Alba Bautista, gimnasta olímpica turolense: “La gimnasia rítmica es un equilibrio perfecto entre el deporte y el arte”

“Cumplo un sueño”. Tres palabras, un resumen certero y sencillo de lo que para la gimnasta Alba Bautista supone participar por vez primera en unos Juegos Olímpicos representando al equipo español de Rítmica. “Es el mejor momento de mi vida, de mi carrera deportiva. Voy a disfrutarlo y a esforzarme al límite”.

-Hace unos días calificaba su estado de forma exactamente a un 87 por ciento. Ahora, a días para ir a París, ¿cómo lo evalúa?

-Al 97 por ciento.

-¿Dónde está ese tres por ciento que resta?

-Todavía hay alguna pequeña cosa que hay que mejorar. En ganas, actitud y fuerza, seguro que no. Pero hay que pulir todavía algunos detalles de algún ejercicio que no están todavía perfectos, como siento que deben estar.

-¿Cuestiones de ajuste fino, técnicas?

-De orfebrería, totalmente. Como dice mi entrenadora, llevamos un ejercicio perfecto. Y tiene que salir a la perfección.

-Ahora es el momento de afinar la ejecución. ¿Cuál es el proceso para llegar a esta fase?

-La gimnasia rítmica es un equilibrio completo y muy definido entre muchas disciplinas. Lo primero, estamos hablando de deporte, y de arte. Absolutamente todo, la música, la expresión corporal, la técnica de los ejercicios, los uniformes, el peinado y el maquillaje... Lo tenemos completamente medido, ajustado y preparado al milímetro, coordinado y en concordancia. Hay un proceso creativo de muchos meses, en los que empiezas un poco dejándote llevar por el instinto, la inspiración, lo que quieres expresar. Luego llega el momento del trabajo en equipo, con técnicos, ayudantes... Ahora es el momento de la técnica pura y dura. Yo concentrada en el ejercicio y los detalles al milímetro y bajo control.

-Ensayo para evitar el error.

-Sobre todo, repetición. El ejercicio que se ve en la ejecución que hago en cada competición lo llevo repitiendo horas y horas todos los días. Diez, once, doce veces cada ejercicio, cada día. Y luego, repeticiones y series específicas para algunas partes de cada ejercicio que no están saliendo a la perfección. Es el modo de mejorar.

-Lleva varios meses consecutivos de competiciones a nivel nacional e internacional antes de los juegos. ¿Mira las propuestas de las otras gimnastas?

-En absoluto. Vamos totalmente a lo nuestro. Nunca está mal fijarse en las rivales, tienen todas un nivel altísimo. Pero ahora mismo los ajustes son míos, para completar las rutinas y que esté todo completamente redondo para el día más importante, el de la competición en los Juegos.

-¿Cómo es el día a día estas jornadas previas a los Juegos?

-Ahora mismo, de entrenamiento puro y duro ya no son tantas horas como hace meses. El trabajo físico duro y sucio, el de horas para coger la forma, ya lo hemos pasado, y está siendo de no tanta cantidad de tiempo, pero sí mucho más exigente, de calidad. Ahora estamos en el momento de la perfección en la ejecución. Físicamente estamos perfectas, y nos toca que la ejecución esté a ese mismo nivel.

-¿Cómo se cuida y se conserva ese óptimo estado de forma?

-Ahora se trata de mantenerme. Y de dejarme ayudar por el equipo. Fisios, nutrición... Todo lo llevamos a rajatabla y enfocado al máximo nivel. Todos los días rellenamos cuestionarios para ver cómo estamos, cómo nos encontramos. Cuidamos todo al detalle, porque todo influye y todo ayuda.

-Esto es, entrena unas horas determinadas, pero se prepara las 24 horas del día.

-Totalmente. Si no descanso, no puedo entrenar bien al día siguiente. En este momento no queda nada para los Juegos, y hay que estar en perfecto estado al mínimo detalle. Cuidado al minuto y en todo lo que hacemos.

-¿En una burbuja?

-Para nada. Siempre se dice que la preparación para unos Juegos es supercompleja, difícil y en aislamiento. Yo tengo que decir que me lo estoy pasando muy bien. Estoy sacando tiempo para todo. Tengo tiempo para mí, para evadirme, para salir, sé cuándo tengo que concentrarme, que rendir. Tengo que tener tiempo para la distracción, porque lo más importante es lo que viene en tres semanas en París, pero estar constantemente pensando en ello y sin desconectar pasa factura. Yo quiero ser feliz, y tengo que ser feliz también para rendir al máximo nivel, porque desde luego no voy a los Juegos a pasar el rato.

-¿Objetivo diploma?

-Absolutamente. Mi deporte es individual, tenemos ya todas las referencias de las rivales, hemos conseguido ya notas y resultados para estar en ese nivel. Para eso hemos competido tanto, y para los Juegos se trata de hacer mis cuatro ejercicios bien, como lo intento hacer hasta ahora. Si Dios quiere y lo hago así, creo que estaré en la final olímpica. Voy a lo mío, y a disfrutarlo.

-¿Cómo es el ambiente en la concentración de la Selección?

-Son mis hermanas. Es mi familia aquí en Madrid. Estoy deseando que claven sus ejercicios, y que obtengan el mejor resultado posible. Siempre me acerco a mis compañeras antes de sus ejercicios para decirles “chicas, sois las mejores, somos las mejores”. Somos todas un equipo, estamos todas a una y entrenamos tanto tiempo juntas que vamos a lo mismo y a por todas, a por lo máximo en cada competición.