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Las escaleras para descubrir el mundo de Quinita Fogué llegan hasta el Museo de Teruel Las escaleras para descubrir el mundo de Quinita Fogué llegan hasta el Museo de Teruel
El director del Museo de Teruel, Jaime Vicente Redón, la artista Quinita Fogué y el diputado de Cultura y Museos, Diego Piñeiro, ayer durante la presentación de la muestra ante la prensa

Las escaleras para descubrir el mundo de Quinita Fogué llegan hasta el Museo de Teruel

El “fogonazo de luz y color” que constituye la retrospectiva de la artista se exhibirá hasta febrero
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Cruz Aguilar

Quinita Fogué lleva gran parte de su vida pintando escaleras, puertas y ventanas, “como queriendo ir a algún sitio”, descubrir el mundo, y donde por fin ha llegado –por primera vez– es al Museo de Teruel, que acoge, hasta el próximo 2 de febrero, la primera muestra retrospectiva de esta artista nacida en Bañón. Lleva por título El álbum de la memoria y es, en palabras de la comisaría de la muestra, Desirée Orús, “un fogonazo de luz y de color” que recoge desde los paisajes de la infancia que ella admiraba en el Jiloca hasta sus viajes por diferentes países o su trabajo más actual, centrado en la despoblación.

Un visitante, observando uno de los cuadros dedicados a la despoblación

Las obras recopiladas hacen un repaso por toda su trayectoria, desde el año 1995 hasta este mes, puesto que el centro acoge la instalación Autorretrato realizada en los últimos días por la propia artista. En ella aparecen diversos elementos icónicos de su trayectoria artística, como “las lanas para tejer sueños”, en palabras de la autora, un sombrero que utiliza para pintar, las puertas y escaleras o el círculo, que para la artista simboliza la protección que da el útero materno y que aparece en la mayoría de sus trabajos. Tampoco falta la tierra turolense, esa que está llena de olores y que también, tanto pictóricamente como a través de texturas, es otro de los referentes habituales en muchos de sus cuadros.

La comisaria, Desirée Orús, hablando de las escaleras presentes en una obra

Tela, cartón, madera o tejas, cualquier material es bueno para pintar sobre él y “reinventar el paisaje”, pero siempre vinculado a su tierra natal, a Teruel y a Bañón. Esa representación, plantea Desirée Orús, se ve a través de los amarillentos del suelo o esos azules del cielo de Bañón que, como explica Fogué, “no lo encuentras en ningún otro sitio”.

La artista del Jiloca recorrió la exposición retrospectiva acompañada por el diputado delegado de Cultura, Diego Piñeiro, y el director del Museo de Teruel, Jaime Vicente Redón, a quienes les explicó los detalles de algunos de sus cuadros, como los que tiene dedicados a la despoblación, donde las casas aparecen con desconchones y en alguno se adivina un barco como símbolo de la salvación. Quinita Fogué apunta que representa viviendas que se quedan vacías pero “solo en la fachada” porque en el interior “están los recuerdos de los niños que nacieron allí y las personas que lucharon por seguir adelante”, asevera.

Fogué explicando uno de sus cuadros sobre despoblación a Vicente Redón

La retrospectiva recoge una trayectoria de 37 años y, a juicio de la propia artista, es el momento de hacerla puesto que tiene ya una dilatada experiencia y además quería supervisarla ella misma. Aunque Fogué es una artista polifacética que realiza esculturas, grabados e instalaciones, la selección para su retrospectiva se centra en su trayectoria pictórica.

La comisaria manifiesta que a lo largo de la selección de cuadros es posible conocer las vivencias y experiencias que la pintora de Bañón ha incorporado a lo largo de su vida. La muestra comienza situando al observador en 1985, donde ya aparecen esos elementos típicos de Fogué, como las texturas, la geometría o los colores característicos de la tierra. En la década de los 90 la pintora se adentró en la abstracción, con un marco acento gestual y una progresiva introducción de texturas elaborad por medio de pigmentos naturales. Es la época en la que el paisaje adquiere el protagonismo a través de los amarillos, pardos y rojizos típicos de la tierra turolense.

Figura humana

A finales del siglo pasado incorporó en sus obras la figura humana en la que suele reflejarse a sí misma oliendo la tierra, o subiendo las escaleras que le llevan al mundo exterior. Después llegaron sus trabajos sobre la pandemia y, más recientemente, la despoblación, en la que sigue investigando actualmente.

Los viajes han marcado también la trayectoria pictórica de Fogué

A comienzos de este siglo sumó el concepto del viaje como experiencia y también nuevos materiales, entre los que están el papel, telas, trozos de cerámica o lanas.

Quinita Fogué dedica buena parte de su trabajo a los libros de autor, que también están representados en la muestra del Museo de Teruel. Desvela que estas creaciones son “lo más íntimo” de un artista porque los realiza “en su estudio, recogido en su mundo y solo tiene el pensamiento en los colores y el momento”, detalla. La artista está contenta de exponer en el Museo de Teruel, aunque recuerda que la ciudad ya había acogido su obra con anterioridad, concretamente en una muestra en la Cámara de Comercio.

Piñeiro, Fogué y Vicente Redón, con la instalación ‘Autorretrato’, creada estos días por la autora de Bañón

El diputado delegado de Cultura, Diego Piñeiro, destaca el interés del Museo de Teruel por contar con obras de artistas turolenses tanto consagrados como noveles y aprovecha para hacer balance de un año en el que “se ha mantenido la línea ascendente tanto de visitantes como de calidad”, asegura, aunque sin detallar cifras.

El responsable de Cultura en la Diputación indica que el Museo de Teruel se ha situado “a la vanguardia”, convirtiéndose en un “referente cultural no solo de aragón, sino traspasando fronteras”. Adelanta que ya están trabajando en la programación de 2023, que asegura será “inolvidable” en lo referente a la cultura.

Texturas de tierra labrada en uno de los cuadros con los que simboliza sus orígenes turolenses

Obras en el Jiloca

La comisaria describe a Quinita Fogué como una pintora hecha a sí misma, inquieta de conocimientos y en constante aprendizaje, una. Artista que persigue un impulso creativo que la lleva desde estímulos del pasado al presente más vital.

En la Comarca del Jiloca hay diferentes obras de la artista, como las pinturas al óleo del interior de la capilla del Santo Cristo o el óleo en la iglesia de San Juan Bautista, ambos en Bañón. Además, la pinacoteca del Centro de Estudios del Jiloca (CEJ) expone su obra Carnaval, de 2013 y el Museo del Azafrán de Monreal del Campo cuenta con una muestra permanente.

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