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El Festival Poborina Folk vuelve a darse un baño  de masas en su regreso tras la pandemia El Festival Poborina Folk vuelve a darse un baño  de masas en su regreso tras la pandemia
Imagen del mercado de puestos de artesanía instalado en El Pobo durante la celebración del festival Poborina Folk 2022. M. A.

El Festival Poborina Folk vuelve a darse un baño de masas en su regreso tras la pandemia

Las músicas del mundo fueron las protagonistas durante la jornada central del festival turolense
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El Pobo volvió a darse un baño de masas el sábado durante la jornada central de su festival de bienvenida al verano, la XXII edición de Poborina Folk, la que la organización ha venido a denominar primera edición d.c. (después del covid). Tras una plácida mañana de sábado, en la que las jotas de la Ronda del Pobo y el tradicional programa de radio El Trébede Clandestino despertaron a quienes habían llegado al festival durante la jornada del viernes, bastante numerosos y con pocas muestras de agotamiento tras la primera e intensa noche, se dio paso al grueso de la programación folk del festival, con más de media docena de conciertos y el resto de actividades previstas para el día.

A falta de que tras la jornada de hoy domingo la asociación El Ardacho que organiza la cita haga un balance definitivo, todo apunta a que este Poborina estará de nuevo en cifras de record de asistentes. Dos años de ausencia por culpa de la pandemia han sido demasiados para los amantes del folk internacional, muchos de ellos fijos en el interregno entre  la primavera y el verano en El Pobo, que derrochaban ganas de reencontrarse de nuevo en la localidad serrano, pero no suficientes para olvidar uno de los festivales decanos de la provincia de Teruel.

Para Asier y Nagore, llegados desde Bilbao, la de este fin de semana ha sido la quinta vez que acuden a Poborina, que conocieron “por casualidad” durante un viaje por Aragón que realizaron hace diez años. La pareja vasca asegura que echaba de menos “el ambiente, la música y el buen rollo” que destila Poborina, y este año no dudaron en cogerse las vacaciones “a propósito para poder acudir de nuevo al festival”.

Para Andrea, sin embargo, el de este año fue el primer Poborina. Llegó el viernes por la tarde junto a unas amigas de Zaragoza y ha dormido en una furgoneta en la zona de acampada. La zaragozana cuenta que “teníamos planeado venir en 2020 y nos dimos un disgusto cuando tuvo que cancelarse por culpa de la pandemia. Así que este año no hemos querido perdernos la ocasión”.

La Ronda de El Pobo homenajeó en El Trébede Clandestino al jotero recientemente fallecido Teodoro Biel. M. A. 

El Trébede Clandestino

Una de las caras conocidas de Poborina, Iñaki Peña, regresó a su cita en el escenario principal con su programa de radio El Trébede Clandestino, en honor al histórico programa de Radio Nacional sobre folk. Allí dio espacio ante el público a diferentes voces del folk y de la España Vaciada, como Viella Nuei o la La Plataforma a Favor de los Paisajes de Teruel. Y por supuesto también contó con música, la de Charraire o la de la Ronda de El Pobo, que cantó tres jotas en homenaje a Teodoro Biel, jotero que perteneció a sus filas y que falleció recientemente durante el proceso de refundación del Cachirulo de Teruel, que sigue adelante con algunos de los cantadores y músicos que subieron al escenario.

Ya por la tarde los Cabezudos y Esfuriatronadas ofrecieron un pasacalles tras la hora de comer que dio el pistoletazo de salida a la actividad, que ya no decayó hasta la madrugada, que cerró el turolense DJ Paco Nogué, otro de los históricos de Poborina.

Entre tanto asaltaron el escenario principal de Poborina los dos cabezas de cartel, Xabier Díaz & Adufeiras de Salitre y Doudou Nganga Band. Dos bandas muy diferentes, la primera procedente de La Coruña y la segunda de Kinshasa (Congo), si bien Nganga lleva varios años afincado en Valencia, pero muy unidas por la vocación de difusión del folclore en la que llevan trabajando desde hace varios años, y donde la percusión en el caso del gallego y las voces y los coros, en el del africano, fueron protagonistas.

El escenario principal durante el concierto de Iksum del viernes.Poborina

En ese escenario principal también se pudo disfrutar, a lo largo de todo el día, de la atípica propuesta salmantina de Entavía, o de Ainda Nao, que con su espectáculo Embrujo Tour ofreció una fusión de las músicas Mediterráneas con su característico toque balcánico.

Por su parte formaciones como la manchega Ronda de Motilleja llevó su espectáculo itinerante por las calles del pueblo, donde también pudieron escucharse los Tambores de Teruel o las Albadas de El Pobo, y tampoco faltaron la chocolatada popular y los huevos fritos tradicionales de la tarde, los DJ de El Gancho Sonidero o la habitual actividad astronómica que organiza la asociación Actual, con una observación estelar guiada pasada la medianoche.

Clausura

Poborina Folk tiene previsto echar el cierre al mediodía de hoy, cuando regresará a la normalidad. Antes de eso Tambores de Teruel realizará una exhibición a las 12 horas con su formación infantil, media hora antes de que la Ronda Asti Queda Ixo! suba al escenario principal por última vez y Charraire ofrezca un pasacalles a partir de las 14 horas, para despedir a todos los visitantes congregados en la localidad.

Imagen de la exposición instalada por Dinópolis en la sala polivalente de El Pobo

Un repaso a los 17 yacimientos paleontológicos de Teruel

El espacio multiuso de El Pobo ha acogido durante el festival la exposición itinerante Los yacimientos paleontológicos BIC de la provincia de Teruel. Como explica el director de la Fundación Dinópolis, Alberto Cobos, “la muestra consta de 21 paneles expositivos diseñados de forma atractiva y didáctica. En ellos se muestran diversas generalidades sobre el patrimonio paleontológico y sobre su utilización en el ámbito científico y divulgativo en favor del desarrollo territorial. Además, se dan a conocer las características principales de cada uno de los diecisiete yacimientos paleontológicos que en Teruel son Bien de Interés Cultural”. Entre ellos se encuentran el yacimiento de grandes pistas de fósiles de invertebrados del Jurásico (hace unos 160 millones de años) de Bueña, los trece yacimientos de huellas de dinosaurios situados en Ababuj, Abenfigo, Ariño, El Castellar, Galve y Miravete de la Sierra -que comprenden desde el Jurásico Superior (hace unos 150 millones de años) hasta el Cretácico Superior (hace unos 95 millones de años)- y los dos yacimientos de vertebrados del Turoliense (hace unos 7 millones de años) en Concud y el del Villafranquiense (hace unos 2 millones de años) en la Puebla de Valverde.

Esta exposición forma parte de las diversas actuaciones paleontológicas y museográficas desarrolladas por la Fundación Dinópolis en el marco del proyecto Los yacimientos paleontológicos BIC de la provincia de Teruel como factor de desarrollo territorial (Dinosaur Tracks Road), y cuyos trabajos son subvencionados por el Gobierno de España y el Gobierno de Aragón con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel.

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