Las dos balsas destinadas al riego de la trufa en Sarrión contarán con placas fotovoltaicas

La Comunidad de Regantes de Sarrión colocará placas solares en la lámina de agua de las dos balsas de riego que utilizan para abastecer a las fincas truferas principalmente de Sarrión y Albentosa, aunque también de Manzanera y La Puebla de Valverde. La potencia instalada será de un megavatio, medio en cada bala, que será suficiente para bombear todo el agua necesaria para irrigar las carrascas.

El proyecto ya está elaborado y ahora están estudiando la fórmula para llevarlo a cabo y contar con algún tipo de subvención para ejecutarlo, según ha explicado el presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Doñate. Barajan la firma de un contrato con una empresa del sector que sea la que realice la instalación y la explote durante un plazo de 25 años, en los que ellos pagarán la energía a un precio más barato y, una vez pasado ese periodo, asumirán la instalación, cuyo coste ronda el millón de euros.

Será esa empresa la que se ocupe de gestionar también la energía sobrante que calculan producirán. “Durante esos 25 años en los que se amortiza la instalación nosotros nos servimos de esa energía a un precio más reducido”, ha argumentado Doñate, quien ha señalado que todavía están estudiando varias opciones, aunque sí tienen claro que apostarán por las renovables para economizar el precio del bombeo del agua para regar las trufas.

La capacidad de una de las balsas es de 60.000 metros cúbicos, mientras que la segunda puede albergar hasta 10.000 metros cúbicos de agua.

La instalación de riego ya está totalmente terminada y durante este verano se han llevado a cabo las pruebas para comprobar que todo el sistema funciona. Sin embargo, los regantes lamentaron que todavía no cuentan con acometida eléctrica y las pruebas se están realizando mediante grupos electrógenos, por lo que “no hay electricidad estable y se producen muchos problemas”, ha dicho Doñate. El responsable ha lamentado el retraso administrativo en la obtención de los permisos para poder contar con electricidad y, con ella, poder activar los riegos necesarios para garantizar la cosecha.

En este sentido, ha señalado que, de nuevo, ha sido un verano poco lluvioso que se suma a los dos anteriores, aunque reconoció que los episodios de elevadas temperaturas no han sido tan continuos como el año anterior. “Ha sido igual de seco, pero no ha hecho tanta calor, aquí ha habido veranos mucho peores que este con las temperaturas”, ha afirmado Doñate.

El responsable ha indicado que la previsión de los regantes era poder contar ya este verano con el riego, como así se informó a los comuneros en la reunión celebrada en primavera, pero finalmente no ha sido posible.