Tronchón promociona sus lugares de muerte a través de una visita guiada

La sala para hacer las autopsias, los pilares de los que se ajusticiaba a los malhechores ahorcándolos o el lavadero en el que se limpiaba la ropa de los enfermos de peste son algunos de los lugares que aún se conservan en Tronchón y que ahora se van a potenciar para atraer turismo interesado por los temas necrológicos.

La encargada de realizar las visitas guiadas será Serafina Buj, que está al frente de la empresa T-Guío, con sede en Villarroya de los Pinares. La experta explica que Tronchón “lo conserva todo”, desde la cárcel gótica, al hospital que acogía a peregrinos y pobres, pasando por el cementerio que hay junto a la iglesia o el cerro de las horcas, donde ajusticiaban a los reos”, dice.

Se han programado tres visitas, la primera de ellas para este mismo domingo, a partir de las 10:30 horas. Las dos siguientes serán en sábado, concretamente el 18 y el 25 de noviembre y tienen un precio de 10 euros.

Todas ellas se iniciará en el calvario y desde ahí los participantes se moverán por los diferentes escenarios, donde Serafina Buj les explicará diferentes aspectos vinculados al patrimonio, a la muerte y al padecimiento.

“Comenzamos por el calvario por el significado que tiene sobre la muerte de Jesucristo. Es lo que nos marca como cristianos toda la concepción que tenemos de la muerte”, especifica.

Duración de la visita

La visita tendrá una duración de dos horas y media, aunque no incluye una gran caminata puesto que el punto más alejado al que se va es el denominado Cerro de las Horcas, situado a unos quince minutos a pie del casco urbano. El recorrido por los espacios de padecimiento concluirá en la quesería para degustar “un queso de muerte”, anuncia Serafina Buj.

La guía turística del Maestrazgo destaca el valor que tienen los elementos patrimoniales conservados en Tronchón, donde han preservado incluso los textiles que se utilizaron en el antiguo hospital de pobres. “Tenemos un patrimonio digno de poner en valor”, destaca la responsable de la empresa turística T-Guío.

Uno de los materiales que le ha servido a Serafina Buj para preparar el recorrido es un documento de penas de comienzos del siglo XVII donde figuran los delitos cometidos, ­–que en esa época eran numerosos, aclara– así como las penas impuestas, entre las que estaba la horca.

A lo largo de la visita se hablará de las diferentes concepciones que ha tenido la muerte a lo largo de la historia, desde los momentos en los que se consideraba una liberación a aquellos otros en los que se interpretó como algo angustioso y por eso se tendía a buscar protección a través de la religión.

La idea de realizar estas visitas surgió para mostrar a los interesados otra visión de la muerte, en este caso desde el punto de vista de la historia. “La muerte antaño era como algo tabú y ahora se ha convertido en una fiesta a través de Halloween, por eso nosotros queremos vincularla a la historia y el patrimonio a través de los espacios de penas y castigos que hay en Tronchón”, relata Buj.