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Laura Agustí: “Hay urgencia por prestar atención a la naturaleza” Laura Agustí: “Hay urgencia por prestar atención a la naturaleza”
La ilustradora turolense Laura Agustí presenta ‘Furor botánico’. EFE/Javier Cebollada

Laura Agustí: “Hay urgencia por prestar atención a la naturaleza”

La ilustradora turolense presenta en Zaragoza ‘Furor botánico’
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La ilustradora Laura Agustí aseguró, con motivo de la presentación en Zaragoza de su última obra, Furor botánico, que “hay urgencia por prestar atención a la naturaleza, porque prestando atención a ella, te prestas mucha más atención a ti”.

La turolense, en una entrevista con Efe, abogó por “aspirar a una vida lenta” y defendió que “observar la naturaleza te cambia la percepción de todo”, más en un momento en el que “estamos -subrayó- acostumbrados a ir como pollos sin cabeza”.

-Las plantas han sido un lenguaje compartido entre las mujeres de su familia. ¿Cuándo se dio cuenta de que también era el suyo y que quería convertirlo en un libro?

-Siempre lo he tenido súper presente desde pequeña, porque mi abuela me hacía partícipe de su pasión de manera constante. Lo he visto siempre. Siempre he tenido muchas ganas de hacer un libro de plantas, pero no tenía muy claro cómo hacerlo. Yo tampoco soy escritora, sino ilustradora. Y solo se me ocurría arrancarlo desde el presente en el que me tenía que ir los fines de semana a un pueblecito y me preguntaba qué podía hacer con mis plantas. Era mi preocupación y es así como decidí arrancar el libro.

-¿Cómo ha cambiado su percepción de la naturaleza desde que vive en el campo?

-Ha cambiado bastante. Yo siempre he estado bastante conectada con la naturaleza, pero ahora lo estoy muchísimo más porque estoy todo el día junto a ella. He cambiado los coches por el bosque y, aunque siempre he tenido una línea de trabajo muy basada en la naturaleza o los animales, ahora estoy en mi medio. La naturaleza y el campo es mi medio perfecto para expandirme como persona y estoy muy contenta. Cuando estás conectada con la naturaleza eres consciente del paso de las estaciones y de que, por ejemplo, ya no nieva tanto como antes. Lo que antes duraba un mes, ahora son dos días. Y eso da miedo y vértigo.

-El título 'Furor botánico' transmite pasión, pero también cierta urgencia.

-Hay urgencia por prestar atención a la naturaleza porque también prestando atención a ella, te prestas mucha más atención a ti mismo. Vivimos en un mundo súper acelerado y parar un poco te hace ser muy consciente. Hay que intentar aspirar a una vida lenta, a bajar el ritmo y a desestresar un poco, porque estamos con el cortisol a tope.

-¿Cómo encontró el equilibrio entre lo íntimo y lo divulgativo?

-En mi anterior libro, Historia de un gato, también intenté incluir consejos sobre cómo actuar cuando metes un gatito bebé en tu casa o a un perrito cuando ya tienes un gato. Aquí también sentí que tenía que ponerlos. Me apetecía mucho meter figuras como la primera mujer botánica que dio la vuelta al mundo en un barco disfrazada de hombre y a la primera mujer botánica española, que además es de Aragón. Luego también creía conveniente meter cosas como qué hacer con el tomillo o el orégano, que se pueden convertir en infusión y servir de antiinflamatorios. Me apetecía que este libro recogiera algunos truquitos de abuela que son fundamentales para toda la vida.

-Incluir a figuras como las que nombra es fundamental para darles visibilidad.

-Eso es. Se me quedaron fuera muchas cosas que quería meter, como la primera mujer ilustradora de botánica. Pero lo que pude incluir, yo encantada. Al final hay que ser consciente de que se tienen plazos de entrega y no siempre puedes meter todo lo que te gustaría. No obstante, para ello están las redes sociales y puedo nombrar lo que se ha quedado pendiente a través de ahí.

-Si pudiera representar su vida con una planta, ¿cuál sería y por qué?

-A mí me gustan mucho las plantas de cuidados fáciles, porque esas son las que te hacen tener ganas de tener más. Cuando empiezas teniendo una planta difícil, se te muere, te da pena y ya no continúas con ese furor botánico. Yo creo que siempre hay que empezar con potos o ficus.

-Como ha comentado, la ilustración vertebra el libro. ¿Dibuja las plantas como las ve o cómo las siente?

-Dibujo siempre con imágenes de referencia. Al final, también es la visión que tengo de ellas, porque la que hace las fotos soy yo. Entonces ahí ya hay una perspectiva tomada. Cuando haces un libro se trabaja en global para ver cómo va cuadrando también la maquetación. Si en la página anterior has puesto un zoom, en la siguiente se tiene que poner algo más abierto. Vas jugando un poco con todo.

-Su conexión con la naturaleza también ha cambiado su relación con el tiempo. ¿Qué ha aprendido sobre la paciencia observando el mundo vegetal?

-Observar la naturaleza te cambia la percepción de todo. Estamos acostumbrados a ir un poco como pollos sin cabeza, corriendo de un lado a otro, y de repente te das cuenta de que llevas tiempo sin dedicarte tiempo a ti misma y sin salir a dar un paseo por el bosque. Y hacerlo es fundamental, porque es un tiempo en el que no estás con el teléfono, no estás absorbido por nada y estás disfrutando del entorno.

-¿Qué poder de las plantas cree que se infravalora más en la actualidad?

-Yo creo que su uso medicinal. Ahora la opción rápida es irte a la farmacia y coger cualquier medicamento, pero antes no era así. Hace unos días me descubrieron la figura de las trementinaires, que eran como unas mujeres de los Pirineos que se dedicaban a recolectar hierbas medicinales y luego las vendían en los pueblos más grandes. Esa figura tan bonita se ha perdido porque hemos optado por lo fácil y rápido.

-Si 'Furor botánico' logra que un lector haga un solo cambio en su vida, ¿cuál le gustaría que fuera?

-Lo que me gustaría que fuera es lo que está pasando. Hay gente que me escribe diciendo que se ha leído el libro y se ha ido a comprar un geranio porque era la flor favorita de su abuela. Eso es lo más maravilloso.

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