¿Para qué sirve el arte? La pregunta que Pò Company responde desde la escena

La turolense Sandra Dalda y su compañía Pò Company regresan a las tablas con el estreno en el Teatro Marín de la capital de su segundo espectáculo, En-contra-Arte, una obra escrita y dirigida por la propia Dalda. La obra se estrenará el próximo sábado, 9 de noviembre, a partir de las 20 horas. Ya es posible adquirir las entradas de forma anticipada por 12 euros, en teatromarin.es o en la taquilla física viernes y sábado de 18 a 20 horas.

En-contra-Arte es una original propuesta que plantea una pregunta trascendental, ¿para qué sirve el arte?, al tiempo que habla de otros asuntos como las relaciones maternofiliales o incluso dónde debe estar situada la barrera entre lo artístico y lo personal. Se trata de la segunda obra, tras Borrador (2021) que pone en marcha la compañía Pò Company, fundada por la turolense Sandra Dalda y su compañera en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, la almeriense Begoña Puentes.

Puentes está en la actualidad afincada en Oslo, trabajando para la Ópera de Noruega, pero Dalda mantiene vivo un proyecto muy diferente a Borrador, que desdoblaba a dos actrices en cuatro personajes para contar una historia sobre la España Vaciada, y que cuenta con la colaboración de varias personas.

Por un parte, y aunque Sandra Dalda también actúa en En-contra-Arte, estará acompañada por un elenco de jovenes actores profesionales salidos de la RESAD, como ella, y de la Escuela de Teatro Cuarta Pared de Madrid. Se trata de María Garo, Rosa Beunza, Javier Valverde y María Atiénzar, que interpreta a Marta, la protagonista. También colaboran dos turolenses; Ericucho, de Chocabeats, que es el autor de la música original, y Clara Gómez Galeote, autora de parte de la escenografía.

La obra gira en torno al mundo del arte y a unos cuadros en concreto -cuadros que ha creado Clara Gómez Galeote, y que se venderán como copias a la salida del teatro-. “La obra plantea la historia de Marta”, explica Dalda, “una chica que está pasando por un momento complicado, en el que está desconectada de la parte colorida y creativa de la vida”. En ese contexto, se ve implicada en una banda organizada que se dedica al robo de piezas artísticas, y ella será la encargada de robar cuatro pinturas. “Ella se adentrará en cada uno de los cuadros que tiene que robar, y dentro de ellos conocerá su historia, aquello que representan, lo que le hace experimentar una especie de catarsis, y al mismo tiempo que lo hace también al público, va cambiando la opinión que tenía sobre el arte y los artistas”.

En la trama también se desarrolla la relación entre la actividad creativa y el vínculo materno, colocando a un nivel muy similar los conceptos de arte y de amor. Y los dos padres de Marta, la protagonista -Sandra Dalda interpreta a su madre y Javier Valverde a su padre-, ahondan también en otro asunto de importancia: "Los dos progenitores son artistas, pero uno de ellos antepone la familia al arte, y el otro hace exactamente lo contrario”, explica Dalda. “Eso hace que se genere un debate sobre qué es lo correcto, en el que nosotros no decimos quiénes son los buenos y quién los malos, sino que simplemente exponemos la situación para que cada espectador saque sus propias conclusiones”.

De hecho al final de la obra está previsto que se celebre un debate entre el público y los actores, donde se tratará este tema y cualquier otro que surja en relación con el arte y las relaciones humanas. Aunque el de este sábado en el Marín está considerado el estreno absoluto de la obra, a mediados de octubre tuvo lugar una premier en Villarquemado, “porque queríamos probar cómo funcionaba la obra ante público real, pero un público cercano”, cuenta Dalda, que desciende de Villarquemado y de Santa Eulalia, “y la verdad es que el resultado fue muy bueno”.

En-contra-Arte es una pieza poco convencional -como tampoco lo era Borrador- pero es apta para una gran horquilla de público. Combina el teatro de texto, algo más convencional, para las partes de la escena que se corresponde con el mundo real, aquel en el que Marta se desenvuelve, y el teatro gestual, físico y de clown en las escenas más oníricas, en las que la protagonista se mete dentro de las obras de arte para comprenderlas y comprenderse a sí misma.

Esa polaridad y ese cierto surralismo es consustancial a Pò Company y Sandra Dalda, que tras estudiar Educación Social se formó en la RESAD pero completó estudios en la Universidad de Arte Dramático de Praga (República Checa), donde aprendió que de la fusión del teatro gestual y de texto surge un lenguaje más rico y una serie de herramientas expresivas más intensas que de únicamente uno de los dos.

Y esa polivalencia da a la obra un regusto ambiguo que está buscando a propósito. La actriz y dramaturga afirma: “Yo tengo mi propia respuesta a esa pregunta de la que parte la obra, ¿para qué sirve el arte? Pero no pretendo mostrársela tal cual al espectador tal cual. De hecho estoy segura de que cada espectador se llevará percepciones diferentes, que le llevarán a tener opiniones distintas”.

Sandra Dalda explica que “para trabajar este proyecto comencé a escuchar mucha música contemporánea, tipo Rosalía, por ejemplo, preguntándome por qué, dentro de las artes, la música tiene tanto éxito y sin embargo el teatro tiene un público más minoritario”. “A €ˆpartir de ahí recogí varias premisas”, continúa, “como el minimalismo, el collage, la simbología, la fusión de tradiciones como la flamenca y lo contemporáneo, y traté de llevarlo a la escena”.

Esos elementos los llevó a su parcela gráfica Clara Gómez Galeote con los cuatro cuadros que en parte protagonizan la obra. “Aunque yo le di algunas pautas, ella puso muchísimo de su cosecha y creo que ha hecho un trabajo excelente”, afirma Dalda. Y en cuanto a la música original de la obra, el encargado de crearla fue Eric Martín, Aka Ericucho, rapero turolense vinculado a Chocabeat y amigo de Sandra desde hace años, con la colaboración también del actor Pedro Endolz.

Todos esos elementos forman un atractivo cóctel que se vestirá de largo en el Teatro Marín de Teruel el sábado 9 de diciembre, y que espera poder girar por muchos más lugares, dentro de circuitos como el de la Red Escenica Aragonesa. “Los cinco actores que estamos en este proyecto somos cada uno de una parte de España -aunque están aficados en Teruel, caso de Sandra Dalda, y Madrid, el resto-, así cada uno nos encargaremos de promocionar el proyecto en su zona de influencia”.

Borrador, la anterior obra de Pò Company, se representó por varios lugares de Aragón y Andalucía, fundamentalmente, “y aunque fueron varios sitios se hizo todo muy rápido”, admite Sandra Dalda. “En este caso nos apetece que sea algo más tranquilo, con más poso y con tiempo para que el espectáculo evolucione y se asiente”.

Pese a que no es fácil dirigir una obra de teatro, actuar y conducir además una empresa teatral como Pò Teatro, a Sandra Dalda le da incluso para seguir pergeñando nuevas ideas para futuros espectáculos. “Siempre tengo ideas, aunque no me he sentado tranquilamente con lápiz y papel a escribir, y quiero darme al menos hasta el verano, con tiempo y tranquilidad por delante, para hacerlo”.

Sandra Dalda asienta su proyecto escénico en Teruel

Pò Company está radicada en Teruel en el sentido de que Sandra Dalda se ha establecido en su ciudad natal después de varios años por Madrid y Praga. “Sigo yendo a menudo a Madrid, porque cuando hacemos un ensayo de En-contra-Arte solemos hacerlo allí, porque es donde viven el resto de actores, y también porque sigo acudiendo a castings... pero he llegado a la conclusión de que, al menos por ahora, me compensa vivir aquí, donde todo es más cercano, accesible y familiar, que estar todo el año en Madrid”.

La actriz y dramaturga compagina la dirección y gestión del proyecto de Pò Company con la Escuela de Teatro en el que se desdobla, y actualmente da clases de lunes a viernes en espacios como los colegios del Ensanche y la Fuenfresca, en Marta Dance, en Santa Eulalia, en Kenaz Jera, un espacio de creación artística situado en la calle Amantes de la capital turolense, en Santa Eulalia, en el Conservatorio Profesional de Música de Teruel, en la residencia de San Hermenegildo y en ATADI.