El derbi minero regresa a la Tercera aragonesa casi tres décadas después

Hay que remontarse cerca de treinta años, desde la temporada 1996-1997, para encontrar precedentes de enfrentamientos en Tercera como el que se va a disputar este sábado otoñal en el Juan Antonio Endeiza. En esos años noventa compartían categoría el poderoso Andorra del siglo XX y un humildísimo Utrillas, que se atrevió a asomarse por esa división aragonesa llena de trasatlánticos que ahora compiten en categoría nacional, empezando por el Huesca, el Teruel y el Aragón.

Se enfrentaron tres temporadas consecutivas, desde 1994. Balance, evidentemente, muy favorable para los andorranos, que despidieron a los utrillenses en febrero del 97 con una enorme goleada en La Vega. Más recientes son los enfrentamientos en Regional Preferente, a finales de la década pasada. En realidad, hasta que justo después de la pandemia el Utrillas acertó a ascender para, en estas últimas temporadas, asentarse y convertirse en uno de los equipos más entretenidos de paladear en Tercera Federación.

Y ahora, casi treinta años después, regresa el derbi minero a lo más alto del fútbol regional con el Andorra recibiendo al Utrillas no como un histórico en camino de Segunda B, sino como un aspirante que toma notas de alguien más veterano. Los apuntes, eso sí, de un alumno aventajado. Vienen realmente en buen estado, vista la historia reciente y global de ambos, a la cita de este sábado tarde.

Al asalto del liderato

Porque el Andorra que ha regresado a lo más alto del fútbol autonómico es un recién ascendido con una salud de hierro, todavía invicto en lo que se lleva de competición, tres triunfos y cuatro empates para colocarse cuarto en la tabla con trece puntos, apenas uno por debajo de los líderes Binéfar y Caspe. Juega esta tarde, pues, para auparse a lo más alto, proyectado por un más que notable rendimiento defensivo que pareció resquebrajarse un tanto el pasado fin de semana en Calamocha, pero que le mantiene como uno de los menos goleados de la Tercera aragonesa.

Eso sí, enfrente tiene un rival que viene escocido tras su última derrota en casa ante el Binéfar, y que querrá mostrar en el Endeiza que los tiempos del antiguo Endesa hace tiempo que se han difuminado. Es más irregular el Utrillas, vio interrumpida la pasada jornada una buena racha de dos triunfos consecutivos que le habían sacado de posiciones de peligro, y por eso mismo quiere ponerse el traje de las ocasiones especiales para endosarle al Andorra su primera derrota liguera. Así lo hizo en los dos precedentes más inmediatos, dos triunfos del Utrillas ante el Andorra en los dos encuentros que disputaron la última vez que coincidieron hace cuatro años en Preferente.

Marcador corto

Ese triunfo utrillense permitiría a los de Lerga impulsarse en la tabla y aposentarse en la zona media-alta, con las eliminatorias de ascenso a Segunda RFEF como horizonte más cercano y despejado. El empate, que fue el resultado que se registró en el primer derbi provincial, el de la semana pasada entre Calamocha y Andorra, dejaría unas tablas conformes para ambos pero poco relevantes en lo clasificatorio.

Se espera ambiente de gala en el Endeiza para contemplar lo que sobre el terreno de juego apuntará a ser un partido probablemente tenso e intenso, de pequeños detalles y marcador presumiblemente corto, buen indicador de la igualdad de esta categoría; seis puntos, de hecho, separan apenas a los mineros de uno y otro lado para describir, entre la zona alta y la zona baja de la clasificación, una Tercera aragonesa imprevisible, competida y seguro emocionante.