Las localidades más castigadas por las danas están inmersas en su reconstrucción

Cuando se cumplen seis meses de la dana que se cebó en la comarca del Jiloca y cuatro de la que provocó daños severos en municipios de Cuencas Mineras y el Matarraña, los ayuntamientos continúan tratando de devolver sus municipios a la normalidad.

En Montalbán, cuatro meses después del paso de la dana, ya se ha derribado media docena de inmuebles de los más de 16 que habrá que terminar demoliendo, algunos a cargo del propio consistorio montalbino y otros por sus propietarios.

También en el Jiloca, después de medio año de la sucesión de tormentas de agosto y septiembre, se ha restituido el paso en la mayor parte de los caminos principales que terminaron impracticables tras las tormentas, que dejaron profundos regueros que hacían imposible la circulación. Sin embargo, ý a pesar del esfuerzo llevado a cabo por la Diputación de Teruel, todavía hay fincas a las que los agricultores no pueden acceder por el mal estado de las pistas agrícolas. Es el caso de municipios como Burbáguena u Odón, en el Jiloca, o la Hoz de la Vieja, en Cuencas Mineras, donde algunos agricultores no tienen forma de acceder a sus explotaciones agrícolas con vehículo a motor.

En la Hoz de la Vieja, algunos agricultores no pueden acceder a sus parcelar, que ya estaban cultivadas antes de la tormenta. “En los caminos, tenemos por arreglar prácticamente todo”, aseveró al alcaldesa, Laura Royo, que ayer relató cómo “en algunos tramos el agua arrancó el camino entero y no se puede ir por ahí”, señalando que en ciertos puntos lo que hasta el 29 de octubre era un camino de 5 metros, ahora apenas hay 30 centímetros. “Los campos están sembrados y habría que llegar hasta allí para las labores, y habría que arreglarlo porque si no no se puede acceder a las fincas”, razonó Royo. “Todavía hay caminos que no se han terminado de arreglar”, ratificó el alcalde de Burbáguena, Joaquín Peribáñez.

Reparaciones pendientes

Montalbán adjudicará los trabajos de reparación de las calles Rambla y Teruel, junto al canal por el que se encauza la rambla a su pasado por el municipio, del puente de Puntarrón y de la escollera que sostiene el talud de la zona deportiva para que en marzo puedan comenzarse los trabajos. Hoy se aprobarán en pleno las adjudicaciones. Mientras, estos días se están derribando otros dos inmuebles afectados severamente por las tormentas. Hasta el momento, entre el propio ayuntamiento y algunos propietarios, en Montalbán se han derruido seis edificaciones de las cerca de 16 que tendrán que ser demolidas. Ahora, el consistorio se esfuerza en consolidar las fincas contiguas a los inmuebles hundidos derribados.

Pese a que ya se han instalado todas las pasarelas que cruzan sobre la rambla en La Hoz de la Vieja, en el municipio esperan a que los técnicos confirmen la estabilidad de estas palancas, sobre todo de una de ellas que presenta severas deformaciones en su estructura y se siente inestable. Además, la alcaldesa, Laura Royo, recordó que todavía está pendiente la consolidación de la escollera que sujeta un talud en uno de los márgenes de la rambla, aguas arriba del municipio y que hay calles en las que el agua levantó el pavimiento o que arrastró el terreno debajo del asfalto y en las que aún no se ha actuado.

El alcalde de Burbáguena, Joaquín Peribáñez, celebró ayer la ayuda que otorga el Gobierno de Aragón. “Nos apoya en la medida de sus posibilidades por el cincuenta por ciento, pero nosotros no somos capaces de aportar el otro cincuenta por ciento para todos los daños que tenemos”, dijo Peribáñez. Además, el edil lamentó “otras situaciones” que no han sido contempladas en las subvenciones como la reparación de problemas eléctricos ocasionados por el agua que ha tenido que sufragar íntegramente el municipio. “Son determinadas actuaciones que tiene que acometer el propio municipio, es decir, que el presupuesto del 2025 es prácticamente para los daños del 2024”, dijo Peribáñez. Por el momento, Burbáguena se está abasteciendo de agua de un pozo al que recurre durante el verano para hacer frente al incremento de población estival ya que la captación de agua principal quedó destrozada por al tormenta y aún no ha sido restituida, aunque se prevé que los trabajos comiencen a lo largo de este mes de marzo.

La financiación de la recuperación es un quebradero de cabeza para todos los municipios afectados. Es el caso, entre otros muchos, de Odón, también en la comarca del Jiloca, donde su alcalde, Javier Hernández, lamentaba ayer que había unos daños estimados en 180.000 euros en infraestructuras que podía ser susceptible de ayuda por parte de la DGA. Nos han ingresado 55.000”. Ahora, el municipio está a la espera de que la Confederación Hidrográfica del ebro le autorice a intervenir en el cauce de la rambla para limpiarlo y prevenir posibles nuevas avenidas. Además, el Ayuntamiento de Odón ha contratado un bulldozer para restaurar varias fincas municipales de labor en las que todavía se aprecian los efectos de la riada con profundas zanjas que impiden su explotación agrícola.