

El Pamesa Teruel trata de bloquear un remate rival durante el partido. Jessica Merodio/@jessmerodio
El Pamesa se despide de la campaña tras caer también en suelo manacorí (3-0)
El conjunto naranja finaliza la 2024-2025 de manera poco reconocible y lejos de su mejor versión
Adiós dijo el Pamesa Teruel Voleibol a la temporada 2024-2025 este sábado después de caer en el segundo partido de la serie ante el CV Manacor, que lo elimina de la lucha por el título. Tras perder en casa en el primer partido de los cuartos de final de las eliminatorias por el título, los naranjas viajaban a las Islas Baleares con la intención de darle la vuelta a la situación y forzar un tercer envite que les permitiese soñar con pasar de ronda. No obstante, en Manacor el Pamesa Teruel se encontró un auténtico muro y sus intenciones apenas duraron medio set. El conjunto de Muraco se encontró con serias dudas durante gran parte del partido y no pudo hacer frente a un gran CV Manacor que volvió a demostrar un gen competitivo superior.
Con la primera ronda, la disputada en Los Planos, decantada para el lado manacorí, la presión incidía con más fuerza sobre el conjunto turolense. Así, los de Muraco quisieron salir fuertes desde el principio, olvidándose de todos los aspectos en contra, como el factor cancha, que en este caso era importante por la diferencia de dimensiones del pabellón balear, para mostrar sus intenciones de guerrear hasta el final, y es que si algo caracteriza a Teruel es que rendirse no es nunca una opción.
Con este contexto, los turolenses arrancaron la contienda entonados y manteniendo la tensión que presuponían que imprimirían sus rivales desde el primer minuto. Así, el CV Manacor empezó forzando la máquina para tratar de minar la moral turolense desde el comienzo. Buscaban hacerles saber que no tenían ninguna opción, pero los turolenses no compraron este discurso, al menos en los primeros instantes de juego. De esta manera, la igualdad se adueñó de este primer tramo del partido.
Los puntos comenzaron a caer de manera intermitente para cada bando, por lo que primero golpeaba uno y después lo hacía el otro, y así sucesivamente. A partir del quinto tanto, Petar Hristoskov hizo de las suyas y el Pamesa Teruel logró una pequeña ventaja de dos puntos que les hizo ganar confianza.
No obstante, como si se tratase de un castillo de naipes, esa confianza se deterioró rápidamente cuando el CV Manacor castigó con más acierto la defensa turolense. Cuando el marcador dibujó la decena, el combinado local afinó sus golpes para castigar con mayor fervor la recepción de los mudéjares, de modo que los de Muraco pasaron a sufrir en esta parcela del juego y ello repercutió también en su producción ofensiva. Esta situación se tradujo en muchos puntos manacoríes y escasas respuestas turolenses, lo que obligó a detener el partido al técnico del Pamesa, Fabián Muraco, hasta en dos ocasiones.
Buscó el argentino soliviantar la reacción de sus pupilos, también a través de cambios, pero lo cierto era que parecía que el CV Manacor le había cogido el punto al Pamesa Teruel y no había manera de reaccionar. Tanto es así, que, del ecuador a la parte final del primer set, solo hubo un equipo sobre la pista, por lo que fue incuestionable el hecho de que el primer parcial acabase cayendo del lado local. El 25-15 daba buena cuenta de ello, y es que los naranjas, que en esta ocasión vestían de negro, empezaron muy concentrados el partido, pero se diluyeron en cuanto Manacor imprimió una marcha más.
En base a lo que se pudo ver del conjunto naranja en el primer parcial, Muraco tenía mucho trabajo en el descanso, pues debía recuperar primeramente la moral de los suyos para, después, poder recuperar también el buen rendimiento naranja que había mostrado al inicio el equipo.
Por mucho que lo intentó el entrenador argentino, lo cierto es que en este comienzo del segundo set pareció que el conjunto turolense sí que compró el discurso manacorí, pues el equipo visitante se plantó en la pista totalmente desubicado y encajó los primeros cuatro puntos del set sin ningún remedio.
Con un cabreo más visible, Muraco solicitó rápidamente el tiempo muerto, el primero del set y el tercero del partido, para tratar de detener la hemorragia, pero nada pudo hacer. Los de la ciudad de Los Amantes se vinieron completamente abajo y ninguno sobre la pista era capaz de darle la vuelta a la situación, ni siquiera los cambios que había realizado el técnico, pues Guillem Pont, Mariano Vildósola y Pablo Pérez no parecían mejorar las actuaciones de Petar Hristoskov, Emilio Ferrández y Pablo Urchevich. Así, el 11-2 ya dejaba muy a las claras que el segundo parcial también tenía pinta de acabar en el casillero de los locales. Tanta era la supremacía del conjunto local que el público estaba atónito ante la mala imagen, poco habitual, que estaban mostrando los turolenses.
Con esta coyuntura en el pabellón manacorí, los locales se gustaban y se recreaban en sus acciones. Con sus remates por zona dos, sus bloqueos en la red e incluso sus saques directos vivían una auténtica fiesta con su público, pues no solo se veían ganadores de este segundo parcial, sino que, en base a la propuesta turolense, se veían ya ganadores y más de un pie en la siguiente ronda de las eliminatorias.
Por si fuera poco, los factores en contra que podían complicarle las cosas aún más a los turolenses, así como las dimensiones de la cancha, comenzaron a incidir también negativamente sobre el cuadro visitante, y es que, si la recepción ya estaba bastante castigada, en este segundo parcial todavía lo estuvo más, ya que las pocas pelotas que conseguía levantar el equipo de Muraco acababan en el techo del pabellón y, por tanto, en el punto local. Así, de nuevo fue inevitable que este segundo parcial también cayera del lado local por un contundente 25-13.
Si en el primer descanso Muraco ya necesitó mucho trabajo para tratar de meter en el partido a los suyos, algo que no consiguió, en este segundo descanso lo que necesitaba era un milagro.
Pareció invocarlo el técnico argentino, pues en este tercer set los turolenses arrancaron algo más serios y no permitieron que los manacoríes comenzasen el parcial con tantas confianzas, de manera que la igualdad de los primeros puntos del partido volvió.
Ello pilló desprevenidos a los manacoríes, pues ya se veían en la siguiente ronda desde el set anterior, algo que no dudaron en aprovechar los naranjas a su favor. Así, los turolenses consiguieron reforzar algo más su recepción y, con ello, pasaron a tener más argumentos en la parcela ofensiva. En ese momento, los remates turolenses comenzaron a resquebrajar el bloqueo local y a significar puntos visitantes, eso sí, no gracias precisamente al opuesto estrella del equipo, Petar Hristoskov, quien se encontraba en el banquillo. En su lugar, Emilio Ferrández, por zona dos, y Omar Hoyos, por zona cuatro, tomaron su relevo y le dieron alas al equipo turolense.
No obstante, hacia el final del parcial, todo acabó siendo un espejismo. Alexis González, el entrenador del CV Manacor, sacó a relucir su excelente capacidad estratégica para, en un tiempo muerto, llevar a cabo unos cuantos ajustes técnicos que fueron suficientes para recuperar el dominio en el choque.
Mantuvo cierta dignidad el equipo turolense en este tramo final, pues le puso las cosas más complicadas a su rival, pero, otra vez, fue imposible evitar el destino, que parecía estar escrito, y es que el CV Manacor acabó cerrando también de manera favorable este tercer parcial por un resultado final de 25-19. De este modo, la escuadra balear acabó llevándose el partido por 3-0 y, efectivamente, tal y como llevaba intuyendo desde el comienzo del segundo set, firmó su pase hacia la siguiente ronda de las eliminatorias por el título, las semifinales, un hecho histórico para el equipo, pues es la primera vez que el CV Manacor alcanza dicha fase. Allí precisamente les espera ya el el CV Guaguas.
Con la primera ronda, la disputada en Los Planos, decantada para el lado manacorí, la presión incidía con más fuerza sobre el conjunto turolense. Así, los de Muraco quisieron salir fuertes desde el principio, olvidándose de todos los aspectos en contra, como el factor cancha, que en este caso era importante por la diferencia de dimensiones del pabellón balear, para mostrar sus intenciones de guerrear hasta el final, y es que si algo caracteriza a Teruel es que rendirse no es nunca una opción.
Con este contexto, los turolenses arrancaron la contienda entonados y manteniendo la tensión que presuponían que imprimirían sus rivales desde el primer minuto. Así, el CV Manacor empezó forzando la máquina para tratar de minar la moral turolense desde el comienzo. Buscaban hacerles saber que no tenían ninguna opción, pero los turolenses no compraron este discurso, al menos en los primeros instantes de juego. De esta manera, la igualdad se adueñó de este primer tramo del partido.
Los puntos comenzaron a caer de manera intermitente para cada bando, por lo que primero golpeaba uno y después lo hacía el otro, y así sucesivamente. A partir del quinto tanto, Petar Hristoskov hizo de las suyas y el Pamesa Teruel logró una pequeña ventaja de dos puntos que les hizo ganar confianza.
No obstante, como si se tratase de un castillo de naipes, esa confianza se deterioró rápidamente cuando el CV Manacor castigó con más acierto la defensa turolense. Cuando el marcador dibujó la decena, el combinado local afinó sus golpes para castigar con mayor fervor la recepción de los mudéjares, de modo que los de Muraco pasaron a sufrir en esta parcela del juego y ello repercutió también en su producción ofensiva. Esta situación se tradujo en muchos puntos manacoríes y escasas respuestas turolenses, lo que obligó a detener el partido al técnico del Pamesa, Fabián Muraco, hasta en dos ocasiones.
Buscó el argentino soliviantar la reacción de sus pupilos, también a través de cambios, pero lo cierto era que parecía que el CV Manacor le había cogido el punto al Pamesa Teruel y no había manera de reaccionar. Tanto es así, que, del ecuador a la parte final del primer set, solo hubo un equipo sobre la pista, por lo que fue incuestionable el hecho de que el primer parcial acabase cayendo del lado local. El 25-15 daba buena cuenta de ello, y es que los naranjas, que en esta ocasión vestían de negro, empezaron muy concentrados el partido, pero se diluyeron en cuanto Manacor imprimió una marcha más.
En base a lo que se pudo ver del conjunto naranja en el primer parcial, Muraco tenía mucho trabajo en el descanso, pues debía recuperar primeramente la moral de los suyos para, después, poder recuperar también el buen rendimiento naranja que había mostrado al inicio el equipo.
Por mucho que lo intentó el entrenador argentino, lo cierto es que en este comienzo del segundo set pareció que el conjunto turolense sí que compró el discurso manacorí, pues el equipo visitante se plantó en la pista totalmente desubicado y encajó los primeros cuatro puntos del set sin ningún remedio.
Con un cabreo más visible, Muraco solicitó rápidamente el tiempo muerto, el primero del set y el tercero del partido, para tratar de detener la hemorragia, pero nada pudo hacer. Los de la ciudad de Los Amantes se vinieron completamente abajo y ninguno sobre la pista era capaz de darle la vuelta a la situación, ni siquiera los cambios que había realizado el técnico, pues Guillem Pont, Mariano Vildósola y Pablo Pérez no parecían mejorar las actuaciones de Petar Hristoskov, Emilio Ferrández y Pablo Urchevich. Así, el 11-2 ya dejaba muy a las claras que el segundo parcial también tenía pinta de acabar en el casillero de los locales. Tanta era la supremacía del conjunto local que el público estaba atónito ante la mala imagen, poco habitual, que estaban mostrando los turolenses.
Con esta coyuntura en el pabellón manacorí, los locales se gustaban y se recreaban en sus acciones. Con sus remates por zona dos, sus bloqueos en la red e incluso sus saques directos vivían una auténtica fiesta con su público, pues no solo se veían ganadores de este segundo parcial, sino que, en base a la propuesta turolense, se veían ya ganadores y más de un pie en la siguiente ronda de las eliminatorias.
Por si fuera poco, los factores en contra que podían complicarle las cosas aún más a los turolenses, así como las dimensiones de la cancha, comenzaron a incidir también negativamente sobre el cuadro visitante, y es que, si la recepción ya estaba bastante castigada, en este segundo parcial todavía lo estuvo más, ya que las pocas pelotas que conseguía levantar el equipo de Muraco acababan en el techo del pabellón y, por tanto, en el punto local. Así, de nuevo fue inevitable que este segundo parcial también cayera del lado local por un contundente 25-13.
Si en el primer descanso Muraco ya necesitó mucho trabajo para tratar de meter en el partido a los suyos, algo que no consiguió, en este segundo descanso lo que necesitaba era un milagro.
Pareció invocarlo el técnico argentino, pues en este tercer set los turolenses arrancaron algo más serios y no permitieron que los manacoríes comenzasen el parcial con tantas confianzas, de manera que la igualdad de los primeros puntos del partido volvió.
Ello pilló desprevenidos a los manacoríes, pues ya se veían en la siguiente ronda desde el set anterior, algo que no dudaron en aprovechar los naranjas a su favor. Así, los turolenses consiguieron reforzar algo más su recepción y, con ello, pasaron a tener más argumentos en la parcela ofensiva. En ese momento, los remates turolenses comenzaron a resquebrajar el bloqueo local y a significar puntos visitantes, eso sí, no gracias precisamente al opuesto estrella del equipo, Petar Hristoskov, quien se encontraba en el banquillo. En su lugar, Emilio Ferrández, por zona dos, y Omar Hoyos, por zona cuatro, tomaron su relevo y le dieron alas al equipo turolense.
No obstante, hacia el final del parcial, todo acabó siendo un espejismo. Alexis González, el entrenador del CV Manacor, sacó a relucir su excelente capacidad estratégica para, en un tiempo muerto, llevar a cabo unos cuantos ajustes técnicos que fueron suficientes para recuperar el dominio en el choque.
Mantuvo cierta dignidad el equipo turolense en este tramo final, pues le puso las cosas más complicadas a su rival, pero, otra vez, fue imposible evitar el destino, que parecía estar escrito, y es que el CV Manacor acabó cerrando también de manera favorable este tercer parcial por un resultado final de 25-19. De este modo, la escuadra balear acabó llevándose el partido por 3-0 y, efectivamente, tal y como llevaba intuyendo desde el comienzo del segundo set, firmó su pase hacia la siguiente ronda de las eliminatorias por el título, las semifinales, un hecho histórico para el equipo, pues es la primera vez que el CV Manacor alcanza dicha fase. Allí precisamente les espera ya el el CV Guaguas.
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