico.
Cientos de amantes de las dos ruedas emprenderán la dura subida al último puerto de la jornada mucho antes de que lo hagan sus ciclistas favoritos, con el objetivo de hacerse un hueco en alguna de las cunetas cercanas a la cima para vibrar y hacer vibrar con sus ánimos a los batalladores de la general.
Sin embargo, el pelotón no solo encontrará apoyo en su subida al Alto de Javalambre, ya que vecinos y veraneantes de todas las localidades por las que pasa esta tarde la ronda española saldrán a las calles para darle la bienvenida a la prueba. En Arcos de las Salinas, último municipio previo a la ascensión, el ambiente festivo se percibía desde ayer por la mañana y se multiplicaba con la llegada de los camiones de los equipos, que fueron recibidos al son de melodías festivas interpretadas por una charanga contratada para la ocasión.
Además, los vecinos y la corporación municipal se han implicado de lleno en la acogida de la prueba. El miércoles por la mañana se terminó de colocar una estructura metálica de varios metros con la silueta de una ciclista para celebrar y tener el recuerdo del paso de La Vuelta 2023 por su localidad, que se financió con la venta de camisetas con el lema “Arcos con La Vuelta”. José Luis Alvir, alcalde de Arcos, considera que el paso de la última gran vuelta de la temporada por su localidad es “muy importante” porque el goteo de gente durante el resto del año es constante: “Hace cuatro años no se conocía el Pico del Buitre. Ahora llega mucha gente de todos los lados. Los fines de semana ha tenido una afluencia masiva”. De hecho, el regidor del último municipio previo a la subida teme que Arcos sufra una masificación excesiva: “El miedo que me da es que venga
demasiada gente”.
El director del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca), Javier Cenarro, institución científica de la que dependen las instalaciones del Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ) donde estará la meta, manifestó que están “muy ilusionados” de que la vuelta ciclista regrese al Pico del Buitre, algo por lo que siempre han estado “empujando”. Cenarro reconoció que entraña un esfuerzo especial para ellos por el dispositivo de seguridad que tienen que montar en el complejo científico, debido a la cantidad de gente que acude, pero aseguró que se han volcado con ganas en su preparación porque es “positivo”. Consideró que el evento ayuda a difundir el OAJ y la zona y se mostró partidario de “dar facilidades” para que se vuelva una “etapa clásica” de la carrera, y que cada ciertos años pueda regresar.
Por su parte, Joaquín Juste, presidente de la Diputación de Teruel (DPT), consideró “diferencial” el hecho de que una etapa de La Vuelta acabe en la provincia de Teruel. “Nos visibiliza muchísimo y es una campaña de promoción extraordinaria”, resumió el máximo representante de la institución provincial, que también aprovechó para agradecer el trabajo del Ayuntamiento de Arcos de las Salinas y de todas las instituciones que apoyan este evento. Juste confirmó su presencia en el final de la sexta etapa de la ronda española, que también contará con la presencia de el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, y la directora general de Deportes, Cristina García.
La ascensión turolense puede dividirse en dos tramos claramente diferenciados, el primero en su inicio con las rampas con el máximo porcentaje, hasta en dos ocasiones por encima del 16 por ciento. Justo a la mitad una zona descansillo que da un respiro, para retomar cinco kilómetros consecutivos con rampas sostenidas entre el 12 y el 15 por ciento.
Fernando Escartín, director técnico de La Vuelta, explicó a EL DIARIO DE TERUEL en el mes de enero que la sexta jornada de la prueba ciclista más prestigiosa del territorio nacional “puede empezar a marcar diferencias” y consideró que la última subida es “dura y con rampas complicadas en los últimos diez kilómetros”.
Por su parte, Roberto Bou, uno de los ciclistas que mejor conoce la zona por la que se desarrollará la etapa, confía en que la fuga pueda llegar hasta lo más alto de Javalambre, con el nombre de Jesús Herrada, que tiene casa en Valdelinares y es un habitual de la zona, como principal favorito.
Además, Bou cree que el viento puede jugar una mala pasad a más de un equipo, sobre todo en el tramo de Olba a Manzanera. Respecto a los favoritos de la general, el del Cannondal VAS Arabay cree que mañana pueden producirse movimientos importantes, ya que él considera que la etapa turolense es una oportunidad de oro para “el que esté fuerte” antes de un fin de semana en el que las previsiones meteorológicas pueden resultar cruciales.
Media etapa por la provincia
Teruel recibirá al pelotón de la Vuelta a España con una etapa dura. Los 183 kilómetros que separan la localidad castellonense de La Vall D’Uixó, punto de partida de la sexta etapa, del Observatorio Astrofísico de Javalambre supondrán uno de los desafíos más exigentes de esta primera semana de carrera. Y es que, tras setenta kilómetros iniciales de relativa calma en los que se dejará atrás la provincia de Castellón, los equipos comenzarán a preparar la segunda parte de la jornada, que se desarrollará en su totalidad por territorio turolense.
La subida a la pedanía de Los Dines, en Olba, será la primera que deba afrontar el pelotón dentro de la provincia de Teruel, donde no solo se encontrará el puerto del Alto de Javalambre, de primera categoría, sino también con el del Alto de Fuente de Rubielos, en el kilómetro 80. Desde ese punto y hasta el final de la etapa, la caravana ciclista pasará por Rubielos de Mora, Mora de Rubielos, Valbona, La Puebla de Valverde, Sarrión, Manzanera, Los Cerezos, Torrijas y Arcos de las Salinas.
Aunque todavía quedan muchos kilómetros por delante para conocer al portador definitivo del maillot rojo en Madrid el próximo 17 de septiembre, la etapa de hoy puede marcar diferencias en el grupo de hombres importantes al igual que sucedió en el primer final en alto, que tuvo lugar en Andorra. Evenepoel fue el más fuerte en la subida al Arinsal y se enfundó la vestimenta de mayor prestigio. Sin embargo, el ciclista belga no quiso desvelar si este jueves tratará de defender la malla roja o si, por el contrario, optará por cederla a otro de los grandes favoritos para así liberar de esfuerzos extra a sus compañeros de equipo durante las dos primeras semanas. Ese será uno de los principales alicientes de una etapa que en el año 2019, con un recorrido algo distinto, se adueñó el español Ángel Madrazo tras protagonizar una gran fuga y ofrecer una auténtica exhibición en su escalada al cielo turolense.
Llegada multitudinaria
En una jornada exigente como la de este jueves, los ciclistas no estarán solos. Las carreteras de la comarca Gúdar-Javalambre se convertirán en los mejores palcos para observar el paso del pelotón durante buena parte de la jornada. Los aficionados, que durante la jornada de ayer ya paseaban con sus bicicletas por diversas localidades cercanas al Pico del Buitre, se repartirán por algunos de los puntos de mayor interés de la etapa, con especial concentración en la subida al Observatorio Astronómico.
Cientos de amantes de las dos ruedas emprenderán la dura subida al último puerto de la jornada mucho antes de que lo hagan sus ciclistas favoritos, con el objetivo de hacerse un hueco en alguna de las cunetas cercanas a la cima para vibrar y hacer vibrar con sus ánimos a los batalladores de la general.
Sin embargo, el pelotón no solo encontrará apoyo en su subida al Alto de Javalambre, ya que vecinos y veraneantes de todas las localidades por las que pasa esta tarde la ronda española saldrán a las calles para darle la bienvenida a la prueba. En Arcos de las Salinas, último municipio previo a la ascensión, el ambiente festivo se percibía desde ayer por la mañana y se multiplicaba con la llegada de los camiones de los equipos, que fueron recibidos al son de melodías festivas interpretadas por una charanga contratada para la ocasión.
Además, los vecinos y la corporación municipal se han implicado de lleno en la acogida de la prueba. El miércoles por la mañana se terminó de colocar una estructura metálica de varios metros con la silueta de una ciclista para celebrar y tener el recuerdo del paso de La Vuelta 2023 por su localidad, que se financió con la venta de camisetas con el lema “Arcos con La Vuelta”. José Luis Alvir, alcalde de Arcos, considera que el paso de la última gran vuelta de la temporada por su localidad es “muy importante” porque el goteo de gente durante el resto del año es constante: “Hace cuatro años no se conocía el Pico del Buitre. Ahora llega mucha gente de todos los lados. Los fines de semana ha tenido una afluencia masiva”. De hecho, el regidor del último municipio previo a la subida teme que Arcos sufra una masificación excesiva: “El miedo que me da es que venga
demasiada gente”.
Un esfuerzo recompensado
El director del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca), Javier Cenarro, institución científica de la que dependen las instalaciones del Observatorio Astrofísico de Javalambre (OAJ) donde estará la meta, manifestó que están “muy ilusionados” de que la vuelta ciclista regrese al Pico del Buitre, algo por lo que siempre han estado “empujando”. Cenarro reconoció que entraña un esfuerzo especial para ellos por el dispositivo de seguridad que tienen que montar en el complejo científico, debido a la cantidad de gente que acude, pero aseguró que se han volcado con ganas en su preparación porque es “positivo”. Consideró que el evento ayuda a difundir el OAJ y la zona y se mostró partidario de “dar facilidades” para que se vuelva una “etapa clásica” de la carrera, y que cada ciertos años pueda regresar.
Por su parte, Joaquín Juste, presidente de la Diputación de Teruel (DPT), consideró “diferencial” el hecho de que una etapa de La Vuelta acabe en la provincia de Teruel. “Nos visibiliza muchísimo y es una campaña de promoción extraordinaria”, resumió el máximo representante de la institución provincial, que también aprovechó para agradecer el trabajo del Ayuntamiento de Arcos de las Salinas y de todas las instituciones que apoyan este evento. Juste confirmó su presencia en el final de la sexta etapa de la ronda española, que también contará con la presencia de el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, y la directora general de Deportes, Cristina García.
El puerto final puede marcar diferencias
La ascensión turolense puede dividirse en dos tramos claramente diferenciados, el primero en su inicio con las rampas con el máximo porcentaje, hasta en dos ocasiones por encima del 16 por ciento. Justo a la mitad una zona descansillo que da un respiro, para retomar cinco kilómetros consecutivos con rampas sostenidas entre el 12 y el 15 por ciento.
Fernando Escartín, director técnico de La Vuelta, explicó a EL DIARIO DE TERUEL en el mes de enero que la sexta jornada de la prueba ciclista más prestigiosa del territorio nacional “puede empezar a marcar diferencias” y consideró que la última subida es “dura y con rampas complicadas en los últimos diez kilómetros”.
Por su parte, Roberto Bou, uno de los ciclistas que mejor conoce la zona por la que se desarrollará la etapa, confía en que la fuga pueda llegar hasta lo más alto de Javalambre, con el nombre de Jesús Herrada, que tiene casa en Valdelinares y es un habitual de la zona, como principal favorito.
Además, Bou cree que el viento puede jugar una mala pasad a más de un equipo, sobre todo en el tramo de Olba a Manzanera. Respecto a los favoritos de la general, el del Cannondal VAS Arabay cree que mañana pueden producirse movimientos importantes, ya que él considera que la etapa turolense es una oportunidad de oro para “el que esté fuerte” antes de un fin de semana en el que las previsiones meteorológicas pueden resultar cruciales.
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