Síguenos
La era del Tío Cesáreo es otra vez el espacio de juegos de los niños de Bueña La era del Tío Cesáreo es otra vez el espacio de juegos de los niños de Bueña
Durante el verano se llevaron a cabo diversos talleres para acondicionar tanto la vegetación como las esculturas e inventos que hay en la era del Tío Cesáreo de Bueña

La era del Tío Cesáreo es otra vez el espacio de juegos de los niños de Bueña

La familia ha hecho una cesión a la Asociación A-Bueñíza-Te para su recuperación y uso
banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

La Asociación Cultural A-Bueñíza-Te ha recuperado la era del Tío Cesáreo como espacio de juegos y lugar de paseo para niños y mayores. Se trata de una era que el herrero del pueblo Cesáreo Gimeno Martín, ya fallecido, convirtió en un vergel en el que árboles y plantas alternan con elementos decorativos realizados a partir de elementos de desecho.

La era se ha acondicionado en los últimos meses a través de varios talleres llevados a cabo por los vecinos y también con la contratación de algunas empresas especializadas.

Para poder dar uso otra vez a la era del Tío Cesáreo se firmó un contrato con la familia que la ha cedido, con la condición de su acondicionamiento, por un plazo de tres años a la Asociación Cultural A-Bueñíza-Te. La vicepresidenta, Bea Martín, señaló que, si ambas partes están de acuerdo, la idea es ampliar el acuerdo por más años con el fin de que la era se convierta en un espacio de referencia para los turistas. En este sentido, comentó que se trata de un lugar único y que muestra el carácter pionero en cuestiones de reciclado de Cesáreo Gimeno.

En la imagen, Cesáreo Gimeno, con algunos de los materiales utilizados para sus creaciones

Los trabajos en la era del Tío Cesáreo han consistido, entre otras cosas, en la poda de los árboles que lo requerían, varios arreglos de albañilería o la recuperación de la cúpula de alambre, que se diseñó para que trepara la enredadera por ella pero se había caído. Además, los niños se ocuparon de plantar los arbustos, como una forma de que se sientan partícipes del proyecto.

Bea Martín indicó que el espacio que creó este vecino alberga varios elementos de gran interés, como un invernadero realizado a partir de piezas de un Seat 600. Además, hay un macetero hecho con el tambor de una lavadora o varias esculturas tanto de forja como de alambre. Con todo ello se ha creado una exposición artística. El herrero era experto en crear objetos a partir de materiales de desecho y los hacía todos a mano.

Una de las creaciones más emblemáticas del herrero es un invernadero con piezas de un 600

Entre ellas hay un columpio que, al utilizarlo, activa una campana. “Todo el pueblo sabía que había niños en la era porque la campanilla lo anunciaba”, argumentó Bea Martín. Ahora han recuperado el columpio con ayuda del hijo del Tío Cesáreo, que también es herrero y se llama como su padre, Cesáreo Gimeno. La colaboración de los familiares del autor de la era ha sido fundamental a la hora de poder recuperar algunas de las piezas y sacar adelante el proyecto.

Además, el forestal de la zona, Julio Sánchez, impartió una conferencia sobre las particularidades que tiene el monte de Bueña y la necesidad de cuidarlo.

El columpio anuncia que hay niños usándolo porque con el movimiento se acciona una campana

Por otro lado, el pasado viernes el escultor de Burbáguena José Azul, y el herrero e hijo del Tío Cesáreo, Cesáreo Gimeno, que realiza forja artística, explicaron a todos los vecinos cómo trabajan sus creaciones a partir de hierro.

En una era en medio de un risco el herrero de Bueña creó un vergel y para mantenerlo verde ideó un sistema de aprovechamiento del agua de riego a partir de unas pilas viejas reutilizadas. Precisamente sobre el aprovechamiento del agua se ofrecerá una ponencia en próximas fechas a cargo de José Carlos Rubio, autor de diversas investigaciones sobre los humedales del Jiloca.

Algunos de los voluntarios que participaron en las actividades para recuperar el espacio emblemático del pueblo

Bea Martín indicó que la gente del pueblo está muy contenta de que se haya recuperado la era y la idea es que se convierta en un espacio de ocio para los niños y también para los mayores. “Él quería que su era fuera un parque para los niños y todos los niños de Bueña han jugado siempre allí”, argumentó la vicepresidenta de la agrupación que está dinamizando la localidad.

Además, durante las jornadas culturales celebradas el pasado verano se proyectó un vídeo rodado en 1990 para dar a conocer cómo estaba la era antes de la intervención de Cesáreo Gimeno Martín y también cómo quedó tras su trabajo.

Un adelantado a su tiempo

El Tío Cesáreo nació en 1910 y empezó en la década de los 80 a rehabilitar la era, que era un peñasco del que logró sacar vegetación. El la utilizó de huerto hasta comienzos del siglo XX, pero quedó en desuso tras su fallecimiento, en el año 2005. Su familia tiene allí algunas gallinas, pero no podía atender el resto del espacio por falta de tiempo, de forma que este mismo año lo ha cedido a la Asociación A-Bueñíza-Te para su conservación e impulso como foco de interés turístico.

Mayores y pequeños se han implicado en la recuperación de la vegetación y las esculturas de la era del Tío Cesáreo

Desde A-Bueñíza-Te quieren que la era sea un jardín botánico y de reciclado de referencia en toda la zona del Jiloca. Para poder asumir la gestión del espacio creado por Cesáreo Gimeno Martín hubo que cambiar los estatutos .

La recuperación de la era se enmarca en un proyecto para poner en valor todos los elementos patrimoniales de Bueña. Para ello, además de contar con la colaboración vecinal, desde la agrupación tienen el respaldo del Ayuntamiento. Con el fin de dar a conocer los elementos de mayor interés de Bueña se han colocado una quincena de baldosas indicativas del lugar en otros tantos espacios, entre los que se encuentra el castillo, la ermita, la iglesia, el bar o el lavadero, entre otros lugares. El creador de estas pinturas, realizadas con acuarela y pasadas después a cerámica, ha sido Javier Santos.

El redactor recomienda