Aharón Gámiz, en el centro de la pista de Los Planos, rememora los buenos momentos vividos con el club naranja. Edu Guillén
ADIÓS CAPITÁN
El Pamesa Teruel Voleibol se despide de su líder y del que es el último jugador campeón de liga
¿Y ahora quién va a dirigir al equipo en la pista? ¿Y ahora quién va a levantar las pelotas en Teruel? La figura que cumplía dichos roles, es decir, Aharón Gámiz, se marcha y deja un vacío muy importante no solo en el corazón de los aficionados del Pamesa Teruel, sino también en la plantilla, pues, durante su ciclo como naranja, Gámiz demostró, partido tras partido, su valía, lo que lo ha llevado a erigirse como uno de los mejores líberos, si no el mejor, de la Superliga. De esta manera, Aharón deja el listón muy alto para el próximo líbero que aterrice en la entidad que preside Carlos Ranera.
El pasado martes fue un día cargado de emoción para toda la familia naranja, ya que Aharón hizo oficial su decisión de marcharse del club. Una emoción que también estuvo presente el día en que llegó por allá por el verano de 2018, aunque en aquel momento por circunstancias completamente contrarias e incluso indeseadas. Unas circunstancias con las que Gámiz tuvo que lidiar.
En aquel entonces el club acababa de recibir un duro revés tras el fallecimiento de Vinicius Noronha Da Silva a sus 26 años de edad por muerte súbita. El líbero brasileño, como ocurre con Aharón ahora, se había hecho con el corazón de los aficionados por su carisma y por su gran rendimiento en la pista, de hecho Vinicius venía de lograr los tres títulos del voleibol nacional, es decir Superliga, Copa del Rey y Supercopa, de manera que el listón estaba por las nubes.
No obstante, ante esta situación, y con todo el respeto del mundo, Aharón Gámiz, quien tenía prácticamente apalabrado su fichaje con Soria, se creció y quiso afrontar el reto de estar a la altura de la figura brasileña. Así pues, con permiso del equipo soriano, el catalán acabó recalando en la entidad naranja.
Con este contexto, el primer partido de Gámiz no iba a ser fácil o por lo menos el primero oficial, porque primeramente disputó un partido amistoso ante precisamente el que en un principio iba a ser su equipo si no se hubiera producido el fallecimiento de Vini, es decir el, en aquel entonces, Río Duero Soria, que sirvió como presentación del Pamesa Teruel para la temporada 2018-2019. Aquel encuentro resultó sencillo y los naranjas se llevaron el triunfo sin demasiados agobios, pero su primer partido oficial fue otro cantar, y es que a la presión que ya tenía por respetar la memoria del líbero brasileño y estar a su altura, se le sumó el hecho de estrenarse en la Supercopa de España en la que los naranjas se verían las caras nada más y nada menos que ante su principal rival, el Unicaja. En definitiva, la sombra de un gran líbero, el peso de la camiseta del Teruel y una de las tres coronas del voleibol nacional fueron los ingredientes con los que contó Gámiz en su primer partido como naranja.
Una situación que podría achantar a cualquiera, pero a Gámiz no. El catalán fue a por todas desde el principio, lo que da buena cuenta de la ambición y la convicción del jugador, y poco a poco fue destapando su tarro de esencias para ayudar al equipo a conseguir el primer título de la 2018-2019 y su primer título con la camiseta de la entidad de la capital Mudéjar. El primer entorchado de muchos. Precisamente en aquella temporada Gámiz levantaría un trofeo más, el de la Superliga, después de vencer también al Unicaja. Sin embargo, los almerienses se cobraron su particular venganza en la Copa del Rey, donde otro clásico del voleibol fue el escenario de la gran final, y es que dicha final cayó del lado de los andaluces.
Aquella Superliga fue la séptima y la última que ha conseguido el Pamesa Teruel, por lo que Aharón Gámiz, que era el más veterano, fue el último jugador naranja en levantar dicho título.
Con aquellas actuaciones, y las venideras, Gámiz se ganó el cariño de los turolenses y les devolvió la alegría. Una alegría de la que también sería partícipe Vinicius desde allá desde donde estuviera al ver que el testigo de líbero del Pamesa Teruel, CVâÂÂTeruel entonces, había caído en buenas manos.
En la temporada siguiente, la 2019-2020, el Covid azotó al mundo y convirtió aquel año en algo extraño, no obstante, los turolenses y Aharón Gámiz pudieron levantar la Supercopa de España y la Copa del Rey, venciendo en ambos casos al Unicaja.
En la siguiente campaña las cosas serían aún más complicadas y los turolenses solo pudieron levantar la Supercopa de España, venciendo de nuevo al Unicaja. A partir de ahí comenzó el declive de la entidad naranja. Muchos jugadores importantes se marcharon en busca de nuevos retos, otros, por su parte, como es el caso de Aharón Gámiz, decidieron quedarse para tratar de sacar a flote a un club que se deterioraba temporada tras temporada. Así pues, el catalán decidió tomar las riendas del equipo y, por momentos, logró recuperar la ilusión, pero lo cierto es que nada llegó a ser lo que era.
Ahora, Aharón Gámiz decide tomar el camino que eligieron muchos de sus excompañeros antes y se lanza a la búsqueda de nuevos retos, mientras que la familia naranja se despide del último jugador campeón de liga.
El pasado martes fue un día cargado de emoción para toda la familia naranja, ya que Aharón hizo oficial su decisión de marcharse del club. Una emoción que también estuvo presente el día en que llegó por allá por el verano de 2018, aunque en aquel momento por circunstancias completamente contrarias e incluso indeseadas. Unas circunstancias con las que Gámiz tuvo que lidiar.
En aquel entonces el club acababa de recibir un duro revés tras el fallecimiento de Vinicius Noronha Da Silva a sus 26 años de edad por muerte súbita. El líbero brasileño, como ocurre con Aharón ahora, se había hecho con el corazón de los aficionados por su carisma y por su gran rendimiento en la pista, de hecho Vinicius venía de lograr los tres títulos del voleibol nacional, es decir Superliga, Copa del Rey y Supercopa, de manera que el listón estaba por las nubes.
No obstante, ante esta situación, y con todo el respeto del mundo, Aharón Gámiz, quien tenía prácticamente apalabrado su fichaje con Soria, se creció y quiso afrontar el reto de estar a la altura de la figura brasileña. Así pues, con permiso del equipo soriano, el catalán acabó recalando en la entidad naranja.
Con este contexto, el primer partido de Gámiz no iba a ser fácil o por lo menos el primero oficial, porque primeramente disputó un partido amistoso ante precisamente el que en un principio iba a ser su equipo si no se hubiera producido el fallecimiento de Vini, es decir el, en aquel entonces, Río Duero Soria, que sirvió como presentación del Pamesa Teruel para la temporada 2018-2019. Aquel encuentro resultó sencillo y los naranjas se llevaron el triunfo sin demasiados agobios, pero su primer partido oficial fue otro cantar, y es que a la presión que ya tenía por respetar la memoria del líbero brasileño y estar a su altura, se le sumó el hecho de estrenarse en la Supercopa de España en la que los naranjas se verían las caras nada más y nada menos que ante su principal rival, el Unicaja. En definitiva, la sombra de un gran líbero, el peso de la camiseta del Teruel y una de las tres coronas del voleibol nacional fueron los ingredientes con los que contó Gámiz en su primer partido como naranja.
Una situación que podría achantar a cualquiera, pero a Gámiz no. El catalán fue a por todas desde el principio, lo que da buena cuenta de la ambición y la convicción del jugador, y poco a poco fue destapando su tarro de esencias para ayudar al equipo a conseguir el primer título de la 2018-2019 y su primer título con la camiseta de la entidad de la capital Mudéjar. El primer entorchado de muchos. Precisamente en aquella temporada Gámiz levantaría un trofeo más, el de la Superliga, después de vencer también al Unicaja. Sin embargo, los almerienses se cobraron su particular venganza en la Copa del Rey, donde otro clásico del voleibol fue el escenario de la gran final, y es que dicha final cayó del lado de los andaluces.
Aquella Superliga fue la séptima y la última que ha conseguido el Pamesa Teruel, por lo que Aharón Gámiz, que era el más veterano, fue el último jugador naranja en levantar dicho título.
Con aquellas actuaciones, y las venideras, Gámiz se ganó el cariño de los turolenses y les devolvió la alegría. Una alegría de la que también sería partícipe Vinicius desde allá desde donde estuviera al ver que el testigo de líbero del Pamesa Teruel, CVâÂÂTeruel entonces, había caído en buenas manos.
En la temporada siguiente, la 2019-2020, el Covid azotó al mundo y convirtió aquel año en algo extraño, no obstante, los turolenses y Aharón Gámiz pudieron levantar la Supercopa de España y la Copa del Rey, venciendo en ambos casos al Unicaja.
En la siguiente campaña las cosas serían aún más complicadas y los turolenses solo pudieron levantar la Supercopa de España, venciendo de nuevo al Unicaja. A partir de ahí comenzó el declive de la entidad naranja. Muchos jugadores importantes se marcharon en busca de nuevos retos, otros, por su parte, como es el caso de Aharón Gámiz, decidieron quedarse para tratar de sacar a flote a un club que se deterioraba temporada tras temporada. Así pues, el catalán decidió tomar las riendas del equipo y, por momentos, logró recuperar la ilusión, pero lo cierto es que nada llegó a ser lo que era.
Ahora, Aharón Gámiz decide tomar el camino que eligieron muchos de sus excompañeros antes y se lanza a la búsqueda de nuevos retos, mientras que la familia naranja se despide del último jugador campeón de liga.
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