Villa conduce el balón ante la persecución de dos rivales en el partido que los enfrentó ante el Ibiza Islas Pitiusas. Javier Escriche
El CD Teruel gana en fiabilidad de cara a la recta final de la liga
Los rojillos dan muestras de ser un bloque más sólido que en el curso pasado
Este año sí. El Teruel parece haber ganado en fiabilidad, ya que, a diferencia de lo que ocurrió en la campaña pasada, este curso el conjunto rojillo parece no desgastarse de cara a la recta final, pues en lo que va de temporada únicamente probaron el sabor amargo de la derrota en una ocasión ante el filial del Espanyol. Un pequeño borrón en el historial que no mancha la gran temporada que están realizando. Algo que hace soñar con cosas grandes, aunque todavía quede mucho campeonato por delante.
La campaña pasada era la mejor temporada que se le recordaba al CD Teruel, sin embargo, en base a los datos de la que están disputando actualmente, aquella no era más que el germen de lo que estaba por venir. El año pasado el conjunto rojillo cuajó una buena actuación, llegando incluso a disputar los playoffs por el ascenso a la Primera RFEF, pero su juego fue más irregular durante toda la campaña y nunca llegaron a regentar la primera plaza con firmeza, ya que se la intercambiaron en varias ocasiones con sus perseguidores. Además, la jornada 23 supuso el principio de la degradación turolense. Aquel fin de semana los de Víctor Bravo cosecharon una dolorosa derrota ante el Ebro en el derbi turolense, ya que abrió una herida que no dejó de sangrar hasta el final de la temporada. A partir de ahí, en los doce partidos que les quedaban a los turolenses, cosecharon un total de cinco derrotas, cuatro empates y tan solo tres victorias, lo que les hizo bajarse de la primera plaza y pasar a ocupar la cuarta.
Una imagen que contrasta precisamente con la de la campaña actual, y es que, pese a que hace unas jornadas el Teruel dio algunas sensaciones de flaqueza al cosechar cuatro empates consecutivos, los rojillos supieron sobreponerse con tres victorias seguidas y lo cierto es que la sensación que transmite el equipo es de estar totalmente concentrados para poder sujetar el liderato y lograr cosas importantes. Además, si la campaña pasada la jornada 23 fue la que lanzó el maleficio sobre los turolenses y arrancó la mala racha rojilla, en la temporada actual esta jornada no pudo ir mejor, pues los de Víctor Bravo consiguieron batir al hueso más duro del archipiélago balear, el Ibiza I. Pitiusas, al que el año pasado no lograron vencer, por un resultado final de 1-0, en un partido en el que los turolenses mostraron sensaciones de equipo contundente, que no se va a desfondar en la recta final como ocurrió el curso pasado. En este sentido, los de Bravo tienen por delante tres partidos en los que, si mantienen este ritmo de juego, las estadísticas pronostican la victoria rojilla, ya que se enfrentará al Mallorca B, al Badalona y al Prat, tres equipos de la zona baja de la tabla que acumulan dinámicas peores que las de los turolenses.
Así pues, tanto las estadísticas cualitativas como las cuantitativas sitúan al Teruel en un gran estado de forma o incluso el mejor estado de forma de los rojillos hasta la fecha. La culpa de este éxito la tiene el actual entrenador, que ha sido capaz de sacarle rendimiento a todos sus jugadores, y la plantilla, que este año es mucho más completa y todos los hombres cobran importancia en los planes de Bravo.
Así pues, los hombres de Víctor Bravo deberán cuidarse correctamente para poder llegar todos en perfectas condiciones a la parte más dura de la competición, donde se decide todo, el tramo final.
La campaña pasada era la mejor temporada que se le recordaba al CD Teruel, sin embargo, en base a los datos de la que están disputando actualmente, aquella no era más que el germen de lo que estaba por venir. El año pasado el conjunto rojillo cuajó una buena actuación, llegando incluso a disputar los playoffs por el ascenso a la Primera RFEF, pero su juego fue más irregular durante toda la campaña y nunca llegaron a regentar la primera plaza con firmeza, ya que se la intercambiaron en varias ocasiones con sus perseguidores. Además, la jornada 23 supuso el principio de la degradación turolense. Aquel fin de semana los de Víctor Bravo cosecharon una dolorosa derrota ante el Ebro en el derbi turolense, ya que abrió una herida que no dejó de sangrar hasta el final de la temporada. A partir de ahí, en los doce partidos que les quedaban a los turolenses, cosecharon un total de cinco derrotas, cuatro empates y tan solo tres victorias, lo que les hizo bajarse de la primera plaza y pasar a ocupar la cuarta.
Una imagen que contrasta precisamente con la de la campaña actual, y es que, pese a que hace unas jornadas el Teruel dio algunas sensaciones de flaqueza al cosechar cuatro empates consecutivos, los rojillos supieron sobreponerse con tres victorias seguidas y lo cierto es que la sensación que transmite el equipo es de estar totalmente concentrados para poder sujetar el liderato y lograr cosas importantes. Además, si la campaña pasada la jornada 23 fue la que lanzó el maleficio sobre los turolenses y arrancó la mala racha rojilla, en la temporada actual esta jornada no pudo ir mejor, pues los de Víctor Bravo consiguieron batir al hueso más duro del archipiélago balear, el Ibiza I. Pitiusas, al que el año pasado no lograron vencer, por un resultado final de 1-0, en un partido en el que los turolenses mostraron sensaciones de equipo contundente, que no se va a desfondar en la recta final como ocurrió el curso pasado. En este sentido, los de Bravo tienen por delante tres partidos en los que, si mantienen este ritmo de juego, las estadísticas pronostican la victoria rojilla, ya que se enfrentará al Mallorca B, al Badalona y al Prat, tres equipos de la zona baja de la tabla que acumulan dinámicas peores que las de los turolenses.
Así pues, tanto las estadísticas cualitativas como las cuantitativas sitúan al Teruel en un gran estado de forma o incluso el mejor estado de forma de los rojillos hasta la fecha. La culpa de este éxito la tiene el actual entrenador, que ha sido capaz de sacarle rendimiento a todos sus jugadores, y la plantilla, que este año es mucho más completa y todos los hombres cobran importancia en los planes de Bravo.
La única amenaza
En base a la tendencia ascendente que está llevando a cabo el CD Teruel y cada vez lo acerca más a lograr cosas importantes en la competición, la única amenaza que tiene el conjunto rojillo y que podría apartarlo de pretensiones más ambiciosas es el tema de las lesiones. Por ahora, esto no ha supuesto un achaque grave para el club turolense, ya que, pese a tener alguna que otra lesión en sus filas, no han sido demasiadas en número y han podido suplirlas perfectamente con el gran fondo de armario que ostentan. De hecho, actualmente están en la enfermería Carbonell y Julen, dos hombres importantes para Bravo, pero, por el momento, no han tenido que lamentar sus bajas.Así pues, los hombres de Víctor Bravo deberán cuidarse correctamente para poder llegar todos en perfectas condiciones a la parte más dura de la competición, donde se decide todo, el tramo final.
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