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Aitor Embela, hijo del exdelantero del CD Teruel, triunfa en la Copa de África Aitor Embela, hijo del exdelantero del CD Teruel, triunfa en la Copa de África
Aitor Embela, durante uno de los entrenamientos previos al inicio de la Copa de África

Aitor Embela, hijo del exdelantero del CD Teruel, triunfa en la Copa de África

El portero forma parte del equipo de Guinea Ecuatorial, que está siendo la revelación del torneo
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Javier Gascó
Hubo una época en la que el apellido Embela sonaba con fuerza en Teruel. Pinilla vibró, en dos etapas distintas, con los goles de uno de sus delanteros más míticos, José Manuel Embela, que en la temporada 2012-2013 también pasó por el banquillo rojillo como entrenador. Ahora, es su hijo, Aitor Embela, el que continúa el legado de los Embela y lo hace defendiendo la portería de la selección de moda,  Guinea Ecuatorial, que este pasado lunes consiguió clasificarse para los octavos de final de la Copa de África de Naciones, tras golear a la anfitriona, Costa de Marfil. 

Nueve años después de su primera convocatoria con la Nzalang -apodo que recibe el combinado ecuatoguineano-, Aitor Embela forma parte de una plantilla que está haciendo historia. El hijo del exdelantero rojillo es el tercer portero del combinado dirigido por Juan Michá y aunque todavía no ha debutado en esta Copa de África defiende con orgullo los colores de la bandera de su abuelo paterno: “Es un orgullo y un honor para mí poder representar al país de mis raíces. Aunque lleve nueve años haciéndolo siempre hay una sensación de gratitud como la primera vez. Mi abuelo paterno era de Guinea Ecuatorial y le estamos muy agradecidos”.

Los orígenes

La familia Embela siempre ha estado muy ligada al fútbol. José Manuel comenta     que su padre fue futbolista, pero sobre todo futbolero, ya que siguió muy de cerca la carrera de su hijo y de sus nietos: “Fue el mayor fan. No se perdía ni un partido del CD Teruel cuando yo jugaba allí. Para él era todo un orgullo ver a su nieto jugar con Guinea Ecuatorial”.

Con esa misma pasión, José Manuel Embela educó a su hijo Aitor para que se hiciese un hueco en el mundo del balompié. El portero, que actualmente juega en el CD Soneja de Castellón, tuvo como referente a su padre, a pesar de jugar en demarcaciones muy distintas dentro del terreno de juego. “Mi padre siempre me cuenta que cuando él era jugador eran otros tiempos y que ahora tenemos mucha mas información a nuestra disposición y estamos más preparados. Como entrenador, tuve el honor de tenerle una temporada y lo considero un grandísimo referente, el mejor que he tenido”, confiesa un Aitor al que no le importaría ser el tercer Embela, tras su padre y su tío, Gustavo Embela, en vestir la camiseta del CD Teruel, según explica su propio padre.

La cercanía, la clave del éxito

Por el momento, el guardameta de 27 años disfruta del sueño en el que se encuentra inmerso con una selección de Guinea Ecuatorial que se está convirtiendo en la revelación del torneo más importante del continente africano. Con dos victorias y un empate en la fase de grupos, el combinado ecuatoguineano certificó su clasificación a los octavos de final como primero de grupo, por delante de selecciones como Nigeria, Costa de Marfil o Guinea-Bisáu.

El pequeño de los Embela cree que la cercanía que se respira en un vestuario plagado de jugadores no profesionales que militan en categorías modestas del fútbol español es una de las claves del éxito que está teniendo la selección: “La relación es muy cercana. De hecho, nos consideramos una familia. El grupo humano es espectacular”.

El mejor ejemplo de ello son las icónicas celebraciones que está dejando la Nzalang durante esta primera mitad de competición. Los bailes y el buen ambiente reinan en una plantilla que desde antes de comenzar el torneo ya sabía cuál debía ser el objetivo: “Siempre queremos dejarlo todo en el campo, sea cual sea el resultado, para irnos satisfechos con nosotros y con nuestra afición”.
Por el momento, Aitor Embela y compañía están cumpliendo con nota. A miles de kilómetros de Costa de Marfil, donde está teniendo lugar la competición, se celebran los goles del equipo entrenado por Juan Michá. “Lo vivimos como si estuviéramos allí”, explica un José Manuel Embela, que en su día ilusionó a la afición turolense con sus goles, pero que ahora vive con ilusión cada una de las paradas de su hijo con los colores de la Guinea Ecuatorial de sus orígenes

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