Mario Lafuente regresa a sus orígenes, más orgánicos y tangibles, con ‘A veces’

El músico turolense Mario Lafuente regresa a su vertiente más orgánica con A veces, el último sencillo que ha publicado en las plataformas musicales, y que habla sobre los estados de ánimo y del hecho de que “nuestra felicidad no puede depender de que nunca nos pasen cosas malas”.

Lafuente ha colaborado con diferentes músicos en ese tema; Fran Conde -saxofonista que toca con David Sancho y que ha actuado con Serafín Zubiri- ha creado algunos arreglos para vientos metales, junto con Jaime Cortés y Pedro Quílez, trompetista y trombón de la Banda de Santa Cecilia de Teruel respectivamente. Además el guitarrista Antonio Pérez Salas, habitual colaborador de Lafuente, también ha colaborado, así como el bajista Guillermo Ramos y el argentino Darío Menor, que como en otras ocasiones ha creado el piano y las cuerdas del tema de Mario Lafuente.

Para el turolense ha sido una experiencia grata aunque compleja dirigir a un equipo tan amplio. “La canción fue fluyendo a medida que se componía. Y en ese sentido la dirección artística es más complicada, porque tienes que desechar algunos arreglos muy buenos porque no cuajan bien con otras partes... digamos que tienes que tener muy clara la filosofía de la canción para que no pierda la coherencia”, explica el músico.

En ese sentido la producción no fue fácil ni rápida, “porque hubo que hacer unos planes de grabación con mucha gente”. Todos los instrumentos se grabaron en el estudio de Mario Lafuente en diciembre, excepto el piano, que Darío Menor grabó desde Argentina.

“Tras la grabación la producción también ha sido muy laboriosa, quizá de las que más tiempo me han tomado”, asegura Lafuente, pese a que en esta ocasión la canción es menos sintética que en otras ocasiones. “Si quieres que suene muy bien la producción lleva mucho trabajo. Al final cuanto más tiempo dedicas a la mezcla más fino suena, consigues una producción más fina, más humana, que es mejor y más envolvente. Buscaba eso y por eso dediqué mas tiempo a esa fase de la canción”.

Puede llamar la atención lo que se diferencia A veces con respecto a las últimas canciones que había lanzado, con sonidos menos electrónicos y más orgánicos. A ese respecto, el músico asegura que “tenía ganas de hacer algo más parecido a mis orígenes, cuando empecé, más orgánico y con menos sintetizadores... pero esto no quiere decir que no vaya a seguir explorando esa vía, yo me guío mucho por lo que me apetece en cada momento aunque eso no siga patrones muy establecidos”.

Para Lafuente, sorprender a cada tema a sus oyentes “tiene lo bueno de que son feliz constantemente por hacer lo que me apetece, y me ayuda a tener una percepción mucho más amplia de la música. Y lo malo es que si estás más encasillado en un nicho de público corres menos riesgos de desubicar a quien te sigue”. En este sentido el turolense prefiere correr riesgos porque “es bonito jugar, no hacer siempre lo mismo. Si un día descubres que llevas diez años haciendo cosas parecidas no debe de tener nada de divertido. La música es arte, y si el cuerpo te pide algo, no veo por qué no hacerlo”.