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El cine de autor cumple una década en Alcañiz de la mano del taller Delicatessen El cine de autor cumple una década en Alcañiz de la mano del taller Delicatessen
Un momento de la presentación de una película el pasado 9 de marzo. Taller de cine Delicatessen

El cine de autor cumple una década en Alcañiz de la mano del taller Delicatessen

Los aficionados al séptimo arte se reúnen todos los miércoles lectivos del año en el Liceo
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Javier Gascó

Alcañiz y el cine, el cine y Alcañiz. Una relación que quedó huérfana en el año 2011 cuando los amantes del séptimo arte se quedaron sin el único cine de la localidad. La clausura de esa puerta abrió una nueva ventana que este año cumple una década de vida. A través del IES Bajo Aragón, los alcañizanos volvían a tener acceso a las películas gracias a la creación del Cine Club Delicatessen. Eva Segura y Ana Esther Gil fueron las encargadas de una primera proyección que quedó grabada en la memoria de los cinéfilos bajoaragoneses. En enero de este año se cumplieron diez años desde aquella primera reproducción y el taller de cine Delicatessen sigue su crecimiento imparable año tras año.

Lo que comenzó siendo como una actividad extraescolar llevada a cabo en el gélido instituto alcañizano hoy en día es un elemento cultural indispensable de la capital bajoaragonesa que mantiene con vida un séptimo arte que no pasa por su mejor momento. Así lo considera Jesús Gómez, uno de los organizadores actuales del proyecto: “Nos consideramos nostálgicos de la pantalla oscura. Igual el cine tiene los días contados, pero con este tipo de actividades podemos mantenerlo con vida algún tiempo más”.

Y es que el crecimiento del taller ha sido notable durante el último año, con una participación media de 25 personas por sesión y con picos que han llegado incluso a los 40 participantes. “Este año la gente tenía más ganas. Siempre hemos sido como mínimo 20 personas. Tenemos un grupo muy fijo y fiel”, comenta Gómez. Todos los miércoles lectivos del año a las ocho de la tarde las puertas de la sala multiusos del espacio Liceo de Alcañiz abren para acoger a los cinéfilos interesados: “Empezaron viniendo alumnos del instituto, pero con el tiempo ha ido apuntándose más gente interesada por el cine. Vienen incluso de otros pueblos, tenemos una pareja de Valderrobres que suele acudir a todas las sesiones”.

Un formato evolucionado

Las sesiones actuales del taller de cine Delicatessen poco o nada tienen que ver con las que se llevaban a cabo hace una década en la capital bajoaragonesa. La primera proyección, con fecha del 17 de enero de 2012, tuvo lugar en el salón de actos del IES Bajo Aragón. Allí se desarrollaban las primeras sesiones. Sin embargo, el frío condicionaba en exceso las proyecciones. Un mes después, mediante la colaboración de Ignacio Micolau, responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Alcañiz por aquel entonces, el taller se pudo trasladar al recién estrenado Liceo de la ciudad. “Comenzamos en el instituto, pero al poco tiempo surge la posibilidad de trasladar la actividad a una sede mejor y no nos lo pensamos”, confiesa el organizador de la actividad.

Desde el traslado a su nueva ubicación el taller de cine Delicatessen cumple cada miércoles lectivo del año. La proyección siempre se realiza en versión original y la entrada es libre. Las películas que suelen ser objeto de análisis difieren notablemente del cine comercial por lo que según Jesús Gómez “no hacemos competencia al cine de la ciudad, el nuestro es un cine distinto”.

Lo que nunca ha cambiado a lo largo de la década que lleva en activo el taller es el formato. Alguno de los miembros de la organización se encarga de preparar una pequeña presentación de la cinta que se va a visionar y posteriormente se realiza una tertulia entre todos los participantes acompañada de cervezas, vinos u otro tipo de refrescos en algún bar de la zona. Sin embargo, este curso se ha llegado a un acuerdo con el restaurante Espacio Liceo mediante el cual el coloquio posterior a la proyección se lleva a cabo en su salón.

Sesiones especiales

El vínculo entre el cine y la gastronomía también ha dejado una par de sesiones curiosas dedicadas al papel del arte culinario en el arte cinematográfico. “Luis Estopiñán, que es el chef del restaurante del Liceo, es un gran amante e impulsor de la cultura y le gusta acoger iniciativas de este tipo. Además, las dos sesiones especiales que hicimos tuvieron bastante éxito”, comenta Jesús Gómez.

Los ciclos temáticos u homenajes también son costumbre entre los participantes del taller de cine Delicatessen. La iniciativa trata de estar a la orden del día en cuanto a asuntos que se pueden tratar desde un punto de vista cinematográfico. El hecho de que la mayoría de organizadores fueran profesores del instituto ayuda a entender esa capacidad para explicar conceptos a través del séptimo arte.

El objetivo de la actividad, como no podía ser de otra manera, es fomentar el conocimiento y la afición por el cine a través de las películas en versión original. De ese modo, los participantes pueden familiarizarse con idiomas extranjeros. “El taller ya se ha desvinculado un poco como actividad extraescolar, pero a muchas sesiones sí que vienen alumnos de la escuela de idiomas o de la escuela de adultos”, dice uno de los organizadores del taller de cine Delicatessen.

Registro de actividad

Diez años dan para mucho, pero desde la organización de la actividad no se ha querido perder detalle de todas las películas visionadas durante este período. Un total de 312 proyecciones han culturizado a lo largo de la década a los alcañizanos. La primera de ellas fue la película británica Another year y la última en sumarse a la lista de elegidas fue Gloria, una cinta chilena del director Sebastián Lelio, que fue objeto de debate en la última reunión del miércoles 16 de marzo.

El cine de autor suele ganarse el protagonismo en la sala, pero para la elección de las películas prima el interés de los participantes por la misma. “Proponemos las películas que pensamos que pueden generar un interés entre los aficionados que suelen ser habituales”, comenta Jesús. La filmografía que ha dado forma al taller durante estos últimos diez años se puede consultar a través de la página web www.abretedeorejas.com, en el espacio dedicado al taller de cine Delicatessen.

La apuesta de la organización por la cultura va de la mano con la concepción del cine como un acto social: “Entendemos el cine de manera diferente, estamos en contra del individualismo de las pequeñas pantallas. Es muy distinta la actitud del que decide asistir a una sesión cinematográfica en una sala oscura compartiendo con los demás espectadores ese momento mágico en el que se apagan las luces y la pantalla se ilumina, no habrá interrupciones y dedicarás un tiempo a la obra de unos creadores que intentarán que sientas emociones muy distintas”, reflexiona Jesús Gómez. El organizador considera que la llegada de la pandemia, que interrumpió las sesiones, ha jugado un papel clave en ese individualismo de las pequeñas pantallas.

Por contra, estos “romanticistas trasnochados”, como ellos mismos se denominan, son los encargados de mantener viva la cultura alternativa en Alcañiz.

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