El cuadro calamochino, que ayer vistió de azul celeste, perdonó a su rival en La Platera
El infortunio y la falta de acierto pasan factura al Calamocha en su visita al Cariñena (1-0)
El cuadro del Jiloca cae de manera injusta después de errar un penalti en el tiempo de descuento
El infortunio, la mala suerte, el destino ... Todo eso y alguna cosa más tuvo que sufrir el CF Calamocha de Humberto Arto en su regreso a la que fue su casa la temporada pasada, pues el entrenador de los de Jiloca y hasta la mitad de su once inicial, como son Álex Navarro, Nilton, Monge, Falo, Oberé, Lorente, Utrilla o Fonsi; llegaron este año a Calamocha directamente del recién ascendido CD Cariñena, que en esta matinal del domingo consiguió llevarse la victoria por la mínima con un solitario gol de Garrido a la hora de juego y en un partido donde los calamochinos fueron infinitamente superiores de principio a final.
El Calamocha dominó y controló el encuentro con mucha suficiencia ya en la primera parte, que fue la más igualada pero donde ya tuvo alguna ocasión inmejorable como un palo de Utrilla, mientras que tras el paso por los vestuarios incluso llegó a desbordar a los zaragozanos. En este periodo los turolenses las tuvieron de todos los colores y clarísimas, hasta el especialista Víctor García malogró un penalti en el descuento, pero no tuvieron puntería y su rival, que prácticamente sólo se estiró una vez, consiguió anotar un tanto a la hora de juego que le dio un premio tan valioso como injusto.
El Cariñena de esta temporada no parece tener el potencial del año pasado, de hecho llegaba a la cita al borde de los puestos de descenso, y eso se dejó notar en seguida sobre el césped de La Platera, donde el once dirigido por David Bernal salió con una actitud muy precavida en el que prácticamente todo dependía de su buen desempeño defensivo. Así, en los primeros compases los locales ya dejaron de lado su condición de equipo local y no les importó ceder la pelota a un Calamocha que, fiel a su estilo, se tomó los primeros minutos con cierta calma y mucha concentración táctica para no cometer errores tempraneros. Con el correr de los minutos los de Humberto Arto fueron acumulando cada vez mayor posesión y control, pero sin llegar a dominar de manera clara a un rival al que le costaba mucho salir de la cueva y pasar de medio campo con la pelota controlada y efectivos suficientes como para hacer daño. Pero los de Jiloca eran mejor equipo y antes de llegar al descanso ya agobiaron, por momentos pero de forma angustiada, a un rival que se salvó de no ser penalizado por la falta de puntería del Calamocha, que hasta estrelló una en la madera por mediación de Utrilla.
En el reinicio, los de Humberto Arto ya no fueron tan precavidos y además de adelantar líneas pasaron directamente a jugar en campo contrario, sometiendo a un Cariñena inferior que tampoco fue capaz de mejorar con los cambios. Así, desde prácticamente el pitido inicial hasta el final los turolenses acumularon acercamientos y llegadas claras, antes de los cambios de Arto y también después cuando los hizo tras recibir el único gol, pero todas su intentonas se contaron por fallos. Así, Salcedo en una inmejorable rozó la base del palo y Falo lamió la cruceta en otra increíble, mientras que Víctor García se encontró por dos veces con las grandes intervenciones del portero local Juan Cruz Álvarez, que terminó siendo el gran protagonista del encuentro al detenerle un penalti en el tiempo de descuento al experimentado lanzador del conjunto turolense.
Por su parte el Cariñena, entre medias de todo esto, se llevó todo el premio cuando superada la hora cazó una contra muy rápida y Garrido no perdonó para dejar los tres puntos en La Platera y un sabro de boca muy amargo en el vestuario calamochino.
El Calamocha dominó y controló el encuentro con mucha suficiencia ya en la primera parte, que fue la más igualada pero donde ya tuvo alguna ocasión inmejorable como un palo de Utrilla, mientras que tras el paso por los vestuarios incluso llegó a desbordar a los zaragozanos. En este periodo los turolenses las tuvieron de todos los colores y clarísimas, hasta el especialista Víctor García malogró un penalti en el descuento, pero no tuvieron puntería y su rival, que prácticamente sólo se estiró una vez, consiguió anotar un tanto a la hora de juego que le dio un premio tan valioso como injusto.
El Cariñena de esta temporada no parece tener el potencial del año pasado, de hecho llegaba a la cita al borde de los puestos de descenso, y eso se dejó notar en seguida sobre el césped de La Platera, donde el once dirigido por David Bernal salió con una actitud muy precavida en el que prácticamente todo dependía de su buen desempeño defensivo. Así, en los primeros compases los locales ya dejaron de lado su condición de equipo local y no les importó ceder la pelota a un Calamocha que, fiel a su estilo, se tomó los primeros minutos con cierta calma y mucha concentración táctica para no cometer errores tempraneros. Con el correr de los minutos los de Humberto Arto fueron acumulando cada vez mayor posesión y control, pero sin llegar a dominar de manera clara a un rival al que le costaba mucho salir de la cueva y pasar de medio campo con la pelota controlada y efectivos suficientes como para hacer daño. Pero los de Jiloca eran mejor equipo y antes de llegar al descanso ya agobiaron, por momentos pero de forma angustiada, a un rival que se salvó de no ser penalizado por la falta de puntería del Calamocha, que hasta estrelló una en la madera por mediación de Utrilla.
En el reinicio, los de Humberto Arto ya no fueron tan precavidos y además de adelantar líneas pasaron directamente a jugar en campo contrario, sometiendo a un Cariñena inferior que tampoco fue capaz de mejorar con los cambios. Así, desde prácticamente el pitido inicial hasta el final los turolenses acumularon acercamientos y llegadas claras, antes de los cambios de Arto y también después cuando los hizo tras recibir el único gol, pero todas su intentonas se contaron por fallos. Así, Salcedo en una inmejorable rozó la base del palo y Falo lamió la cruceta en otra increíble, mientras que Víctor García se encontró por dos veces con las grandes intervenciones del portero local Juan Cruz Álvarez, que terminó siendo el gran protagonista del encuentro al detenerle un penalti en el tiempo de descuento al experimentado lanzador del conjunto turolense.
Por su parte el Cariñena, entre medias de todo esto, se llevó todo el premio cuando superada la hora cazó una contra muy rápida y Garrido no perdonó para dejar los tres puntos en La Platera y un sabro de boca muy amargo en el vestuario calamochino.
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