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El CD Teruel saca un empate ante la UD Logroñés para reconectar con la afición (0-0) El CD Teruel saca un empate ante la UD Logroñés para reconectar con la afición (0-0)
El meta de la UD Logroñés atrapa un balón peligroso que rondaba por su área. Bykofoto/Antonio García

El CD Teruel saca un empate ante la UD Logroñés para reconectar con la afición (0-0)

El equipo turolense desplegó un fútbol que maravilló a su hinchada, aunque volvió a lastrarle la falta de gol
El CD Teruel miró ayer a los ojos a la todopoderosa UD Logroñés y sacó un empate que supo a poco por los méritos que hizo el club rojillo, pero que sirvió para reconectar a la afición con el equipo, pues la actitud y el fútbol demostrado sobre el verde de Pinilla devolvió la ilusión a la marea mudéjar. Los locales fueron los que llevaron la voz cantante del partido y los que tuvieron las ocasiones más claras, pero, de nuevo, la falta de gol los lastró. 

El CD Teruel salió al césped de Pinilla al ritmo de la Potra Salvaje del DJ turolense Fernando Moreno, que ha sido disco de oro, y es que el club quiso tener un detalle con el turboleta y le permitió que hiciera el saque de honor. Además, le hicieron entrega de un camiseta con su nombre. 

En cuanto acabó la música dio comienzo el partido. Sobre el césped de Pinilla Unai Mendia dibujó un once similar al de los dos partidos previos. No tocó el esquema, aunque sí que hubo algún cambio de nombre. Así pues, el portero elegido fue Taliby; la línea de defensas la formaron José Val, Iván Serrano, Cabetas e Iván López, que finalmente sustituyó a un aquejado de molestias Ander Dufur; en el centro del campo formaron Miguel Marí, Asier Parra y Theo Le Normand; y el ataque fue cosa de Moha, Joel Febas y Peru Ruiz.   

La primera jugada del partido puso en previo aviso al CD Teruel, y es que los visitantes se hicieron rápidamente con el balón para hilvanar una jugada en cosa de dos o tres toques y llegar con peligro a la meta de Taliby. No obstante, el último pase se fue directamente por la línea de fondo sin mayores consecuencias. Así, el CD Teruel se percató del rival que tenía delante, pero no se amilanó, sino que más bien respondió con llegadas por la banda derecha. 

José Val se prodigó y de qué manera. El lateral derecho vio el carril libre y una vez se atrevió la primera no dejó de insistir. Así, antes de que el partido hubiera llegado al minuto cinco el Teruel ya había generado tres ocasiones de peligro por ese costado. La lástima era que la cabeza de Peru no acababa de entenderse con los centros de Val y Moha. La tuvo Peru también en un desplazamiento largo que llegó desde atrás, concretamente desde los pies de Cabetas, sin embargo el bote le perjudicó, la luz del sol seguramente también y Kike Royo atrapó sin mayor complicación.

Miguel Marí firmó la siguiente ocasión del CD Teruel cuando se hizo con un balón en el área y entre un lío de piernas sacó un disparo que se marchó por encima de la cruceta izquierda del meta rival.  El partido no había cumplido todavía el minuto veinte, pero el CD Teruel ya le había cambiado el guion a la película que se preveía. Salió valiente y aguerrido, le robó el balón a su rival, le puso calma y criterio, y sorprendió a una UD Logroñés que posiblemente se esperaba de todo menos este CD Teruel. 

No obstante, si algo tienen los equipos ilustres es que con poco pueden hacer mucho daño y así estuvo a punto de pasar cuando Le Normand se durmió esperando el desmarque de Moha y Lupu le robó un balón para después armar rápido la pierna y obligar a Taliby a sacar las manos a relucir. Atrapó sin problemas el meta del cuadro mudéjar, pero Lupu dejaba ya una pequeña advertencia. 

El transcurrir de los minutos hizo que el protagonismo se trasladase de las bandas al centro del campo, pero aquí el CD Teruel también estaba fuerte. Tanto es así que en el minuto 27 Le Normand encontró el espacio tras una buena transición para sacar un disparo potente. Sin embargo, este le salió centrado y Royo, el meta visitante, capturó sin problemas, aunque asegurando su captura con la rodilla por detrás. 

El aluvión de ocasiones y la intensidad sobre el verde hacía pensar que el partido debía estar en los minutos finales, pero lo cierto es que todavía no se había llegado al minuto 30, algo que hacía ver que iba a ser un partido, cuanto menos, entretenido para el espectador. 

EL CD Teruel continuaba fuerte sobre el verde, pero un error de Iván López sembró el pánico, ya que acabó regalándole una ocasión a balón parado al equipo rival, su principal fuerte. López perdió el balón en zona defensiva y tuvo que hacer una falta en la frontal del área, que le costó la tarjeta amarilla, para evitar que el delantero rival se colase solo en el área de Taliby. Se olió el miedo en Teruel ante la opción de gol del equipo riojano, pero Taliby apaciguó de nuevo las aguas despejando el potente lanzamiento. 

Así las cosas el protagonismo regresó a Peru Ruiz, el nombre que más se escuchaba en la grada. Los balones le llegaban al ariete del cuadro mudéjar, él los peleaba, pero lo cierto es que no conseguía concretar. No todos los balones llegaban con gran claridad, pero alguno de ellos exigía como mínimo una mejor finalización. El delantero seguía intentándolo al tiempo que trataba de convivir en la línea de lo reglamentario y no caer en el fuera de juego. 

Al borde del descanso la UD Logroñés volvió a advertir a los locales con un disparo algo escorado en el costado izquierdo, pero Taliby detuvo de nuevo y ello no empañó el gran primer tiempo de los hombres de Unai Mendia, que, en lo moral, habían ganado el primer asalto sin opción a réplica. 

Tanto le había funcionado el once titular a Unai Mendia que en el segundo tiempo decidió mantenerlo todo sobre el verde. Lo mismo hizo la UD Logroñés, que seguía confiando en su apuesta inicial. 

Le Normand se encargó de continuar el guion de la primera mitad con un balón raso que habilitaba a Moha con peligro, aunque el fuera de juego truncó todo plan rojillo. Quizá por eso la UD Logroñés se encargó de castigarlo con una fea falta a la altura del tobillo en el momento en el que el centrocampista volvía a generar peligro con otro de sus pases de tiralíneas. En esta ocasión era Peru Ruiz el afortunado que recibía el caramelo de Le Normand, aunque el destino fue el mismo, pues el linier levantó el bandería para decretar un nuevo off-side.

En vista de lo visto, Miguel Flaño dejó de confiar tanto en su planteamiento inicial e introdujo un triple cambio para buscar la reacción de los suyos. Se marcharon Sarriegi, Álex Gualda y Mario Nájera, e ingresaron en el campo Jon Madrazo, Antonio Caballero y Álvaro Barrero, modificando así la delantera y la sala de máquinas. 

Mientras tanto, el CD Teruel no cambió su discurso. Ahora fue Serrano el que tomó el relevo para prodigarse por el costado izquierdo y poner un balón peligroso en el área al que no llegó Peru, pero que salió rechazado a los pies de Joel Febas. Este lo intentó en la segunda oportunidad, pero para cuando quiso desparar el meta rival ya estaba muy encima y se le hizo de noche. 

Las ocasiones se sucedían una tras otra, pero el CD Teruel no conseguía materializar, lo que levantaba la frustración en la grada, que veía como su equipo estaba siendo superior, pero no era capaz de conseguir lo único que valida todo esfuerzo en este deporte, el gol. 

Mendia lo sabía y por ello introdujo cambios con la intención de buscar dicho premio. En este sentido, dio entrada a Dani Cervera y Luis Alomar, y sentó a Joel Febas y Moha. Miguel Flaño aprovechó este momento para introducir un nuevo cambio, de manera que Ricardo de Moraes le dejó sus sitio en el costado derecho a Juan Agüero. 

Estos abrieron la ventana de cambios del CD Teruel, que continuó en el centro del campo, donde Mendia sustituyó a Miguel Marí y Theo Le Normand para dar entrada a Óscar Caro y Antón Fruniz. 

Los rojillos que partieron desde el banquillo entraron al campo con la misma intensidad que sus compañeros para mantener el dominio turolense, pero no conseguían paliar el principal problema por el que habían entrado al campo, la falta de gol, que a estas alturas del partido empezaba a ser un bien necesario para lograr la victoria, pues el choque se moría y, por fútbol, el equipo rojillo se lo merecía. 

Cuando quedaban cinco para el final volvió el miedo a Teruel cuando Antón Fruniz realizó una falta en el costado que volvía a poner el foco en la meta de Taliby. La defensa resolvió bien el compromiso despejando el balón a un córner que también generó miedo, pero que terminó igual. 

Tres minutos restaban y el CD Teruel quería su premio, pero también valoraba positivamente el empate ante uno de los equipos que se postula como uno de los principales candidatos al título y al ascenso, por lo que la intensidad se mantuvo, aunque sin arriesgar tanto. A todo esto Dufur fue el último hombre al que dio entrada Mendia, que sustituyó a Iván Serrano. 

Las últimas jugadas mantuvieron a los rojillos cerca del área rival, aunque los visitantes pudieron también hacer mucho daño, ya que los cambios les dieron vida, pero finalmente el partido se resolvió con el reparto de puntos en un choque en el que los de Teruel volvieron a ilusionar a su afición por su actitud y su fútbol. 

 

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