Teresa Fabregat y José Antonio Córdoba funden joyería y forja en hierro en ‘Contrastes’

La orfebrería y el trabajo del herrero se dan la mano en Contrastes, una exposición que reúne piezas de joyería de Teresa Fabregat y esculturas en forja de hierro de José Antonio Córdoba.

Dieciocho creaciones de las que pueden verse en el Claustro del Obispado de Teruel, hasta el próximo 7 de noviembre, dialogan en el mismo idioma pero desde diferentes naturalezas. Córdoba ha elegido cinco creaciones de Fabregat en joyería y las ha reproducido, o más bien las ha reinterpretado, para darles forma a través de la forja de hierro, y la turolense ha seguido el camino inverso; ha seleccionado cuatro esculturas en hierro de Córdoba Llamazares y las ha convertido en delicadas piezas de joyería.

Teresa Fabregat y José Antonio Córdoba son artistas y amigos desde hace años. Tenían pendiente trabajar en un proyecto expositivo conjunto, y por fin durante este año han trabajado en esta muestra que, pese a su título, Contrastes, pretende mostrar que el trabajo fino del joyero y la fuerza que moldea el hierro a fuego no son tan distintos como pudiera parecer. “Es verdad que aparentemente son oficios diferentes, cada uno con sus técnicas y materiales propios, pero tienen mucho en común, más de lo que se puede pensar a priori, porque de lo que se trata es de dar nueva forma al metal”, explica Córdoba. “Son como dos formas de hacer lo mismo”, matiza Teresa Fabregat. “La ductilidad del oro o la plata contrasta con la dureza del hierro, que es mucho más difícil de manejar, de darles forma, de embutirlos o retorcerlos. Es como trabaja a otra escala, pero ambas formas de crear son preciosas”.

Para seleccionar las piezas del otro y reinterpretarlas, ambos creadores han tenido que utilizar diferentes criterios. En el caso del herrero, José Antonio Córdoba tuvo que atender a criterios prácticos. “Tere es una artista que derrocha fantasía”, explica. “Hay piezas de joyería que, por sus características, son sencillamente imposibles de reproducir o reinterpretar en hierro porque tienen un nivel de complejidad que no se puede conseguir con el hierro. Así que he elegido piezas que, sin dejar de ser maravillosas, eran lo suficientemente fáciles de recrear en la forja”. Córdoba, que es muy aficionado además a mezclar diferentes materiales en sus obras, utiliza siliconas para simular las gemas y las piedras preciosas que Fabregat incluye en sus diseños.

En cuanto a la joyera se refiere, Teresa Fabregat explica que para elegir las piezas que debía reinterpretar desde la orfebrería se metió en el taller de Córdoba. “Algunas de ellas ya eran prácticamente joyas, sus diseños son excelentes que lo único que me costó de elegirlas fue cuáles dejar fuera”. En opinión de la turolense más allá de la calidad y sensibilidad con la que están concebidas las esculturas y las joyas que se exponen, resulta especialmente enriquecedor “el conjunto que forman ambos elementos juntos, hasta el punto que parece que hayan sido concebidos como una misma pieza”.

En la misma exposición podrán verse también tres de las primeras piezas de José Antonio Córdoba Llamazares ha confeccionado usando alabastro, un material con el que empezó a esculpir hace aproximadamente un año. Como casi cualquier escultor que prueba la piedra blanca del Bajo Martín ya es prácticamente un enamorado. “El alabastro es una medicina para el artista”, asegura. “Y eso que ensucia muchísimo, porque cuando la trabajas es, casi casi, como si rascaras una tiza. Pero es muy blando, muy agradable de esculpir y tiene muchísimas posibilidades”, admite.

La exposición Contrastes de Teresa Fabregat y José Antonio Córdoba podrá verse en el Claustro del Obispado hasta el próximo 7 de noviembre, en horario de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas.