Los Planos se transforma en la gasolinera más loca de la década de los años 80

Pese al cambio circunstancial de escenario por la inestabilidad del tiempo y las previsiones de lluvias que finalmente no se cumplieron, el festival de clausura del curso de la Asociación Cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel volvió a reunir a más de dos mil turolenses, esta vez a cubierto en el pabellón de Los Planos y no en el parque de Los Fueros como es habitual.

Participaron en total cerca de 450 músicos de todas las edades, desde los más pequeños de cuatro años de Música y Movimiento, que fueron saliendo a medida que se desarrolló el concierto poniendo en marcha diferentes coreografías, hasta los músicos y estudiantes jóvenes y adultos de la Escuela de Música Antón García Abril, de la Banda y la Orquesta de la Escuela, y la Banda, la Orquesta y el Coro de Santa Cecilia de Teruel, reunidos bajo la batuta del valenciano Daniel Ibáñez, que dirige la Banda desde septiembre de 2021.

Gracias a la magia de la música, del teatro y de los cómicos turolenses Tobogán y Colibrí, el pabellón de Los Planos se transformó en una divertida gasolinera por la que pasaron personajes de toda calaña; desde Michael Knight, el de la Fundación -la de la Ley y el Orden, no la de los Amantes-, acompañado por su inefable Kit, hasta Georgie Dann, el rey de la barbacoa y el verano,, pasando por Nacho Cano, por Doc, el loco profesor amigo de Marty McFly y hasta la mismísima Raffaella Carrá.

Cassetes de gasolinera

Con el título Cassetes de gasolinera y a través de una divertida dramaturgia, entre Tobogán y Colibrí, el director de la Banda y los propios músicos presentaron un repertorio de arreglos para banda basados en algunos de los grandes éxitos de gasolinera, ya se sabe, aquellos cassetes con carátulas imposibles que se distribuían en estos pasos obligados para miles de conductores, y que permitieron a muchos grupos tener un canal de distribución masivo y bastante barato, que funcionó particularmente bien entre los últimos años 70 y los 90.

Fue la excusa perfecta para repasar temas que corearon buena parte de los miembros del público, al menos los que ya pasaban de cierta edad. Temas de Mecano, de Rocío Durcal, los omnipresentes Pajaritos de María Jesús y su Acordeón, Gipsy Kings, Sonia y Selena con su Yo quiero bailar, Georgie Dann, el Despacito de Luis Fonsi, algo de copla, el Tractor Amarillo -poca gente sabe que este tema popularizado el verano de 1992 lo cantaba Zapato Veloz­ en un castellano asturianizado-, el mítico Final countdown de Europe -es mucho más fácil recordar el pelazo de Joey Tempest que el título de cualquier otra canción de la banda sueca- y algunos de los temas más pegadizos -o pegajosos, según gustos- de dos de las grandes reinas de aquellos expendedores de música a granel; Raffaella Carrá y Camela, que cerró el concierto con todos los músicos y pequeños músicos de la asociación cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel.