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231 años de 231 años de
El subdelegado de Defensa en Teruel, coronel José Antonio Almela, con uno de los grupos de visitantes en la jornada sabatina

231 años de "mili", algo que suena a chino a los menores de 40 años

La Subdelegación de Defensa en Teruel organiza visitas guiadas a sus instalaciones
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En torno a un centenar de personas participaron este sábado en la jornada de Puertas Abiertas de la Subdelegación de Defensa en Teruel, que con motivo de Día de las Fuerzas Armadas organizó una serie de visitas guiadas donde, además de la exposición que se ha organizado con este motivo sobre el antiguo servicio militar obligatorio, y que permanecerá abierta hasta el 16 de junio, se enseñaron las instalaciones y dependencias del espacio y se explicaron sus funciones.

Los cuatro grupos previstos se llenaron, con algo más de veinte personas cada uno, limitados más que nada por el espacio reducido de la planta inferior del edificio, una de las que más expectación levanta porque no solo acoge la exposición sobre el servicio militar obligatorio sino porque es donde hacían vida los soldados que, como algunas de las personas que acudieron ayer a la jornada, realizaron la mili en Teruel.

La exposición propiamente dicha está formada por 47 paneles interpretativos que cuelgan del pasillo que abre paso a las antiguas dependencias de la tropa, que se utilizaron hasta el final del servicio obligatorio el 31 de diciembre de 2001. Además se recrean varias de las dependecias, entre ellas una furrielería, desde donde el cabo furriel distribuía el servicio en cada compañía, con una litera y una taquilla como las que tenían a su disposición los reclutas, un espacio que recreaba una de las tiendas de campaña en las que los reclutas pernoctaban durante las maniobras, y un espacio con un gran número de archivos antiguos, publicación y legajos desde 1935.
 

Reproducción de una camareta de las que se habilitaban en los cuarteles para alojar a la tropa que hacía la mili


En todos esos espacios se expone abundante material histórico de todo tipo, desde las raciones de campaña de alimentación básica, donde con un  pequeño hornillo que resultaba de una pequeña chapa troquelada y una pastilla de combustible sólido es posible preparar una sopa instantánea o calentar el contenido de una lata de conserva, hasta un gran paracaidas, pasando por material de maniobras en el exterior, munición, artículos de aseo, ropa y diferentes utillajes militares.

La Subdelegación del Gobierno, antiguamente delegación del Gobierno Militar en Teruel, llegó a albergar unos cincuenta soldados destinados allí tras completar su periodo de recluta en algún Centro de Instrucción y Reclutamiento en Zaragoza, Valencia o el resto del territorio nacional.

Voluntarios turolenses


También pasaron allí la mili muchos voluntarios turolenses, quienes habitualmente pernoctaban en su propia casa e incluso pudieron mantener su actividad laboral. El otro acuartelamiento de Teruel fue el Aeródromo de Caudé, donde existió una dotación que se encargaba de mantener el campo de tiro que allí existía para los aviones de combate. El campo quedó fuera de servicio en 1994 y en 2001, con el final del servicio militar obligatorio, dejó de tener dotación.

Entre la abundante documentación que se conserva y custodia en la Subdelegación de Defensa de Teruel existen legajos que se remontan a 1935, todos ellos conservador en papel y pendientes de ser digitalizados. Además se exponen pasaportes o cartillas como las que recibían los reclutas una vez terminaban el servicio obligatorio, que han cedido algunos particulares. El coronel José Antonio Almela, subdelegado de Defensa en Teruel y uno de los miembros del personal que dirigió las visitas guiadas ayer, contaba entre muchas anécdotas que en Teruel siguieron utilizándose algunas cartillas con el águila franquista tras la Contitución de 1978, para dar salida a la gran cantidad de ejemplares que se habían imprimido.
 

Además hay fotografías y explicaciones sobre algunos de los hitos más icónicos del servicio militar, al menos en sus tiempos relativamente recientes. Uno de ellos son las botas militares de tres hebillas fabricadas por Segarra, que en los 80 fue sustituida por una bota sin hebillas. También el chandal verde, rojo y amarillo, reglamentario hasta los años, y que se hizo muy popular, más incluso que otras prendas como el chaquetón tres cuartos porque éste se lo podían llevar los soldados a su casa una vez terminado el servicio militar.

También se repasa el armamento que se utilizaba, desde el chopo, el modelo C-64 del fusil de asalto Cetme de fabricación española que recibía este nombre por tener el guardamano fabricado en madera, hasta la pipa y la zeta (Z-70), pistolas y subfusil automático reglamentarios hasta los 90, la rutina diaria de los reclutas en su instrucción durante los primeros meses y en sus destinos definitivos, e incluso un dispositivo electrónico permite hacer sonar todos los toques de corneta que regían la vida militar de los soldados.

Hasta el 16 de junio

Exposición seguirá siendo visitable hasta el 16 de junio, en horario de 12 a 14 horas, sin que sea necesaria cita previa.

Antes de visitar la exposición, el personal de la Subdelegación de Defensa en Teruel aprovechó para dar a conocer las instalaciones y las funciones que desempeña el organismo. Aunque estas se refieren fundamentalmente a las gestiones administrativas y burocráticas que tienen que ver con el ejército, la subdelegacion también tiene otras atribuciones. Con este objetivo fueron creadas las subdelegaciones, para que las unidades militares operativas no tuvieran que ocuparse de tareas administrativas.

José Antonio Almela, responsable de la subdelegación, esas funciones se han ampliado con otras como la “el reclutamiento y aportación adicional de recursos, es decir, gestionar todo lo que implica para una persona desde que entra hasta que sale de las Fuerzas Armadas; la administración de personal militar y civil y tareas de representación ante las autoridades, porque representamos al Ministerio de Defensa en la provincia de Teruel”. Además desde la Subdelegación de Defensa de Teruel se lleva a cabo una habitual labor de “difusión de la cultura de defensa, a través de exposiciones y conferencias que organizamos con bastante frecuencia, habitualmente en el Casino de Teruel”, explicaba ayer Almela.

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