Síguenos
Turia presenta su homenaje a José Verón Gormaz en Calatayud el próximo 21 de noviembre Turia presenta su homenaje a José Verón Gormaz en Calatayud el próximo 21 de noviembre
José Verón Gormaz

Turia presenta su homenaje a José Verón Gormaz en Calatayud el próximo 21 de noviembre

Manuel Rico dará a conocer la publicación el próximo jueves en el Aula Cultural San Benito de Calatayud
banner click 236 banner 236

El escritor y crítico literario Manuel Rico será el encargado de presentar el número especial que la revista cultural Turia ha elaborado en homenaje al autor bilbilitano José Verón Gormaz. El acto público tendrá lugar en Calatayud, en el Aula cultural San Benito, el próximo jueves 21 de noviembre y a las 19 hoeas Con esta iniciativa, la publicación quiere contribuir al fomento de la lectura de la obra de este polifacético creador cuando se cumplen tres años de su muerte.

Este reconocimiento colectivo de la valía de José Verón Gormaz pretende reivindicar tanto su protagonismo en la poesía española, como la singularidad y el mérito indiscutible que ofrece el conjunto de su amplia obra. Buena prueba de ello es que, en el monográfico que le dedica la revista participan un total de 14 autores y especialistas que, coordinados por Javier Barreiro, gran estudioso y buen amigo de Verón, publican cerca de 150 páginas de textos originales sobre la rica y diversa labor de este autor que hizo de Calatayud su epicentro vital, llegando ser su cronista oficial.

Además, Turia da a conocer material inédito del propio Verón Gormaz: adelanta seis poemas originales que formarán parte de un libro póstumo de próxima edición. En suma, la revista ofrece un conjunto de artículos y testimonios que brindan al lector una aproximación completa, rigurosa y atractiva sobre uno de los escritores aragoneses de mayor prestigio y aprecio en su tierra. Buena prueba de ello son los numerosos y destacados premios y galardones que obtuvo a lo largo de su trayectoria: Premio de las Letras Aragonesas y Medalla de oro de las Cortes de Aragón, por citar dos de los más relevantes.

Es importante resaltar que, el monográfico sobre José Verón Gormaz en Turia, recoge en sus páginas la colaboración tanto de nuevos estudiosos como de reconocidos expertos en su labor literaria, periodística y fotográfica, así como aporta revelaciones y análisis realizados por amigos y familiares. Gracias a ese conjunto de aproximaciones, se ofrece una imagen muy completa y plural de un autor que siempre entendió la vida como una experiencia poética, fuera cual fuera el formato que cultivó.

La revista cumple de esta forma un doble objetivo con su homenaje a José Verón Gormaz: en primer lugar, certifica la valía de su obra entre quienes llevan tiempo apreciándola. Por otra parte, y como segunda línea de trabajo, el monográfico invita a descubrir su creatividad entre aquellos que no la conocieran. Igualmente, reivindica su interés entre quienes se asoman a ella por primera vez, sobre todo fuera de Aragón, dada la difusión nacional e internacional de la revista como publicación de referencia cultural en español.

José Verón Gormaz, la vida como experiencia poética

El monográfico sobre José Verón Gormaz (Calatayud, Zaragoza, 1946-2021), se inicia con un artículo clarificador y exhaustivo elaborado por Ana Belén Rubio Fernández. En él se nos describe al creador bilbilitano como uno de esos seres “que pertenecen al ámbito de lo poético, ese lugar donde surge el impulso de indagar en los fenómenos ocultos del universo y de expresar la experiencia más íntima a través de poemas o de fotografías. Si tuviera que elegir una palabra que sirviera para nombrar lo esencial de la identidad de este autor, sería la de ‘poeta’, porque más allá de sus palabras que narran, de sus fotografías que hablan o de sus versos que trascienden, la poesía brota de lo más profundo de su ser y se imprime mágicamente en cada una de sus obras, materializándose en diferentes formatos artísticos. Y es que la poesía es inherente a José Verón, indisoluble a su esencia y su sello indiscutible, nace de su espíritu y se renueva sorprendentemente en cada una de sus manifestaciones artísticas”.

También se nos recuerda, en este texto que abre el Cartapacio que Turia dedica a Verón, que “estudió Ingeniería Agrícola y Administración y Planificación de Empresas con el objetivo de administrar los viveros familiares. Sin embargo, el destino le depararía otros caminos muy alejados de aquellos a los que parecía estar abocado inicialmente. Transitó la poesía, el ensayo, la crítica literaria, la fotografía, la narración y el periodismo, y fue Cronista Oficial de Calatayud, la ciudad que lo vio nacer y que lo nombró Hijo Predilecto en 2006. Miembro de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, Consejero y Vicepresidente del Centro de Estudios Bilbilitanos y socio de honor de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza, obtuvo el título EFIAP (Excelencia de la Federación Internacional de Arte Fotográfico) y recibió numerosísimos y prestigiosos premios -más de 300- a lo largo de su trayectoria profesional, sobre todo por su labor fotográfica y literaria”.

A continuación, Ana Belén Rubio analiza en la revista las claves de su labor fotográfica, poética y narradora, “tres expresiones artísticas a las que dedicó gran parte de su vida y trayectoria profesional”. Respecto a las fotografías de Verón, se las describe como “auténticas narraciones” y se nos asegura que en cada una de ellas cuenta “una historia que conmueve y traslada al espectador al lugar y momento justo de la toma”. Además de analizar los principales libros que jalonan su obra poética, y citando al propio José Verón Gormaz, se afirma que “la fotografía y la poesía son formas de expresión en cierto modo cercanas” y se califica al autor como “un poeta que hace fotografías”.

Una obra teñida de cosmopolitismo aunque sin abandonar las raíces

Manuel Rico, autor de uno de los trabajos centrales del monográfico y crítico literario de El País, subraya en Turia que “el factor que aporta una muy especial singularidad a la obra de Verón es su permanencia en una ciudad alejada de los centros neurálgicos de la literatura en castellano de la época: Madrid o Barcelona. Desarrolló toda su trayectoria en Aragón y, salvo puntuales salidas, lo hizo afincado y arraigado en Calatayud. Y si convencionalmente asociamos el aislamiento en la provincia con una poesía de horizontes limitados, inmerso en la tradición, incluso en un cierto ruralismo, en el caso de Verón, su mirada a otras literaturas y la sintonía con lo que se llamó en España ‘Generación del lenguaje’, lo sitúa en una zona de intersección, con una obra teñida de cosmopolitismo aunque sin abandonar las raíces, su relación con los paisajes y escenarios más próximos”.

Según afirma Rico, también presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España, José Verón Gormaz fue un “poeta consciente de la contemporaneidad y de las corrientes de fondo que caracterizaban la poesía española, cuidó, a lo largo de su obra, compuesta de una treintena de poemarios, su independencia y su vocación de singularidad dando lugar a una poesía que no se parece a ninguna otra y en la que la reflexión sobre la propia materia poética es un vector esencial”.

"Fue un oráculo y tenía un sentido del humor inmenso"

Especialmente valiosos son los testimonios que aportan a Turia los familiares de Verón. Así, su hijo José Juan Verón Lassa, Director del Grado de Periodismo en la Universidad San Jorge, nos dirá que “José Verón fue un oráculo para todos los que tuvimos la suerte de estar cerca de él en algún momento. Un oráculo que, sin dar consejos, ayudaba a tomar decisiones y a crecer en lo más profundo de cada persona”. Afirma también en su texto que “hoy sabemos, leyendo sus poemas, que la angustia, el miedo y el desasosiego por el paso de un tiempo que sabía que sería corto, estaban en lo más profundo de él. Pero siempre fue una persona que se preocupó más por el cómo estaban los que habitaban en su alrededor que de su propio y profundo mal”. Y subraya, por último, uno de los rasgos de su personalidad: “Se argumenta en muchas ocasiones que el humor es un arma poderosa que ayuda a las personas a sobrellevar situaciones duras. José Verón bien pudo hacer uso de esa herramienta, pues tenía un sentido del humor inmenso, que le permitía reírse de todo, eso sí, siempre con delicadeza y con un sentido crítico. Se podía saber fácilmente si se encontraba cómodo en una situación, pues ahí era donde daba libertad a ese torrente de agudeza e ingenio”.

En el artículo José Verón, un erudito (no solo) musical, su hermano Juan Verón Gormaz lo describe como un “melómano versado en casi todos los géneros musicales, oyente como pocos, Pepe era un gran entendido en música, sobre todo en la que yo definiría como ‘música culta o inteligente’, por la que mostraba mayor interés y conocimiento”.

Por su parte, el escritor José Luis Gracia Mosteo describe certeramente en su artículo a José Verón como un “escritor con oído”. Y lo justifica argumentando que “sabía disponer el sujeto, el verbo y los complementos en el lugar adecuado para que su mensaje fuera recibido con buena disposición. Sabía, asimismo, elegir la palabra adecuada, disponer el acento si se trataba de poesía, jugar con las sílabas breves y largas de manera que sus poemas estuvieran dispuestos en ritmos ascendentes o descendentes, según el tema; colocaba las sílabas tónicas y átonas con habilidad magnífica; entregaba, a menudo, acentos extrarrítmicos, ademas del final, regalando cadencias deliciosas”.

En opinión de Manuel Micheto, y así titula su artículo en Turia, Verón era “el poeta de al luz”. De ahí que sus obras fotográficas tuvieran “algo de mágico, una sensación visual muy sugerente y que atrapaba al espectador desde el primer momento”. Era, sin duda, un “creador de fotopoemas”. Y no sólo eso, fue también “un verdadero humanista en pleno siglo XXI”

Para José Luis Melero, “hablar de Pepe Verón es recordar su culto a la amistad”. Y a elogiar esa amabilidad y cariño dedica su texto en Turia. En él, además de aportar su testimonio y de otras personas vinculadas al escritor de Calatayud, concluye afirmando que “Verón fue uno de esos amigos que dejan huella para siempre. Pocos son recordados por tantos con igual devoción y nostalgia. Porque sus amigos tuvimos la suerte de conocerle y de quererle y ese privilegio nos acompañará toda la vida”.

Otros artículos, que complementan la aproximación de Turia a José Verón Gormaz y su obra son los de Joaquín Sánchez Vallés (Un optimismo triste: la poesía de José Verón Gormaz), Manuel Martínez-Forega (José Verón Gormaz: un proteísmo crítico, un criticismo proteico), Antón Castro (La pasión por el cine o los miércoles de fantasía), Emiliano Coello Gutiérrez (En torno a la poesía de José Verón Gormaz, 1980-2023: algunas claves), José Ramón Olalla Celma (Pepe Verón y Calatayud), Trinidad Ruiz Marcellán (No el temor, sino el tiempo), Miguel Ángel Yusta (José Verón Gormaz y la jota) y José Juan Verón (Biocronología de José Verón Gormaz).

De singular relevancia es el material inédito, y ya póstumo, del propio José Verón Gormaz que publica Turia. Se trata de seis poema originales del libro Manual de incertidumbre, que será publicado en un futuro próximo por la editorial Olifante.

Un sumario repleto de textos y autores de interés

Además del cuidado monográfico dedicado a José Verón Gormaz, el nuevo número de Turia brinda un sumario repleto de lecturas y autores de interés. Así, la revista publica textos originales sobre grandes escritores. Por ejemplo, contiene artículos sobre Jon Fosse, Premio Nobel de Literatura, y sobre Rafael Cadenas, Premio Cervantes, elaborados respectivamente por Silvia Bardelás y Antonio López Ortega. Y también publica un sugerente artículo de Antonio Rivero Taravillo sobre dos grandes autores de las letras españolas del siglo XX: “Antonio Machado y Luis Cernuda: divergencias y confluencias”.

Además, la publicación da conocer un avance de las nuevas novelas de la escritora polaca Olga Tokarczuk, Premio Nobel de Literatura, y de Luis Mateo Díez, Premio Cervantes. Completan el apartado que Turia dedica a la creación narrativa, textos inéditos de Elvira Navarro, Julio José Ordovás, Ricardo Ramos Rodríguez, Patricia de Blas Gasca y José Baldó.

A subrayar también la amplia nómina de poetas que colaboran en esta entrega con textos inéditos. Una diversidad que acredita el permanente mestizaje generacional y estético que practica la revista. Gracias a ese trabajo abierto, plural e integrador, es posible leer versos originales de poetas de contrastada trayectoria como Javier Lostalé o Andrés Neuman, junto a una amplia muestra de voces emergentes.

En la sección que se denomina Pensamiento, se da a conocer las claves que conforman la trayectoria y la obra del ensayista neerlandés Rob Riemen (Países Bajos, 1962), uno de los intelectuales más sobresalientes de la Europa actual. En sus obras, defiende la tesis de que hay que rescatar los valores humanitarios clásicos y, también, que sólo desde la educación y esos valores puede hacerse frente al avance de las ideas totalitarias.

Los lectores del nuevo número de la revista podrán disfrutar de dos entrevistas a fondo con protagonistas de indiscutible atractivo: la escritora uruguaya y Premio Cervantes Ida Vitale y el filósofo español Fernando Savater. Vitale, con 101 años recién cumplidos, es una verdadera leyenda viva de la literatura latinoamericana. En una entrevista que no tiene desperdicio, nos dirá: “tendríamos que repensar la idea de progreso”. Por su parte, la conversación con Savater siempre brinda titulares. Buena prueba de ello es cuando asegura que “en España la adscripción política es siempre como un rótulo”. También resulta contundente cuando afirma: “me indigna que se le dé la vuelta al sentido común para contentar a los que no lo tienen”.

Mención destacada merece también el artículo que protagoniza la sección que se denomina Sobre Aragón. En él, Javier Hernández Ruiz publica la primera entrega de una serie sobre Celtiberia y su legado literario. No menos atractivo presenta la sección Cuadernos Turolenses. En ella, la revista ofrece la segunda y última entrega de una serie elaborada por el historiador Gaudioso Sánchez Brun, dedicada a divulgar un episodio de nuestra historia reciente: La Transición en la provincia de Teruel (1975-1983).

Completan el sumario, las secciones La isla y La Torre de Babel (una cuidada y amplia sección de crítica de libros, en la que se analizan las más interesantes novedades editoriales en el ámbito de la narrativa, el ensayo y la poesía). La portada e ilustraciones interiores de esta nueva entrega de Turia corren a cargo de David Sancho, ilustrador turolense radicado en Barcelona y uno de nuestros jóvenes artistas gráficos con mayor proyección al haber ganado, el pasado año, el Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac- Salamandra Graphic.

Turia es una revista que tiene una edición en papel de periodicidad cuatrimestral y otra digital (web y Facebook) de difusión diaria. Fue fundada en Teruel en 1983, su distribución es nacional e internacional por suscripción y está considerada como una de las publicaciones periódicas de referencia en el ámbito cultural. Está editada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel, y cuenta con el apoyo de la Caja Rural de Teruel, del Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. Este número especial sobre José Verón Gormaz ha sido posible gracias a la financiación del Ayuntamiento de Calatayud.

Poema inédito de José Verón Gormaz

Turia uno de los poemas inéditos de José Verón Gormaz que publica Turia. Sin duda, resulta muy representativo de su visión del mundo y confirma su condición de autor poseedor de un mundo propio más allá de las modas.

Caminando

Al contemplar las huellas de tus pasos

disueltas en las aguas de los días,

vuelves tus ojos hacia la distancia

que luego ha de venir como recuerdo.

 

Y sabes que el retorno es imposible

y el camino de ida es muy oscuro,

y piensas sin pensar.

 

Tu vida es un manual de incertidumbre.

El redactor recomienda