Niños de Infantil de Las Anejas disfrutan de la ciencia con los cinco sentidos

Inflar un globo sin tocarlo, hacer música con un dedo o elaborar pasta de dientes “para un elefante” son algunas de las cosas increíbles que se pueden hacer gracias a la ciencia y que descubrieron ayer los escolares de tercero de Educación Infantil del colegio público Las Anejas de Teruel en el laboratorio del vecino IES Francés de Aranda. Fue una experiencia sorprendente y muy divertida para los pequeños que tuvieron que agudizar todos sus sentidos.

La idea surgió de Pablo De Jaime, profesor de Biología y Geología de este instituto turolense cuyos hijos estudian en el CEIP Las Anejas. “Hablando con las tutoras nos recomendaban a los padres que podíamos hacer alguna actividad con ellos y estando tan cerca pensé: por qué no se vienen al laboratorio y lo ven”, explicó el docente del Francés de Aranda.

Junto con su compañera Rosa de Tecnología prepararon el taller Magia o ciencia, creando vocaciones para enseñar la parte más lúdica de la ciencia, una actividad por la que han pasado más de 60 niños.

Los escolares pudieron ver y participar en diferentes experimentos de todas las materias que se imparten en Educación Secundaria: Física, Química, Geología y Biología.

Comprobaron que podían inflar un globo sin tocarlo, colocándolo en una botella con un poco de vinagre. También vieron una reacción química para la que utilizaron agua oxigenada, lavavajillas y potasio que con un poco de colorante parecía pasta de dientes pero de tamaño de la que necesitaría un elefante.

La propuesta didáctica era fundamentalmente práctica y los chicos pasaron por varias mesas con actividades para que ellos pudieran hacerlas y que estaban organizadas por los sentidos que había que utilizar. En cada una aparecía el nombre de ese sentido en español y en inglés, ya que ambos centros educativos son bilingües en inglés con el modelo del British Council.

Así, para la vista pudieron mirar por el telescopio y descubrir cómo es un cabello humano, el placton marino o la antena de una abeja.

Los chavales utilizaron el tacto y pudieron tocar diferentes minerales y una lámpara de plasma. Para el gusto habían probado unos chupachup ácidos.

En cuanto al oído, comprobaron que se puede hacer música con vasos de cristal y agua. Para el olfato pudieron oler diferentes esencias.

“Queríamos mostrar la parte más divertida de la ciencia con algunos experimentos más espectaculares y más chocantes”, destacó De Jaime.

Al terminar la actividad todos ellos recibieron un diploma acreditativo como pequeños científicos. Pero el mejor premio para ellos fue aprender cosas muy interesantes en un colegio para mayores en el que muchos de ellos estudiarán en unos pocos años.

“Al principio vienen un poco asustados porque es muy nuevo para ellos y muy grandes los alumnos que tenemos alrededor, pero enseguida se les pasa y se lo pasan bien”, comentó el profesor del IES Francés de Aranda que aseguró que también ellos disfrutaron mucho.

Ahora están tramitando con Las Anejas otra posible visita de los alumnos de tercero de Primaria.