La UVT incorpora un curso sobre desarrollo y rodaje de cortometrajes

La Universidad de Verano de Teruel incorpora este año a su programación el Taller Intensivo de Dirección de Cortometrajes, que tendrá lugar del 3 de junio al 7 de junio, bajo la dirección de Alfonso Burgos Risco y con la colaboración de los ponentes José Javier Luis Tello, profesor de la Universidad de Zaragoza, Jaime Fierro, egresado en Bellas Artes y director de varios cortometrajes, y Claudia Villegas, especialista en maquillaje y body painting de Calica Hair Studio Madrid.

El curso es un intensivo de 40 horas presenciales en cuatro días, y está concebido para ser el primero de una serie sucesiva si tiene buena acogida. “Está pensado para integrar diferentes partes de la concepción y dirección de un corto, y nos gustaría que este curso se complementara con otros en el futuro”, explica Burgos. “De forma que hubiera un ciclo de tres o cuatro talleres que se fueran desarrollando sucesivamente en la UVT para dar una formación más integral”.

En esta primera edición del curso, el objetivo es centrarse en la dirección desde un punto de vista integral. Los alumnos deberán elegir entre tres historias-molde preconcebidas que tendrán que completar y desarrollar para crear el cortometraje. “La complejidad de desarrollar un guion completo desde cero es enorme y nos llevaría todo el tiempo, así que trabajaremos a partir de esas ideas preconcebidas para invertir todo nuestro tiempo en el corto a partir de que tengamos el guion”.

A través de varias ponencias el taller pretende dar nociones teóricas con ejemplos prácticos basados en las tres ideas-molde propuestas, que tendrán que ver con técnicas para estructurar un guion orientado al rodaje, los diálogos, el lenguaje cinematográfico y la división del discurso en secuencias, la preproducción, la dirección de arte, la dirección de fotografía o la dirección de actores.

También se desarrollará la parte práctica del taller y la idea es que los alumnos -que podrán asociarse en grupos o trabajar de forma individual- rueden por completo sus cortos, los editen e incluso elaboren un plan para moverlos por los festivales y certámenes más indicados. Puede parecer poco tiempo para todo ello, pero Alfonso Burgos asegura que “si bien para la parte teórica es bueno tener más tiempo para asimilar los conocimientos”, en los rodajes “viene bien una formación muy intensiva y breve en el tiempo, porque de hecho los rodajes son así. En un rodaje se optimiza cada minutos y en muy poco tiempo se tienen que hacer mucho, así que hacer esta inmersión en un curso tan rápido ya es en sí misma una formación”.

Alfonso Burgos es profesor de Bellas Artes en el campus de Teruel y además tiene experiencia rodando cortometrajes y documentales. Ha participado en talleres formativos con estudiantes de Bellas Artes -a principios de este año junto al profesor estadounidense Chris Stagl- y en proyectos cinematográficos como Y la guerra llegó a casa junto a otros profesores turolenses sobre las Batallas de Teruel, o La soledad de los que no existen, en el que un equipo de estudiantes dirigidos por Burgos rodó un documental sobre la soledad no deseada en el contexto del confinamiento por la Pandemia y del proyecto Acompañando-T que surgió entonces. Ese documental ha recorrido todo el mundo y ha cosechado una veintena de premios y distinciones en certámenes de todo tipo.

Por su experiencia personal, Alfonso Burgos cree que más allá de conocimientos técnicos en lenguaje cinematográfico, guion, iluminación y otros aspectos técnicos, entre los jóvenes hay tres carencias principales a la hora de entrar en el mundo de la cinematografía y la producción audiovisual. “Me he encontrado con estudiantes que tienen una idea y no la desarrollan, sino que se lanzan a rodar. Eso suele provocar que tu película no se entiende, porque no construyen la historia que tenían en la cabeza”.

Otra carencia es el trabajo actoral: "Es muy habitual que un director le pida a un compañero que actúe de una determinada forma, que entre en un estado psicológico concreto sin una preparación básica”.

Por último, Burgos también menciona el último estadio del cortometraje, el de la difusión. “Los directores tendemos a pensar que cuando acabamos nuestra producción el mundo está desando verla, pero no es así. Depende exclusivamente de nosotros que tenga visibilidad, así que saber elegir en qué festivales o concursos hay que mover nuestro cortometraje determina la diferencia entre tener público y con un poco de suerte premios o que nadie vea la película”.

Las condiciones de inscripción generales al Taller Intensivo de Dirección de Cortometraje son similares al del resto de cursos de la UVT. En la web de la Fundación Antonio Gargallo (fantoniogargallo.unizar.es) es posible consultar toda la información relativa. Las tarifas son de 200 euros la general y 175 euros la reducida.