La vía ferrata La Bárbara de Montalbán tiene el puente tibetano más largo de Teruel

“¡Me cago en la puta! ¡Quién me manda meterme aquí!”. Así de contundente sonaba este martes una voz femenina a los pies del último sector de la vía ferrata la Bárbara, que se acaba de terminar en Montalbán, donde un grupo de tres escaladores comenzaba la ascensión más dura y, seguramente, también la más dura del recorrido.

Entre los atractivos de La Bárbara está un puente tibetano de 70 metros que es el más largo equipado en una vía ferrata en la provincia de Teruel y, seguramente, también de Aragón. Además, cuenta con un puente de oso, o nepalí, de 25 metros a mitad del recorrido y un total de 870 metros equipados.

Sin haber sido inaugurada oficialmente, la vía ferrata montalbina La Bárbara toma su nombre de uno de los altos que visita, el Cabezo de Santa Bárbara, pero también alude, seguramente sin quererlo, a su exigencia. Está catalogada de dificultad media (K3) pero algunos de sus pasos son de infarto. Hace cerca de un mes que la empresa encargada de su construcción terminó los trabajos de instalación de todos los elementos (grapas, puentes, cable de vida y señalización y cartelería) y desde entonces el paso de aficionados decididos a probar sus mieles ha sido incesante.

Avalancha de usuarios

El alcalde de Montalbán, Carlos Sánchez Boix, confirmó que después de la avalancha de usuarios que está recibiendo esta instalación, en lugar de una inauguración al uso se hará una “jornada de puertas abiertas” en la que los vecinos podrán catar el recorrido supervisados por personal especializado que pondrá las equipaciones necesarias para realizarla con seguridad a disposición de los usuarios ese día.

La idea de abrir una vía ferrata en Montalbán partió de algunos vecinos, aficionados al montañismo, explicó el alcalde Sánchez Boix. “Consideramos que sí. que era factible”, añadió el regidor, que buscó financiación de los fondos Leader a través de la oficina de las Cuencas Mineras Ofycumi del 80 por ciento de los 77.000 euros que ha costado su instalación.

La actividad de la ferrata se complementa con el surtido de recorridos circulares para senderistas y de rutas marcadas para BTT que ofrece Montalbán a sus visitantes.

La empresa oscense Inizia Turismo y Medioambiente ganó el concurso y en cerca de cuatro meses había concluido los trabajos.

Sobre el resultado, el alcalde dijo que había quedado “una vía ferrata espectacular, que cuesta cerca de 3 horas hacerlas y en la que hay muchas inclinaciones. Hay unos paisajes preciosos y unas vistas del pueblo, que se puede ver entero cuando se está subiendo”.

Sánchez Boix reconoció que uno de los platos fuertes del recorrido, de 4,6 kilómetros, es el puente tibetano que hay que atravesar en los primeros tramos del recorrido. “Es uno de los más largos que puede haber en Aragón y a la gente es una de las cosas que le gustan. Como prácticamente se arranca con el puente, es un comienzo estresante y muy fuerte para la gente que le gusta las vías ferratas y el montañismo”. El alcalde no escatimó elogios para este equipamiento que, dijo, “ha quedado súper bien y en una zona preciosa, pegada al río”.

El recorrido

El recorrido arranca junto a la estación de servicio. Allí, un gran cartel señala el inicio del sendero que lleva hasta las primeras grapas, unos 400 metros después. En la parte de atrás del cartel, una lámina ofrece toda la información necesaria para poder completar la vía ferrata con garantías.

Tras un primer ascenso en diagonal, el camino se dirige en horizontal hasta el inicio del puente tibetano. Se trata de un tramo volado en el que los escaladores deberán cruzar siempre asegurados a la línea de vida, pasando las manos por el pasamanos de cable y caminando sobre una estrecha plataforma de menos de un palmo de ancho. El puente es el más largo con el que se ha equipado una vía ferrata en la provincia hasta la fecha y, probablemente, también el de más longitud de la Comunidad autónoma.

Tras atravesar el tramo volado sobre el río Martín se progresa por un sendero equipado hasta llegar a una canal de roca equipada con grapas en el que se deberá superar un pequeño desplome hasta llegar a la cresta por un diedro.

Después, un sendero zigzagueante lleva a otro tramo equipado con línea de vida en el que se superan varios resaltes rocosos. Se enlaza con el camino histórico que unía Montalbán con la Fuente del Baño, desde donde se puede abandonar el recorrido descendiendo hasta el GR-262. Si no, empieza la fiesta. A partir de este punto arranca el tramo más exigente del recorrido, que salva un desnivel de 250 metros progresando por una pared rocosa y vertical que, no obstante, permite descansos en algunas de las repisas por las que atraviesa pero que podrían provocar que cayera material sobre los compañeros que estén más abajo.

Al llegar al puente de oso se tendrá que recurrir a un cable para los pies y otro para las manos, además, claro está, del de la línea de vida al que habrá que ir siembre asegurado. Desde este punto también es posible acortar el recorrido iniciando el regreso por un camino sin señalizar. Quien opte por seguir el recorrido de la vía ferrata tendrá que superar los últimos tres resaltes antes de llegar hasta las antenas.

El camino de vuelta al pueblo es una pista señalizada.