Síguenos
La sinfonía envuelve el Seminario de Música de Albarracín en su XXV aniversario La sinfonía envuelve el Seminario de Música de Albarracín en su XXV aniversario
Los participantes en el Seminario de Música de Albarracín, durante la presentación del mismo

La sinfonía envuelve el Seminario de Música de Albarracín en su XXV aniversario

Un total de 45 melómanos disfrutan del curso, que concluirá con un concierto
banner click 244 banner 244
banner click 236 banner 236
Cruz Aguilar

La sinfonía nacida en la Ilustración, y que constituye plasmación del racionalismo de Kant en sonidos, es el tema en torno al cual gira el Seminario de Música de Albarracín, que este año cumple su XXV aniversario. En todos estos años ha fidelizado a su público -prácticamente todo el alumnado repite– y nunca ha repetido un tema porque, como apunta su director, el Premio Nacional de Música José Luis Temes, lo difícil “es elegir de qué se habla debido a la variedad y al maravilloso auditorio, ávido de saber nuevas cosas” que acude a Albarracín.

El curso se inició el jueves en la Fundación Santa María y se prolongará hasta el sábado 18 de mayo. Se articula a través de sesiones teóricas impartidas por el propio Temes y muy abiertas a la participación del alumnado. El Seminario concluirá el sábado con un concierto en la iglesia auditorio de Santa María a cargo de la soprano Laia Falcón y el pianista Alberto Rosado. El director de la actividad señaló al respecto que el recital siempre suele estar unido a la temática del curso, algo que en esta ocasión no ha sido posible porque las sinfonías son piezas musicales compuestas para orquestas.

“Sinfonía es una obra fundamentalmente instrumental, no vocal, para orquesta y que demuestra la habilidad del compositor para manejar diversos temas que no son melodías”, indica Temes. Detalla que durante los siglos XVIII y XIX “exigió lo mejor de los compositores”, al tratarse de una música que no se apoya en los textos. Fue en ese siglo XVIII cuando el interés por racionalizarlo todo llevó a los autores a la sinfonía y, ya en el siglo XIX, los nuevos creadores le imprimieron su propio sello, desgrana Temes, quien señala que  en el siglo XX se siguen componiendo sinfonía “pero de forma muy diferente”, dice. Actualmente se componen sinfonías también, pero con diferente concepto “puesto que la sinfonía es indisociable del mundo tonal y hoy en día no se compone con tonalidades”, argumenta.

Los 45 alumnos asistentes son grandes melómanos, aunque ninguno de ellos se ha dedicado profesionalmente a la música. Se trata de personas de mediana edad que constituyen, a juicio del gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, “un público con un interés real por los temas y que disfruta de verdad de los valores patrimoniales de Albarracín”.

 

Remanso de paz

La mayoría de ellos repiten año tras año porque el Seminario de Música de Albarracín es, define Jiménez, “un paréntesis en sus vidas, un remanso de paz y una acción que forma parte de su programa anual”, concreta. Las clases de música se completan con visitas a los espacios patrimoniales de la ciudad y el gerente matiza que “van viendo cómo evoluciona la ciudad”. Además, asegura que se trata de grandes seguidores de todas las actividades que realiza la Fundación Santa María en Madrid, de donde proceden la mayor parte de ellos.

El Seminario de Música de Albarracín se inició hace 25 años de la mano del compositor cubano Pedro Machado de Castro. El formato encajó a la perfección y pronto hubo un nutrido grupo de interesados en participar de él. José Luis Temes asumió la dirección hace ya 18 años y, en ese tiempo, de una de las ediciones se ocupó de manera puntual Tomás Garrido.

El redactor recomienda