El grabado ‘Entre la razón y la duda’ de Silvia Castel se alza con el premio Salvador Victoria

El mundo de la creación fija sus ojos este fin de semana en Albentosa. El pequeño municipio de apenas 200 habitantes, en plena sierra de Javalambre, reúne durante estos días a músicos, bailarines, pintores, fotógrafos, poetas y escultores hasta sumar más de 300 artistas en un apretado programa de actividades trenzado entre el IV Premio Salvador Victoria y la tercera edición del Art Festival, que se ha convertido en una referencia y que en esta ocasión ha apostado por la fusión entre el arte y el entorno con la exposición a cielo abierto Conjugar. Senderos de arte y naturaleza. La propuesta logró llenar ayer la plaza de Albentosa desde primera hora en el inicio de una apretada jornada de propuestas culturales para terminar la mañana encumbrando la obra de Silvia Castel Entre la razón y la duda, que se aupó con el IV Premio Salvador Victoria.

“Introducir cultura en los pueblos es fundamental”, dijo la alcaldesa de Albentosa, Yolanda Salvador, en el arranque oficial del festival, y recordó que la actividad ha sido incluida dentro dela oferta cultural del Camino del Santo Grial, que está todavía en construcción pero que ya va tomando forma como un referente cultural.
 

Salvador reconoció que el III Art Festival y los premios Salvador Victoria “están teniendo muchísima repercusión (...) dentro y fuera de la península” y recordó los orígenes de esta cita: “Empezamos con el Festival Solo, o sea, con el concurso de arte y lo que es el Art Festival es la tercera edición”.

Por su parte, la organizadora del festival, la artista local Beatriz Bertolín, se felicitó al comprobar la aceptación de la propuesta, que abarrotó ayer la plaza. Bertolín recordó que en esta edición se ha reunido obra de cerca de 300 autores que han generado “líneas de conexión creativa con artistas excelentes” y subrayó que “lo habitual es encontrar en museos, en ferias internacionales, en libros y traerlos a la plaza del pueblo y acercar el arte de este modo a la ciudadanía me parece muy interesante y, sobre todo, traerlo a Albentosa”.

Música, danza aérea y más

Los acordes del violín de Raúl Marquez empezaron a sonar en la plaza de Albentosa para acompañar a la artista del Jiloca, María Resa, en su espectáculo de danza aérea. El arranque de la tercera edición del Art Festival dejó al público que se abarrotaba en la platea improvisada con sillas del Ayuntamiento y de la Comisión con la boca abierta. Y cuanta más pasión ponía Marquez en el tañer de las cuerdas de su violín, más espectaculares eran las piruetas que Resa ejecutaba con una sonrisa deslizándose entre las telas que pendían desde una altura de más de seis metros.

La de ayer fue la primera vez que se cruzaron los caminos de Márquez y Resa y podría no ser la última. Así lo afirmó el músico, satisfecho del resultado.
 

Los premios

Marie Claire Decay, viuda del artista de Rubielos que da nombre al certamen, coincidió con el resto del jurado en la dificultad que habían encontrado para seleccionar a los finalistas y a los ganadores en una edición que los organizadores calificaros “de récord” al haber reunido un total de 106 obras.

La directora del festival, Beatriz Bertolín, reconoció antes de desvelar los nombres de los autores ganadores, que les había “costado bastante hacer la selección”, sobre todo por haber participado obras de “tantas disciplinas”, destacando sobre las demás la escultura.
 

Pasado el mediodía se abrió la exposición de las 25 obras seleccionadas como finalistas para, a continuación, desvelar los ganadores de esta cuarta edición del premio de arte Salvador Victoria. El primer premio correspondió al grabado Entre la razón y la duda, de la zaragozana Silvia Castel. Se trata de una obra de gran formato creada como un díptico y que refiere a las ruinas que jalonan las cunetas de las carreteras.

El premio Ars Albentosa correspondió a Antonia Carbonell, afincada en Manzanera, por su escultura.

Se entregaron, además, meciones de honor a Sergio Rocafort por su pintura Ocaso; a Xavier Ferragut por su pintura Escalt; y a Javier Lorente, por la obra fotográfica Aliaga 2.

Museo a cielo abierto

Como en un ejercicio de jazz fusión, la exposición Conjugar. Senderos de arte y naturaleza llenó las calles del municipio de creatividad aragonesa. Junto a la obra de once artistas de la comunidad, las láminas que jalonan un recorrido a cielo abierto conectando el centro urbano con la Vía Verde de Ojos Negros que circunvala la localidad, los versos de algunos de los integrantes de la Plataforma Poetas por Teruel, la Asociación Aragonesa de Escritores, Mercedes Bueno y Ana Fuertes convirtieron ese recorrido en un museo de extramuros.
 

La obra de Diego Arribas, Beatriz Bertolín, Paula Calero, Ricardo Calero, Jesús Cisneros, Marta Chirino, Julia Dorado, Isidro Ferrer, Uge Fuertes, Salvador Victoria y Prado Vielsa se exhibe durante todo el fin de semana en las rejas de las ventanas, las vallas y en las paredes de las calles que unen esos dos puntos en lonas en las que la imagen de una de las obras de estos artistas se acompaña de los versos que ha inspirado cada obra en uno de los poetas.

Bertolín hizo de cicerone de una nutrida comitiva en un tramo de esta exposición callejera. Además de presentar algunas de las láminas, la directora del festival compartió momentos con representantes de la Plataforma Poetas por Teruel, que se sumaron desde primera hora a la actividad del festival, o con autores y voces del mundo del arte que habían participado de una u otra forma en la actividad. Así, Diego Arribas, cuya obra pendía en una pared, recordó la figura de Salvador Victoria, que da nombre al premio de arte, rememorando que Victoria “se fue a Paris cuando París era la cuna de todos los ismos y todas las vanguardias” y se felicitó de “tenerle como paisano en la comarca” y de tener un museo con su nombre. Arribas destacó, además, que lleve su nombre “un certamen tan importante” como el que se falló ayer.
 

Precisamente, Beatriz Bertolín se felicitó por contar con la participación de Arribas, cuyo modelo de musealización de las antiguas minas de Ojos Negros ha sido, dijo, un referente en la organización de la exposición.

También tomó la palabra Mercedes Bueno, comisaria en varias exposiciones, que celebró la apuesta de hacer la exposición “a cielo abierto” para “acercar el museo a cada uno de nosotros” porque “se trata de abrir los ojos de la mente y del corazón y dejarlos sentir”.

La actividad continuará este domingo con la muestra Calles con Arte - Maravilloso Vacío de 44 artistas turolenses y el concierto de música folk a cargo del grupo Lugh. Por la noche se hará un recorrido por la literatura escrita por mujeres.