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Hard metal clásico con denominación de origen Hard metal clásico con denominación de origen
Satanases del Infierno volverá a los escenarios este viernes, en el Lebowsky. Carolina Ferrer

Hard metal clásico con denominación de origen

La banda turolense Satanases del Infierno actuará este viernes en el pub Lebowsky
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El pub Lebowsky de Teruel será escenario este viernes 19 del concierto, a partir de las 20 horas, de Satanases del Infierno, una de las bandas exponentes de la nueva ola de música que está dándose en la capital. Formado por María Santos (voz), Diego Martínez (bajo), Jacobo Villanueva (guitarra), David Lafuente (guitarra) y Fran Gallego (batería), el grupo ofrecerá un repertorio de versiones en inglés de hardrock y metal que mezcla algunos de los clásicos del género con otras bandas británicas y norteamericanas menos conocidas.

No es la primera vez que Satanases del Infierno defiende su propuesta en vivo, aunque el del viernes será su primer concierto de larga duración, presentando más de una quincena de temas que se prolongarán hasta la hora y media larga. Hasta ahora habían actuado en festivales con cuatro o cinco canciones, durante la última edición del Jamón Fest de septiembre o en las citas organizadas por el Centro de Estudios Musicales On Music.

Satanases forma parte de las bandas de músicos aficionados que se están formando al calor principalmente de On Music, que nació hace diez años de la mano de Fran Gallego como primer centro de estudios en Teruel especializado en música y armonía moderna. De hecho esta banda surgió como un combo -clase de música que trabaja específicamente la interpretación grupal- en 2019, poco antes de la pandemia. Comenzó con David Lafuente, Diego Martínez, María Santos, el guitarrista Guillermo Paricio y Fran Gallego, director y profesor de la academia, a la batería. “Después de la pandemia retomamos el combo, Guillermo tuvo que dejarlo y en 2022 se incorporó Jacobo Villanueva” completando la formación, como recuerda uno de sus miembros, Diego Martínez.

El bajista define el estilo de la banda como “hard rock y metal principalmente, desde los años 70 a música de los 2000”. Entre los temas que tocan están covers y versiones de referencias clásicas como Led Zeppelin, Ozzy Osbourne o Dio, y otras bandas más contemporáneas como Audioslave, Rival Sons o Foo Fighters.

“No tenemos nada contra el rock en castellano”, advierte Diego Martínez, “aunque es verdad que hemos probado incluir algún tema y por unas razones u otras no ha terminado de cuajar”. La banda turolense ha construido su repertorio de covers y versiones -de forma un tanto apócrifa suele entenderse por cover una copia de una canción ajena, y por versión una reinterpretación, con cambios en alguno de sus arreglos o elementos- de forma cooperativa, a propuesta de alguno de los miembros y con el consenso del resto. Las primeras canciones que toca cualquier de los combos de On Music suelen responder a su valor didáctico en cuanto a nuevas técnicas y recursos a emplear para interpretarlas, siempre dentro del estilo o estética que tienen en común sus músicos. Una vez el combo va adquiriendo experiencia, el profesor deja que sean los propios alumnos quienes proponen los temas a estudiar, “aunque de forma inconsciente siguen siendo fuente de aprendizaje, porque no hay dos canciones iguales y de todas aprendes algo nuevo”, afirma el bajista.

¿Y en cuanto a temas propios? Aunque aquí cada uno de los satanases tiene su propia opinión, Martínez admite que con el tiempo le gustaría empezar a lanzar canciones originales, y de hecho ya tiene alguna composición todavía sin arreglar. “Pero no es fácil porque en nuestro setlist llevamos algunas de las mejores canciones de hardrock de los últimos 40 años”, matiza el músico. “Así que si incorporamos canciones propias tienen que estar a la altura, no desentonar excesivamente con ellas, lo que no es un reto sencillo”.

Imagen de la banda turolense durante una actuación en el parque de Los Fueros. Reinaldo Zamora

También tiene claro el bajista que, a excepción de Fran Gallego, todos los músicos que forman parte de Satanases del Infierno son aficionados, cada uno con sus propios empleos, circunstancias vitales y agendas. “Somos muy diferentes entre nosotros y tenemos diferentes perspectivas de la vida. Yo, personalmente, cuanto más lío mejor”, bromea el bajista. Cuando un combo evoluciona y ensaya regularmente -actualmente Satanases no cuenta con local propio, aunque tocan semanalmente en On Music- lo natural es que surja la necesidad de tocar en directo. “Yo nos veo tocando en concentraciones moteras y eventos de ese tipo, porque somos un grupo tributo y creo que nuestro repertorio no cabe tanto en fiestas de pueblos”.

Boom musical

En cualquier caso Satanases del Infierno forma parte de una nueva hornada de grupos de música contemporánea que están surgiendo en la capital durante los últimos años, junto a otros como Disonancia, Gipitanos, The Persons, Garrampa, La Cotxera, Rosemary Pain -que todavía no han debutado en directo-, The Friki Martin, Neverwas, Vizcaíno, The Six Pliers, Amor Fati o Nameless, entre otros, que ha incrementado la oferta musical de Teruel junto a las bandas más veteranas, desde Luciopercas a Chocabeat, pasando por EFFE, Visitantes, Mario Lafuente, Les Morenillas, Lugh, Anextraordinaryquintet o Radizes.

El propio Diego Martínez milita en otro de estos grupos de música de nuevo cuño, Amor Fati, que actuó en Teruel durante la pasada Nochevieja, y que ha tocado también en la sala 101, en el Flanagan’s con periodicidad semanal, en la plaza de Toros y que el 3 de febrero comparecerán en Formiche. Martínez toca un repertorio algo más festivo y comercial junto a músicos que a su vez pertenecen a otros grupos: el cantante Luis Sisa y Pablo Medina al cajón (ambos en Disonanzia), y Diego Soriano y Borja Lacruz, guitarristas en EFFE.

Igual es exagerado llamarlo Movida Turolense, pero Martínez coincide en que algo se mueve en la capital de la provincia: “Yo creo que Teruel capital sí que se está viviendo cierta efervescencia en la música que no se ha dado en otras épocas”, afirma Diego Martínez. “Yo desde luego es lo que estoy viviendo y disfrutando”. En opinión del bajista, Fran Gallego y Julio Zapater, presidente de T-Music, tienen mucho que ver en ello. “La academia de Fran ha propiciado que se cree una cantera de lujo para la música moderna entre mucha gente joven, y muchos que no somos tan jóvenes nos hemos subido al carro”. “Y el Jamón Fest que organiza Julio Zapater también tiene mucho que decir en eso, porque ha contribuido a que muchos grupos podamos empezar a tocar en directo y tener cierta visibilidad”.

El problema es que, a falta de instalaciones municipales donde organizar conciertos de rock, son muy pocos los bares turolenses que tienen capacidad o vocación de organizar este tipo de eventos, y muchos los problemas que en ocasiones les generan. Así que, afirma Diego Martínez, “existe el riesgo de que en Teruel termine habiendo más grupos de música que público”.

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