Los jugadores del Pamesa Teruel muestran su apoyo a la lucha contra el cáncer. Pamesa Teruel
El Pamesa Teruel decanta la balanza de su lado en Manacor (1-3)
La jornada estuvo marcada por el apoyo a la lucha contra el cáncer
El Pamesa Teruel Voleibol se llevó este sábado el enrarecido encuentro ante CV Manacor con un resultado final de 1-3, en una jornada que estuvo marcada por el apoyo a las personas que sufren cáncer. Los naranjas salieron mejor a la pista del Miquel Ángel Nadal, pero poco a poco su juego se fue enturbiando hasta desaparecer en el segundo set. El reseteo de Maxi en la tercera manga les dio alas para pintar de naranja los dos siguientes parciales y terminar granjeándose el triunfo, aunque lejos quedó la imagen que dieron ante Soria.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que tiene lugar hoy 4 de febrero, la jornada del sábado arrancó acordándose de todas las personas que sufren esta enfermedad. En este sentido, los jugadores posaron con una pancarta de apoyo a los afectados y portaron durante todo el encuentro una cinta verde en símbolo de esperanza y superviviencia.
Un poco más tarde de las 18:00 horas de la tarde del sábado dio comienzo el encuentro entre los turolenses y los manacoríes. Rubén Lorente fue el encargado de poner el primer esférico en movimiento.
La suerte comenzó sonriendo al conjunto local que se anotó los dos primeros puntos. No obstante, el Pamesa reaccionó rápido y puso la igualada a tres tantos. A partir de ahí, los naranjas comenzaron a carburar y le dieron la vuelta por primera vez al encuentro. En ese momento la suerte dejó de sonreír a los locales y apostó por los visitantes.
Ya avisó Maxi Torcello en la previa del carácter aguerrido de los locales. Así pues, ante esta situación, los manacoríes sacaron a relucir su garra para evitar que los naranjas tomaran ventaja. En este sentido, los locales siguieron a los naranjas de cerca en el tanteo e incluso pudieron volver a darle la vuelta al marcador durante un breve instante, pero a mediados del set, los de Torcello imprimieron una marcha más y consiguieron alejarse en el marcador (11-14).
Los locales jugaban algo más desordenados y, en ocasiones, eso se trasladaba al otro lado de la pista. No obstante, la diferencia de calidad a nivel individual entre los dos conjuntos era la que marcaba la diferencia y, por ello, el Pamesa Teruel dominaba en el marcador y continuaba ensanchando su ventaja (14-19).
Los dos equipos trataban de controlar el saque, ya que el bajo techo del pabellón complicaba bastante la recepción, pues muchos balones acababan estrellados en en el mismo. En esta tarea los de Maxi Torcello se desenvolvían mejor y conseguían poner en apuros a los de casa. Además, los de Manacor continuaban arrastrando ciertas imprecisiones que los lastraban (20-24).
En la recta final del primer set, las imprecisiones saltaron a la pista rival y los turolenses concedieron dos puntos gratis que acercaron a los locales. No obstante, la calidad volvió a ser determinante. Los turolenses hilvanaron una buena jugada para que Mariano terminara castigando a los de Manacor y cerrando el primer set favorable para los naranjas (22-25).
La desaparición naranja
El segundo parcial comenzó algo enrarecido. Un estruendo desconcertó a los jugadores, Manacor sacó y Mariano Vildósola recepcionó de mala manera. El receptor argentino se quejó de que no había escuchado el silbato, pero lo cierto es que el primer punto subió para los locales. En este extraño ambiente los de casa supieron manejarse mejor y empezaron cobrando ventaja (5-2).
Maxi se vio obligado a pedir un tiempo muerto para tratar de recuperar a los suyos que parecían tener la cabeza en mil cosas menos en el encuentro de esa tarde ante Manacor.
Los piques entre los dos equipos eran evidentes y, para enrarecer todavía más las cosas, el colegiado decidió sacar dos tarjetas amarillas, una para cada equipo, de manera inesperada y ante la estupefacción de los dos conjuntos. En la siguiente jugada el árbitro consideró escasa su primera decisión y mostró una cartulina roja para los manacoríes, lo que le concedió un punto al Pamesa, que seguía cazando sombras en este parcial, mientras los locales se beneficiaban de la situación (9-3).
Manacor no destaca por su gran poderío en el ataque, pero la tarde del sábado, en sese segundo parcial, su ataque estaba causando estragos entre los naranjas, que no eran capaces de reaccionar. Así, los locales conseguían la ventaja más abultada del partido al colocar el luminoso en el 13-5.
Maxi se desesperaba en la zona técnica y trataba de buscar la solución con un nuevo tiempo muerto e incorporando a Guillem Pont al juego, pero eso tampoco resolvía sus problemas. El número cuatro de los locales, Liu, estaba de dulce y todo lo que tocaba lo convertía. Era el hombre que más daño estaba haciendo a los naranjas, pues anotaba y hacía jugar a su equipo a partes iguales (20-9).
Si ante Soria los naranjas dieron la sensación de saber manejar las diferentes situaciones de partido a las mil maravillas, sin derrumbarse ante los momentos de incomodidad, en este segundo parcial del encuentro ante Manacor era todo lo contrario. Los de Torcello estaban incómodos, lo hacían evidente y no eran capaces de crecerse ante la adversidad.
De esta guisa se llegó a la recta final del parcial y, para sorpresa de nadie, los locales cerraron el mismo de manera favorable con un resultado final de . Así pues, en esta segunda manga los naranjas estuvieron totalmente desaparecidos y los pocos puntos que hicieron se devieron más a desaciertos de los rivales que a aciertos suyos.
El reseteo de Maxi
Maxi reseteó los chips de los jugadores en el descanso previo al tercer asalto y pareció funcionar, pues en este tercer set los naranjas comenzaron más concentrados y se anotaron los primeros tantos (2-4).
Los de Trocello ajustaron la mirilla y volvieron a hacer daño desde el saque. Ahora Liu no era capaz de responder a los potentes saques naranjas, que cada vez se distanciaban más en el luminoso (4-9).
Dos errores seguidos en el saque y en el ataque naranja achicaron la ventaja, pero Valiño apareció por el lado del opuesto para evitar que los locales interrumpiesen su buen momento (6-12). Los de Manacor no se rendían y trataban de negarle la ventaja a los de Torcello, aunque sin demasiada fortuna.
Rubén Lorente apareció en escena para cuajar tres jugadas prácticamente seguidas de auténtico prestidigitador. El colocador sosprendió en la red con el engaño. Hacía ver que iba a colocar el balón para su compañero y de repente liberaba una mano rápida que mandaba la pelota al otro lado de la pista sin que nadie tuviese tiempo para reaccionar.
Con el 17-22 en el luminoso, Maxi Torcello le dio la oportunidad a Miguel Ángel Martínez, quien no pudo salir mejor a la pista, pues en su primera intervención bloqueó el ataque rival y sumó un punto más para los suyos, que ya estaban más cerca de cerrar el tercer parcial de manera favorable.
El siguiente tanto de los naranjas también llegó por parte de Miguel Ángel Martínez. Este se elevó más que nadie para sacar a pasear su martillo y dejar al Teruel a un punto de hacerse con su segundo set. Dicho punto no tardó mucho en llegar. Así pues, después de una segunda maga con un Pamesa poco reconocible, en este tercer set los naranjas, que en esta ocasión vestían de gris, recuperaron su nivel para terminar llevándoselo por 20-25 y colocar el marcador global en un favorable 1-2.
De esta manera se llegó al cuarto set, que no pudo arrancar más igualado, pues los primeros cuatro puntos se repartieron cordialmente para cada equipo (2-2).
Desde el ataque por zona cuatro los turolenses fueron capaces de romper esa igualdad y colocar el 4-6 en el luminoso, lo que obligó al ténico rival a detener el encuentro. De esta manera, logró la reacción de los suyos que devolvieron la igualdad desde el bloqueo (6-6).
En ese instante, como ya es habitual, apareció Mauro Zelayeta para dar algo de oxígeno a los suyos. Con sus martillazos, sumado a los errores locales, consiguió que el marcador se fuera al 8-12 favorable.
Nuevamente el técnico local, Rubén González, pidió un tiempo muerto para aclararle las ideas a los suyos, pero en esta ocasión no funcionó. Los manacoríes erraron dos veces seguidas en el saque para ceder dos puntos a los naranjas. Estos se encargaron de hacerlos buenos y se labraron una ventaja de cinco puntos en el luminoso 10-15.
Los de González se encomendaron a su hombre estrella para tratar de reducir diferencias, pero lo cierto es que cada golpe manacorí era respondido de inmediato y esa ventaja de cinco puntos no se reducía.
Ferrández clavó dos saques seguidos para dejar todo de cara y Mariano Vildósola, el mismo hombre que cerró el partido ante Soria, se encargó también de cerrar el choque ante CV Manacor al situar el 16-25 en el marcador del parcial y el 1-3 en el marcador global.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que tiene lugar hoy 4 de febrero, la jornada del sábado arrancó acordándose de todas las personas que sufren esta enfermedad. En este sentido, los jugadores posaron con una pancarta de apoyo a los afectados y portaron durante todo el encuentro una cinta verde en símbolo de esperanza y superviviencia.
Un poco más tarde de las 18:00 horas de la tarde del sábado dio comienzo el encuentro entre los turolenses y los manacoríes. Rubén Lorente fue el encargado de poner el primer esférico en movimiento.
La suerte comenzó sonriendo al conjunto local que se anotó los dos primeros puntos. No obstante, el Pamesa reaccionó rápido y puso la igualada a tres tantos. A partir de ahí, los naranjas comenzaron a carburar y le dieron la vuelta por primera vez al encuentro. En ese momento la suerte dejó de sonreír a los locales y apostó por los visitantes.
Ya avisó Maxi Torcello en la previa del carácter aguerrido de los locales. Así pues, ante esta situación, los manacoríes sacaron a relucir su garra para evitar que los naranjas tomaran ventaja. En este sentido, los locales siguieron a los naranjas de cerca en el tanteo e incluso pudieron volver a darle la vuelta al marcador durante un breve instante, pero a mediados del set, los de Torcello imprimieron una marcha más y consiguieron alejarse en el marcador (11-14).
Los locales jugaban algo más desordenados y, en ocasiones, eso se trasladaba al otro lado de la pista. No obstante, la diferencia de calidad a nivel individual entre los dos conjuntos era la que marcaba la diferencia y, por ello, el Pamesa Teruel dominaba en el marcador y continuaba ensanchando su ventaja (14-19).
Los dos equipos trataban de controlar el saque, ya que el bajo techo del pabellón complicaba bastante la recepción, pues muchos balones acababan estrellados en en el mismo. En esta tarea los de Maxi Torcello se desenvolvían mejor y conseguían poner en apuros a los de casa. Además, los de Manacor continuaban arrastrando ciertas imprecisiones que los lastraban (20-24).
En la recta final del primer set, las imprecisiones saltaron a la pista rival y los turolenses concedieron dos puntos gratis que acercaron a los locales. No obstante, la calidad volvió a ser determinante. Los turolenses hilvanaron una buena jugada para que Mariano terminara castigando a los de Manacor y cerrando el primer set favorable para los naranjas (22-25).
La desaparición naranja
El segundo parcial comenzó algo enrarecido. Un estruendo desconcertó a los jugadores, Manacor sacó y Mariano Vildósola recepcionó de mala manera. El receptor argentino se quejó de que no había escuchado el silbato, pero lo cierto es que el primer punto subió para los locales. En este extraño ambiente los de casa supieron manejarse mejor y empezaron cobrando ventaja (5-2).
Maxi se vio obligado a pedir un tiempo muerto para tratar de recuperar a los suyos que parecían tener la cabeza en mil cosas menos en el encuentro de esa tarde ante Manacor.
Los piques entre los dos equipos eran evidentes y, para enrarecer todavía más las cosas, el colegiado decidió sacar dos tarjetas amarillas, una para cada equipo, de manera inesperada y ante la estupefacción de los dos conjuntos. En la siguiente jugada el árbitro consideró escasa su primera decisión y mostró una cartulina roja para los manacoríes, lo que le concedió un punto al Pamesa, que seguía cazando sombras en este parcial, mientras los locales se beneficiaban de la situación (9-3).
Manacor no destaca por su gran poderío en el ataque, pero la tarde del sábado, en sese segundo parcial, su ataque estaba causando estragos entre los naranjas, que no eran capaces de reaccionar. Así, los locales conseguían la ventaja más abultada del partido al colocar el luminoso en el 13-5.
Maxi se desesperaba en la zona técnica y trataba de buscar la solución con un nuevo tiempo muerto e incorporando a Guillem Pont al juego, pero eso tampoco resolvía sus problemas. El número cuatro de los locales, Liu, estaba de dulce y todo lo que tocaba lo convertía. Era el hombre que más daño estaba haciendo a los naranjas, pues anotaba y hacía jugar a su equipo a partes iguales (20-9).
Si ante Soria los naranjas dieron la sensación de saber manejar las diferentes situaciones de partido a las mil maravillas, sin derrumbarse ante los momentos de incomodidad, en este segundo parcial del encuentro ante Manacor era todo lo contrario. Los de Torcello estaban incómodos, lo hacían evidente y no eran capaces de crecerse ante la adversidad.
De esta guisa se llegó a la recta final del parcial y, para sorpresa de nadie, los locales cerraron el mismo de manera favorable con un resultado final de . Así pues, en esta segunda manga los naranjas estuvieron totalmente desaparecidos y los pocos puntos que hicieron se devieron más a desaciertos de los rivales que a aciertos suyos.
El reseteo de Maxi
Maxi reseteó los chips de los jugadores en el descanso previo al tercer asalto y pareció funcionar, pues en este tercer set los naranjas comenzaron más concentrados y se anotaron los primeros tantos (2-4).
Los de Trocello ajustaron la mirilla y volvieron a hacer daño desde el saque. Ahora Liu no era capaz de responder a los potentes saques naranjas, que cada vez se distanciaban más en el luminoso (4-9).
Dos errores seguidos en el saque y en el ataque naranja achicaron la ventaja, pero Valiño apareció por el lado del opuesto para evitar que los locales interrumpiesen su buen momento (6-12). Los de Manacor no se rendían y trataban de negarle la ventaja a los de Torcello, aunque sin demasiada fortuna.
Rubén Lorente apareció en escena para cuajar tres jugadas prácticamente seguidas de auténtico prestidigitador. El colocador sosprendió en la red con el engaño. Hacía ver que iba a colocar el balón para su compañero y de repente liberaba una mano rápida que mandaba la pelota al otro lado de la pista sin que nadie tuviese tiempo para reaccionar.
Con el 17-22 en el luminoso, Maxi Torcello le dio la oportunidad a Miguel Ángel Martínez, quien no pudo salir mejor a la pista, pues en su primera intervención bloqueó el ataque rival y sumó un punto más para los suyos, que ya estaban más cerca de cerrar el tercer parcial de manera favorable.
El siguiente tanto de los naranjas también llegó por parte de Miguel Ángel Martínez. Este se elevó más que nadie para sacar a pasear su martillo y dejar al Teruel a un punto de hacerse con su segundo set. Dicho punto no tardó mucho en llegar. Así pues, después de una segunda maga con un Pamesa poco reconocible, en este tercer set los naranjas, que en esta ocasión vestían de gris, recuperaron su nivel para terminar llevándoselo por 20-25 y colocar el marcador global en un favorable 1-2.
De esta manera se llegó al cuarto set, que no pudo arrancar más igualado, pues los primeros cuatro puntos se repartieron cordialmente para cada equipo (2-2).
Desde el ataque por zona cuatro los turolenses fueron capaces de romper esa igualdad y colocar el 4-6 en el luminoso, lo que obligó al ténico rival a detener el encuentro. De esta manera, logró la reacción de los suyos que devolvieron la igualdad desde el bloqueo (6-6).
En ese instante, como ya es habitual, apareció Mauro Zelayeta para dar algo de oxígeno a los suyos. Con sus martillazos, sumado a los errores locales, consiguió que el marcador se fuera al 8-12 favorable.
Nuevamente el técnico local, Rubén González, pidió un tiempo muerto para aclararle las ideas a los suyos, pero en esta ocasión no funcionó. Los manacoríes erraron dos veces seguidas en el saque para ceder dos puntos a los naranjas. Estos se encargaron de hacerlos buenos y se labraron una ventaja de cinco puntos en el luminoso 10-15.
Los de González se encomendaron a su hombre estrella para tratar de reducir diferencias, pero lo cierto es que cada golpe manacorí era respondido de inmediato y esa ventaja de cinco puntos no se reducía.
Ferrández clavó dos saques seguidos para dejar todo de cara y Mariano Vildósola, el mismo hombre que cerró el partido ante Soria, se encargó también de cerrar el choque ante CV Manacor al situar el 16-25 en el marcador del parcial y el 1-3 en el marcador global.
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