El Barranco de Las Umbrías de Gúdar: ruta circular PR-TE 33 en un enclave natural privilegiado

Aunque es una ruta apta para todos los públicos, obviamente dependerá de la condición física de cada uno. Gran parte del mismo recorre pistas, caminos, senderos en buen estado, pero también es cierto que por el cauce del barranco y sus lindes el camino se desdibuja un poco y hay que tener cierto cuidado en seguir el recorrido y tener cierta precaución en nuestras pisadas.
 

Gúdar es un pueblo de poco más de 70 habitantes, está en un entorno natural privilegiado en la Sierra de Gúdar. La primitiva localidad, hacia el siglo XIV-XV se ubicaba en la Peña Magdalena, cuyo topónimo viene de la ermita que allí se ubica. Posteriormente el pueblo se extendería hacia el sureste de ese “gran peñasco” o espolón que es perfectamente visible desde la lejanía, vengamos desde Alcalá de la Selva o desde Allepuz.

Antes de salir y una vez dejamos el vehículo en el pueblo contemplamos la iglesia parroquial, que contrasta por su monumentalidad con las casas adyacentes. Su advocación es a Santa Bárbara, edificio neoclásico, en mampostería y cantería, del siglo XVIII. Posteriormente entramos al bar que hay al lado de la iglesia para tomar un café y comentar si hacemos la ruta “hacia arriba” o “hacia abajo”, al final decidimos hacerla hacia arriba. Es decir, continuar en dirección Este (dirección Valdelinares) hacia la ermita de santa Quiteria. Más tarde comprobaremos que hubiera sido preferible empezar en la base de Gúdar hacia El Castelejo y La Rambla y ascender suavemente por el barranco de las Umbrías para retornar al pueblo desde arriba.

Enseguida salimos del pueblo siguiendo las señales que indican la dirección al barranco de las Umbrías, avanzamos unos metros por la calzada, habremos dejado un peirón a nuestra derecha y hemos conversado con gente del lugar que también inician este camino, pero para ir a santa Quiteria.

A unos 800 m una señal indicativa nos hará salir de la calzada y desviarnos a la izquierda. Seguiremos el camino señalizado realizando una ascensión suave que nos llevará a la zona más alta del recorrido (1650 m).
 

Vamos ascendiendo y dejando a nuestra mano izquierda La Solanica y vamos pasando a la Hoya de los Doces, una hondonada amplia donde ya vamos viendo el pinar de cerca. Este tramo es más llano y de transición hacia el barranco, en seguida veremos como nos indican las señales y estacas por una senda entre pinos la bajada hacia el mismo.

Hay que tener en cuenta que estamos a una altitud considerable y que además de aliagas y sabinas, encontraremos pino negro, pino albar, enebros, boj, sauces, álamos y chopos, propio del bosque de ribera una vez que descendamos al cauce del barranco. Además, en temporada, los amantes de las setas pueden encontrar diferentes especies... rebollón, colmenilla, bujarón, setas de Cardo...

Después de bajar por una senda en buenas condiciones llegaremos a una pista forestal donde encontraremos el cartel que nos indica el barranco de la Umbría a la izquierda, y la fuente de la Dehesa a la derecha por la pista a 500 metros.

Nosotros seguimos nuestra ruta hacia el Barranco, quizás en este tramo empieza el recorrido más bonito, sinuoso, al lado del agua por el cauce del barranco que es afluente del río Alfambra. Sin prisa pero sin pausa vamos recorriendo ambas márgenes del río, según las indicaciones, caminando despacio por dos motivos. Primero para disfrutar del encanto y belleza natural del paraje (escuchar el sonido del agua, algún ave, ver mariposas, insectos y distintas especies vegetales, frutos silvestres, etc… se disfruta gratamente), en un entorno en el que, de momento, no hay mucho tránsito humano. Y el segundo motivo es que según lo crecida que esté la vegetación, a veces, resulta difícil continuar las señales que aunque siguen con marca, ya está un poco desgastada… A lo largo de este tramo (unos 3-4 km) podremos disfrutar de pequeñas cascadas y pozas, con aguas cristalinas que van descendiendo de forma escalonada en nuestro paseo.
 

Ya hacia el final del barranco, cuando se empieza a abrir hacia el valle, a la zona que llaman la Rambla, podremos tomar dos opciones… seguir por el cauce hasta llegar al Castelejo, ya al pie de Gúdar o ascender hacia la Majada de la Holgadera por su ladera. Nos vendrá indicado con mojones de madera que vamos viendo al ascender por una pista. Hacia la mitad de la ascensión por dicha pista tendremos un poste indicativo a mano izquierda que nos llevará por la falda de este monte. Podemos girarnos hacia atrás y contemplar de dónde hemos venido. El barranco de las Umbrías aparece cegado de pinos en su parte más estrecha y nos da una idea de lo profundo y estrecho que es. Además conforme ascendemos vemos la magnitud y magnificencia del paisaje. Somos un minúsculo punto en la inmensidad. Aquí se respira naturaleza al ciento por ciento.
 

Llega un punto en que las indicaciones nos envían de nuevo a la base del valle, desde allí comenzamos a ver campos de labor. Ahora iremos siguiendo los mojones de madera o impresiones amarillas y blancas del recorrido en las piedras del camino. Pronto daremos la vuelta a una formación rocosa llamada El Frontón (dejándolo a nuestra izquierda desde la base del valle) y llegaremos de nuevo al pie Gúdar al lado de la Masía de las Costeras, aquí ya vamos por caminos, y según el periodo del año el agua, a veces, se esconde y reaparece… pero prácticamente sin caudal visible aunque filtrada bajo nuestros pies. Las indicaciones nos llevan por una pista en ascenso pronunciado hacia un poste que nos indica de dónde venimos (Barranco de las Umbrías), hacia dónde vamos (Gúdar, ya a la vista) y otra indicación a el Cerro de los Siete Lugares y Gúdar. Podemos dar la vuelta a la Peña Magdalena y subir desde el otro lado a Gúdar, pero preferimos ir directamente por la indicación de Gúdar (camino asfaltado) y subir la pronunciada cuesta para llegar al pueblo.

Otra opción en el recorrido para el descanso en un frondoso pinar

El Barranco de las Umbrías, que según la época del año podrá llevar más o menos agua y también veremos campos de labor, a la salida y a la llegada del paseo.

Disfrutaremos de unas magníficas vistas y de bucólicos rincones en la naturaleza. Durante gran parte del recorrido escucharemos el tintineo del agua y también podremos observar la avifauna, insectos y especies vegetales, además de la omnipresencia del pino albar (Pinus Sylvestre).

El área recreativa de la Fuente de la Dehesa en la proximidad de la ruta (es un desvío en la misma cuya distancia es de unos 500 metros la ida... y otros tantos la vuelta), es un paraje natural para descansar un rato y, porqué no, para almorzar, ya que se trata de una zona ubicada en un frondoso pinar, donde se han habilitado mesas y bancos para pasar un día al aire libre y poder desconectar en la naturaleza.

Si hemos decidido llegar hasta aquí, repondremos nuestra cantimplora para seguir con la parte más pintoresca del Barranco de las Umbrías.