La recolección de la patata de Cella doblará las toneladas que dio 2023

La producción de la Patata de Cella alberga buenas perspectivas, ya que el balance de este año será de unas 900 toneladas de patata en la recolección de los 180 socios que componen esta corporación, pero, sumando los kilos de todos los agricultores de Cella, llegarán a las 1.800 toneladas entre las 20 hectáreas de superficie dedicadas al cultivo de este tubérculo. Con respecto al año 2023, la producción se ha doblado y la venta al detalle también está siendo la constante, ya que es uno de los objetivos de estos agricultores, pues su deseo es alcanzar mayor rentabilidad, aunque cada vez son menos los que se dedican a esta faena.

Según el presidente de la Sociedad Cooperativa del Campo La Fuente de Cella, Fernando Sánz, este domingo en la Feria de la Patata, los datos de 2024 para la recolección de la patata “se preve que sean buenos, ya que no ha habido inclemencias del tiempo. Se ha regado por aspersión y, aunque supone mayor gasto, ha ido bien”, mencionó . Durante la Feria, Sanz hizo referencia a que si hay “buenos precios y podemos vender al por menor, tendremos mejores resultados”, comentó.

Para una mejor producción y cuidado del producto, las labores se hacen todas manualmente y sin cargar el proceso de abonos químicos.

La marca Cella

Y es que la patata de Cella ya es un signo de calidad y por ser marca registrada. La marca de la patata Agria, que es la variedad que cultivan, está registrada desde 2011 y, además, reúne una serie de características muy singulares, pues también está seis meses enterrada, es de alta durabilidad y presenta una carne de color amarillento. Su textura, junto con los niveles de azúcares (debidos a la climatología), hacen que sea la más idónea para cualquier tipo de cocina por su versatilidad (para cocer, freír, para láminas tipo «papas», asar...).

La XXIII Feria de la Patata de Cella congregó a un gran número de vecinos y visitantes en las inmediaciones del Parque. El producto estrella de la feria no defraudó y el revuelo se produjo desde primera hora de la mañana, cuando los voluntarios se pusieron a las órdenes de la cocinera titular, Victoria Rubio Asensio, que como jefa ya casi ronda la década. El objetivo del día: preparar un gran guiso para 3.000 raciones, compuesto por 240 kg de carne de toro, 150 kg de champiñones, 80 kg de cebolla, 90 kg de carlota, 30 kg de pimiento, 165 kg de caracoles y, como no, 1.200 kg de patata de Cella.
 

El envite no era pequeño pero Victoria Rubio manifestó que “no es difícil”, ya que su experiencia al frente de esta tarea así se lo dictaba, pero además otros veinte años la contemplaban también entre bambalinas.

El ambiente era extraordinario y el día acompañaba especialmente, ya que la temperatura era buena. A fuego lento y durante cuatro horas, seguía la cocción, por eso Victoria no estaba especialmente preocupada, pues comentó que “todos los años dicen que tiene buen sabor”.

En esta labor no está sola, pues la estructura de trabajo se centra en que hay ayudantes: cinco para remover con las palas todo el producto; tres para abastecer de leña el fuego y mantener la brasa en su punto; y casi un regimiento para pelar patatas, limpiar las ollas y “lo que salga”.

Este encargo no le cuesta esfuerzo a Victoria, pues “me gusta la cocina”, afirmó. Además aseguró que “si no fuera por el pueblo esto no se haría”.

Quién sí estaba satisfecha de lo que veía y de como estaba transcurriendo la XXIII Feria de la patata de Cella era su alcaldesa, Carmen Pobo, que destacó “la grandísima participación para hacer todo: tortillas, perlar patatas, hacer bocadillos, etc. Muy contenta por todo”, señalo. La alcaldesa fue una más a la hora de trabajar y no tuvo inconveniente en ponerse manos a la obra para colaborar en la elaboración y tareas. Por eso dijo sentirse “orgullosa de la gente de mi pueblo y por poner en valor uno de los grandes productos que más nos ha significado, la patata de Cella como marca registrada”, puntualizó.