Los vecinos de Las Cuevas de Cañart dejan claro que no quieren más proyecto mineros

Los vecinos de Las Cuevas de Cañart dejaron este lunes claro que no quieren en su término municipal una nueva explotación minera al acudir muchos de ellos a la puerta del Ayuntamiento para recibir a los técnicos de la empresa Nuevos Productos Minerales SL, que ha solicitado un permiso de investigación para abrir la cantera Las Letras entre Castellote (del que forma parte Las Cuevas de Cañart) y Molinos.

Junto a los técnicos de la empresa, acudieron también los del Gobierno de Aragón  para llevar a cabo el procedimiento administrativo de confrontación sobre el terreno de los derechos mineros relativos al permiso de investigación para la citada mina.

La tensión se vivió en la localidad desde el primer momento puesto que los vecinos llenaban el salón de plenos del Ayuntamiento, al que la empresa se negó a acceder y planteó que las explicaciones se dieran en la zona donde está proyectada la cantera. Allí negaron la presencia de todas aquellas personas que no hubieran presentado alegaciones, según explicó Moisés Falo, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Minería en Teruel (PAMT) y uno de los que no pudo estar en la visita.

Solicitud

La empresa solicitó en 2022 el permiso de investigación para la sección C, que aglutina arenas, arcillas y calizas, ante el Servicio Provincial de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial de Teruel para una superficie de siete cuadrículas mineras en Molinos y Castellote.

La solicitud del permiso de investigación es el primer paso que realizan las empresas para conocer si la explotación de esa superficie minera resulta o no rentable y buena parte de estos procedimientos se quedan en el camino. Aún así, Las Letras ha recibido ya varios centenares de alegaciones procedentes de vecinos, del propio consistorio de Las Cuevas de Cañart y de diversas asociaciones, entre ellas la Sociedad de Cazadores y la Plataforma de Afectados por la Minería.

Por su parte la Sociedad Española de Malacología se posicionó en contra porque, aseguran, pone en riesgo a un molusco de tamaño diminuto que vive en varios puntos de agua dulce de esta zona. Se trata de unos moluscos del género Bythinella, incluidos en el Listado Aragonés de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.