El equipo completa un entrenamiento distendido en el campo de Pinilla

En el cúmulo de actos que el CD Teruel llevó a cabo en su paso por la ciudad, el primero de todos fue el entrenamiento en Pinilla. Todos los componentes de la primera plantilla saltaron al verde para afrontar una sesión distendida, ataviados con una indumentaria poco habitual en los entrenamientos: la camiseta negra de juego (primera equipación de porteros). De hecho, esa fue la primera, pero no la única novedad de un entreno en el que reinó el buen rollo tras la victoria ante la SD Formentera del pasado domingo. La distendida sesión, que se desarrolló sin percances, contó con la única ausencia de Kevin Lacruz, que se mantuvo al margen después de sufrir un esguince de tobillo en el último compromiso liguero.

En ese contexto, el resto de sus compañeros disfrutaron de una práctica que comenzó a las 10:30 horas y se alargó hasta las 12:00, un cuarto de hora más de lo previsto.

Los jugadores se dividieron en parejas y fueron completando diferentes pruebas que el cuerpo técnico había preparado para arrancar una jornada diferente de la mejor manera posible. Los partidillos de fútbol-tenis, los disparos a portería y la competición de baloncesto con el pie le ganaron la partida a las   charlas tácticas y los posicionamientos sobre el terreno de juego. La sesión concluyó con un mini triangular entre los miembros de la primera plantilla, antes de poner rumbo a los diversos colegios de la ciudad turolense.