Síguenos
La escritora Marta Sanz presenta este martes en la Biblioteca Nacional la revista Turia protagonizada por Kafka La escritora Marta Sanz presenta este martes en la Biblioteca Nacional la revista Turia protagonizada por Kafka
La escritora Marta Sanz

La escritora Marta Sanz presenta este martes en la Biblioteca Nacional la revista Turia protagonizada por Kafka

Autores españoles, alemanes, austríacos y checos dedican 150 páginas de textos inéditos a reivindicar la actualidad e interés de su obra
banner click 236 banner 236

La escritora Marta Sanz será la encargada de presentar el nuevo número de la revista Turia el próximo martes día 16 de abril en Madrid. El acto tendrá lugar en la Biblioteca Nacional de España, a las 18,30 horas y con acceso libre hasta completar el aforo. Se trata de una entrega muy especial por cuanto permite fomentar la lectura de Franz Kafka, uno de los grandes escritores universales, cuando se cumple el centenario de su muerte.

Turia rinde homenaje y reivindica a Kafka a través de un espectacular monográfico internacional en el que participan los mejores estudiosos y especialistas en su obra, así como relevantes escritores que reconocen la influencia de lo kafkiano en su propio trabajo creativo. Así, la revista dedica 150 páginas de textos inéditos que van a permitir conocer más y mejor la genialidad literaria de Franz Kafka.

El sumario que ofrecerá Turia resulta muy atractivo tanto para los buenos lectores como para aquellos que quieran descubrir hoy las claves de la obra de Kafka, su vigencia e interés. Coordinado por la profesora Isabel Hernández, catedrática de Filología Alemana y Eslava de la Universidad Complutense, entre los autores que participan sobresale la presencia de la escritora austríaca Elfriede Jelinek, Premio Nobel de Literatura en 2004. Algo lógico por cuanto, para ella, "Kafka es un autor de emoción extrema”.

De igual relevancia es la presencia en el sumario de Turia del escritor y editor alemán Reiner Stach, el mayor experto mundial en Kafka, al que dedicó como editor unos cuantos años de su vida para publicar la versión definitiva de sus obras completas en Alemania. Con posterioridad, Stach consagraría toda una década a la escritura de las tres entregas de una extraordinaria y rigurosa biografía. Buena prueba de su excepcional conocimiento del universo kafkiano es el original artículo que publica en Turia sobre “Los animales parlantes de Kafka”.

Otra de las contribuciones más notables es la que realiza Luis Landero, uno de los más confesos admiradores de Kafka entre los escritores españoles. En Turia, Landero reconoce su devoción por el autor de libros como El proceso o El castillo, por el creador de personajes tan singulares como Gregorio Samsa, mítico protagonista de La metamorfosis: “Yo solo soy un lector curioso, y bien sé que lo que digo no es nuevo, y este es otro motivo de estupor. No hay autor del siglo XX más estudiado y comentado que Kafka. Diríase que todo está ya dicho sobre él. Y, sin embargo, ahí sigue, tan misterioso, tan inaccesible y seductor e intacto como siempre. Como el mensajero imperial, que nunca llegará a su destino, tampoco nosotros, sus lectores, los curiosos y los exégetas, lograremos desvelar nunca el enigma insondable de las historias que nos cuenta. Es más, a veces da la impresión de que cualquier acercamiento crítico o filosófico a su obra, aun siendo un homenaje, la empobrece y profana. Dentro de muchos siglos, cuando del XX apenas quede nada en la memoria colectiva, y especulando acerca de quiénes representarán para entonces la esencia cultural de nuestra época, uno piensa en Einstein, en Picasso, en Chaplin…, y en cuanto a la literatura, no tengo dudas de que será Kafka quien hablará por nosotros y dará testimonio de nuestro paso por el mundo”.

Turia es una revista que tiene una edición en papel de periodicidad cuatrimestral y otra digital (web y Facebook) de difusión diaria. Con más de 40 años de trayectoria, y difusión nacional e internacional por suscripción, está considerada como una de las publicaciones periódicas de referencia en el ámbito cultural. Está editada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel, y cuenta con el apoyo de la Caja Rural de Teruel, del Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. Este nuevo número dedicado a Franz Kafka ha sido posible gracias al mecenazgo de la Universidad Complutense, de la fundación privada alemana S. Fischer y del Foro Cultural de Austria.

Un sumario repleto de textos y autores de interés

Además del cuidado monográfico dedicado a Franz Kafka, el nuevo número de Turia brinda un sumario repleto de lecturas y autores de interés. Así, la revista publica textos originales sobre la escritora francesa Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura y sobre la autora brasileña Nélida Piñón, elaborados respectivamente por Lydia Vázquez y Antonio Maura. También ofrece una certera aproximación a un fenómeno muy controvertido: los libros más vendidos, a cargo Fernando Valls, crítico literario y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Además, Turia da a conocer un avance de la nueva novela del célebre escritor norteamericano Richard Ford. Otros autores que brindan textos narrativos originales a los lectores son Carlos Castán, María José Hasta, Manuel Longares, Aloma Rodríguez, Félix Teira Cubel, Sabina Urraca y Rosario Villajos.

La revista ofrece igualmente a los lectores poemas inéditos de, entre otros, Antonio Lucas, Juan Carlos Mestre, Mariano Peyrou, Ana Rossetti, Jorge Gimeno, Adalber Salas Hernández, Rosa Berbel y Almudena Vidorreta.

Especialmente recomendables son las amplias entrevistas exclusivas que Turia publica con dos nombres propios de nuestra literatura muy relevantes: Julio Llamazares, prestigioso escritor leonés y Clara Obligado, narradora argentina exiliada en España y una de las pioneras de los talleres literarios.

Sin duda, Llamazares es uno de nuestros escritores más apreciados y coherentes en la defensa de sus ideas, habiéndose convertido en un referente de las letras españolas contemporáneas y en un autor popular gracias al temprano éxito de novelas como La lluvia amarilla o Luna de lobos. Y es que ambos libros le lanzaron de inmediato a la fama y al reconocimiento de la crítica. Independiente y sin pelos en la lengua, Llamazares siempre afirma que va por el campo solo. De ahí que, en la conversación exclusiva que publica Turia y que ha realizado la periodista cultural Angélica Tanarro, asegure que “los verdaderos escritores son aquellos que escriben sin importarles demasiado la proyección pública de sus libros. Un escritor es un náufrago y lo importante para él es escribir mensajes y lanzarlos al vacío no a quién le van a llegar ni la respuesta que van a tener. Lo importante para un náufrago es escribir esos mensajes”.

A Clara Obligado, creadora argentina radicada en España desde que en 1976 tuviera que exiliarse de su país, se la considera una de las mejores autoras latinoamericanas de las últimas décadas y una pionera en la implantación de los talleres literarios. Una labor creativa y docente que siempre ha ejercido consciente de que “la literatura es expresar algo de una manera distinta, es la búsqueda de un lenguaje”. Además, para Obligado, “lo fundamental no es la solución de los grandes enigmas, sino la vida de todos los días”. Porque, como se nos recuerda en la entrevista que mantiene con la también escritora venezolana Michelle Roche Rodríguez, para Clara Obligado las grandes utopías del siglo pasado fracasaron y acaso el único movimiento social que ha conquistado algunas victorias sea el feminismo.

La revista también publica un ensayo del reconocido divulgador científico Miguel A. Delgado sobre una cuestión polémica y de indiscutible actualidad: los retos, conflictos y expectativas que ha supuesto la puesta en marcha del llamado metaverso. Promovido por la todopoderosa empresa tecnológica Meta, que fundó y dirige Mark Zuckerberg, se plantea como el inicio de una nueva era digital en la que ya estamos inmersos.

Mención destacada merece también el artículo que protagoniza la sección de Turia denominada Sobre Aragón. En él, José Domingo Dueñas rinde homenaje a José-Carlos Mainer, catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza y uno de los grandes estudiosos de la literatura española. No menos atractivo presenta la sección “Cuadernos Turolenses”. En ella, la revista ofrece descubre la figura de Casimiro Taboada Lasala, un desconocido escritor alcañizano de los siglos XIX-XX y rescata del olvido su novela La Farándula Menglanista, una obra costumbrista y con elementos de ciencia ficción editada en 1928.

Completan el sumario de Turia, las secciones La isla y La Torre de Babel (una cuidada y amplia sección de crítica de libros, en la que se analizan las más interesantes novedades editoriales en el ámbito de la narrativa, el ensayo y la poesía).

La portada e ilustraciones interiores de esta nueva entrega de Turia corren a cargo de la ilustradora y escritora Sara Morante, una de las creadoras gráficas españolas de mayor prestigio y proyección en el ámbito editorial.

Kafka, un icono de la mejor literatura universal

Franz Kafka (1883-1924) tuvo una vida breve pero intensa. Es, además, un claro ejemplo de mestizaje cultural: aunque nacido en Praga, se le puede considerar como un autor judío bohemio de lengua alemana que murió en le sanatorio austríaco de Kierling, víctima de la tuberculosis y cuando sólo tenía 41 años.

En el homenaje y reivindicación que Turia realiza de la figura y la obra de Franz Kafka se publican textos inéditos de gran valor tanto por lo que se dice en ellos como por la relevante personalidad de sus autores y su contrastada vinculación al estudio interpretativo de la obra de un creador que nunca permite la indiferencia.

 

Franz Kafka


En el artículo que abre el monográfico, y bajo el revelador título de ¿Quién era Franz Kafka?, Isabel Hernández, se nos dice que “Kafka escogió la literatura como medio a través del cual dar rienda suelta a su voz interior”. Por eso, cuando sólo tenía 20 años, escribe una carta a un amigo en la que concluye: “un libro ha de ser el hacha que resquebraje el mar helado que hay dentro de nosotros”. Tras analizar las claves y los temas que atraviesan toda la obra kafkiana, Hernández plantea una sugestiva interpretación final: “¿Acaso preveía Kafka ya su posterior fama universal y, en medio de sus indecisiones, jugaba con la posibilidad de llegar a ser tras su muerte el escritor que le habría gustado ser en vida? A sabiendas de que el tiempo apremia y mientras reflexiona sobre su «vida no vivida», piensa sin más en ofrecer un nuevo texto a los lectores, en hacer que la vida siga fluyendo a través de su pluma, en un intento, tal vez desesperado, de esquivar por el momento, ese momento feliz que proporciona la obra de arte concluida, la llegada de la muerte, un personaje que de principio a fin ha recorrido con él su obra y su vida: «He estado muriendo toda mi vida y ahora voy a morir de verdad […]. A veces me parece como si fuera la vida lo que me molestara». Una vida a la que, paradójicamente, pero como él bien sabía, fue capaz de sobrevivir en sus textos, a los que, con la ambigüedad que lo caracteriza, también quiso condenar a una temprana muerte, sabiendo, probablemente, que en manos de un amigo que, aunque fiel, era consciente de su verdadero valor literario, esta muerte, al contrario que la de su cuerpo, nunca llegaría a tener lugar, sino que se convertiría en su bien más preciado gracias al cual su amigo lograría vencerla definitivamente para convertirlo en un breve espacio de tiempo en un escritor de magnitud universal”.

Como muy bien subraya en Turia Markéta Malisová, directora del Centro Franz Kafka de Praga, “cuanto más lees a Kafka, más lo admiras. Todo el mundo se va encontrando en él a sí mismo”. Aunque, como nos recuerda, “en vida no llegó a verse reconocido públicamente como escritor, con la excepción de alguno de sus amigos”. Y es que, “el descubrimiento y la fama de Kafka la inició su mejor amigo, Max Brod, a quien su familia entregó toda su obra para que la ordenase. Kafka pretendía quemar todo lo que no se hubiera publicado. En lugar de ello, Brod lo ordenó y fue publicando entre los años 1925 y 1927 las novelas ‘El proceso’, ‘El castillo’ y ‘América’. Sin embargo, el que Kafka forme parte inseparable de la cultura checa es un fenómeno reciente: se produjo con la llegada de la democracia, en 1989 y con la llamada Revolución de Terciopelo. Durante décadas estuvo prohibido en las escuelas y en las bibliotecas estuvo disponible de forma esporádica: “Kafka, como autor judío, era un enemigo para el totalitarismo nazi, y para el régimen comunista se convirtió por varias razones en un símbolo directo de una cultura ‘decadente y reaccionaria’ y, cómo no, de la siempre peligrosa cultura burguesa”.

El escritor Gonzalo Hidalgo Bayal, a quien la crítica siempre se ha referido como el Kafka extremeño, tiene muy claro que “Kafka está por encima de sus comentaristas, sobrevive a sus exegetas y se sobrevive a sí mismo”. Y también afirma en Turia: “Los textos narrativos de Kafka avanzan como ampliación de ondas o círculos concéntricos que parten generalmente de sí mismo, son expansiones de percances biográficos, como se comprueba fácilmente viendo hasta qué punto se confunden con apuntes de los diarios o son paralelos en su elaboración”. Según su análisis, “Kafka está más allá de sus escritos y de sus silencios y, si las imperfecciones son el fundamento de la vida, como quiere la leyenda, entonces también fue en la imperfección, en la fragmentación, en el abandono y en el fracaso donde Kafka terminó rozando lo imposible y alcanzando alguna forma de totalidad y permanencia”.

Entre las aportaciones internacionales sobre Kafka, también publica Turia un artículo de Felix Philipp Ingold, uno de los grandes autores, periodistas culturales, traductores y profesores suizos de lengua alemana. Otro reputado experto en Kafka es el germanista Michael Braun, director del departamento de literatura de la Fundación Konrad Adenauer.

Respecto a la participación española en este sugerente asedio creativo y crítico a Franz Kafka señalar, además de los ya citados, la presencia de escritores como Berta Vías Mahou y Diego Moldes; de críticos literarios como Ignacio Echevarría, de traductores como Adan Kovacsis y de profesores universitarios como: Carlos Fortea, Marisa Siguan, Carmen Gómez García, Álvaro de la Rica, Elisa Martínez Salazar y Javier Sánchez Zapatero.

Cierra el monográfico una cuidada y completa biocronología de Franz Kafka elaborada también por Isabel Hernández.

Ilustraciones originales de Sara Morante

La portada y las ilustraciones interiores del nuevo número de la revista Turia se enriquecen con la publicación de una serie de once imágenes originales elaboradas por Sara Morante, una de las creadoras gráficas de referencia en el actual panorama español. Dotada siempre de una inequívoca sensibilidad para interpretar los textos e ilustrarlos, Morante posee también una indiscutible maestría técnica que dota de personalidad propia a su trabajo. Gracias a ambos factores, puede decirse que ha forjado un estilo personal que reconoceremos siempre y que nos atrae poderosamente.

 

Ilustración de Sara Morante para la revista Turia


Sara Morante, que se autodefine como “una trabajadora autónoma que realiza obras creativas”, es sin duda una de las ilustradoras españolas con más prestigio y presencia en nuestra industria editorial. Buena parte de su tarea la ha realizado con las mejores editoriales independientes, así como ha colaborado con los principales medios de comunicación. En los últimos años, además, ha incorporado la escritura a su labor y lleva ya publicadas dos novelas ilustradas que han obtenido el favor de los lectores y de la crítica.

Nacida en Torrelavega, Cantabria, en 1976, reside en la localidad francesa de Hendaya. Ha ilustrado novelas, cuentos, poemarios y ensayos de Susan Glaspell, Katherine Mansfield, Virginia Woolf, Sylvia Plath, Lewis Carroll, Edgar Allan Poe, César Vallejo, Alaine Agirre, Emily Brontë, Miguel Hernández, Elizabeth von Arnim, Aino Kallas, Mark Twain, Jane Austen, Edith Wharton, Benito Pérez Galdós, Espido Freire, Patricia Esteban Erlés, V. Garshín, Hans Christian Andersen, Fabrice Gaignault y Raúl Vacas.

Su trabajo se puede encontrar en más de sesenta cubiertas de libros, entre la que se encuentra toda la obra de Carson McCullers en la edición en castellano. Consiguió el Premio Nacional de Arte Joven 2008 del Gobierno de Cantabria, categoría Ilustración, y el Premio Euskadi de Ilustración 2012 por su trabajo en el libro ‘La flor roja’.

Como autora, ha escrito e ilustrado La vida de las paredes (Lumen, 2015) y Flor fané (Astiberri, 2021). Es la autora del cartel de la Feria del Libro de Madrid de la edición 2019. Ha expuesto de forma individual y colectiva en varias ocasiones; colabora en prensa y publicidad e imparte cursos y seminarios sobre ilustración.

Turia publica un inédito de Elfride Jelinek, Premio Nobel de Literatura

Premio Nobel de Literatura, en 2004, la escritora austríaca Elfriede Jelinek es una de las autoras más relevantes que participa en el homenaje colectivo que la revista Turia dedica a Franz Kafka. Defensora a ultranza de la importancia del lenguaje, cuenta con una valiosa obra en la que se ha no sólo ha destacado como narradora sino como autora teatral. Además, Jelinek siempre se ha mostrado como defensora del feminismo (“No creo que cualquier mujer capaz de pensar pueda ser otra cosa que una feminista”) y practicado en su labor literaria la crítica social (“Un escritor nunca debe comprometerse con los poderosos, con los gobernantes. Debe criticarles, ése es su deber"). Su obra más célebre internacionalmente es La pianista, luego llevada con éxito al cine por su compatriota Michael Haneke.

A continuación, un fragmento del texto que publica en Turia:

La medida del juicio

“(…) Para mí, Kafka es un autor de emoción extrema. El anhelo de soledad le precede, se precipita tras él, y por eso, naturalmente, a menudo no está solo. Mientras la soledad le espera en el lugar al que ha llegado, ya no está solo. Porque ya no estará solo en ningún lugar, ya no lo está. Después, sin embargo, vuelve a estar solo. De casi ningún otro poeta se ha dicho tanto como de Kafka. A todo eso no puedo añadir que tuviera valor, soy consciente de ello. Cuando sigo las vivencias de Kafka, inmediatamente me persiguen con su propia descripción del viaje de la inmovilidad. Veo una estantería en la que un, cualquier (¡no un cualquier!) señor K. está encajando desesperadamente unas tablas para poder poner algo en ellas. Al instante la tabla, no sabe por qué, vuelve a caerse. No se sostiene. Las tablas no aguantan. Se sujetarían solas si no pudieran sujetarse solas, pero no pueden sujetarse en el marco. Hay un amigo trabajando inútilmente en un país extranjero, tal vez está enfermo, no, probablemente se ha puesto enfermo, porque es un extraño en el extranjero al que quería ir, medio enviado por su amigo, medio enviado sin franqueo, sin sello, siempre mal aconsejado, pero tal vez no esté allí en el extranjero, igual que el que habla de él, en el momento en que quiere sentarse y hablar de él y ya han vuelto a expulsarlo de su propia palabra. Ahora sigue hablando porque ha preguntado a su lengua, y esta le ha permitido hablar. Sin embargo, la tabla de lengua que ha colado sin ninguna simplicidad, ya se ha salido, se cae, se desliza, no tiene ninguna relación correcta, con lo que sea, con sus compatriotas en el extranjero, con sus amigos extranjeros en casa, no surge ninguna relación correcta, otra relación se pierde en el camino. ¿Cómo escribir a un hombre que, por ejemplo, se ha preparado para una soltería definitiva, puesto que no tiene relaciones sexuales y no quiere tenerlas? (…)”

El redactor recomienda