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La Iglesuela, Cantavieja y Mirambel perforan sondeos de urgencia para garantizar el suministro de agua La Iglesuela, Cantavieja y Mirambel perforan sondeos de urgencia para garantizar el suministro de agua
Fuente Baja de Mirambel, que el Ayuntamiento quiere canalizar para aprovechar al máximo el agua

La Iglesuela, Cantavieja y Mirambel perforan sondeos de urgencia para garantizar el suministro de agua

El problema se extiende a otros pueblos y el Llovedor de Castellote está más seco que nunca
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Cruz Aguilar

Varios municipios del Maestrazgo tienen problemas de abastecimiento de agua, tanto de boca como para animales, y otros están temerosos por lo que pueda pasar en los próximos meses si no llueve, puesto que los manantiales o se han secado o apenas sale agua para nutrir los depósitos desde los que se distribuye a la población. Por eso, en La Iglesuela del Cid, donde llevan un mes trasladando agua en cubas de otros pueblos, ya trabajan en un sondeo y un planteamiento similar proponen Cantavieja y Mirambel para solucionar los problemas de suministro que, se temen, tendrán a muy corto plazo.

En lo que llevamos de año la precipitación registrada en la estación que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en Villafranca del Cid, Castellón, ha no ha llegado a los 50 litros por metro cuadrado, una cifra muy alejada de los casi 700 litros de media anual.

En La Iglesuela del Cid llevan un mes trasladando agua en cubas desde Villafranca del Cid y Fortanete. Los problemas se iniciaron ya durante el verano pasado y el Ayuntamiento restringió el agua de boca a las necesidades domésticas para evitar cortes. El manantial de Las Tosquillas ha resultado en los últimos meses insuficiente para abastecer al pueblo y el alcalde, Fernando Safont, concreta que han tenido que echar mano de pueblos vecinos para garantizar el suministro.

En La Iglesuela han iniciado en estos días la perforación de un sondeo junto a la Rambla de las Truchas con el que confían en solucionar los problemas que ahora mismo tienen. Los trabajos cuentan con una ayuda de casi 70.000 euros procedentes del Plan de Obras y Servicios de la Diputación de Teruel. El alcalde indica que ya han analizado el agua del pozo en la Rambla de las Truchas para constatar su potabilidad y plantea que un nuevo sondeo es la mejor garantía para un suministro de agua potable “estable y que evite posibles cortes o restricciones en épocas de pocas lluvias y sequía”, concreta Safont.

Abastecimiento

En Cantavieja de momento no tienen problemas para el abastecimiento de agua de boca porque con lo que llega tienen el servicio garantizado pero el alcalde, Ricardo Altabás, asegura que están “al límite”. Por eso, ayer mismo se convocó un pleno de urgencia con el fin de aprobar solicitar un sondeo. De los dos manantiales que hay en la localidad uno, denominado Agua la Villa, está totalmente seco. Están tirando del de La Bujeda, en la zona de Muela Monchén, pero necesitan buscar alternativas para poder garantizar el suministro de agua de boca en verano, cuando hay más gente en el pueblo y debido a las altas temperaturas el consumo de agua por parte de los animales es mayor. Altabás apunta que los problemas de Cantavieja y La Iglesuela del Cid son extensibles a todo el Maestrazgo, porque “no ha caído una gota”, asegura, y cita lugares como Fortanete o Villarluengo.

El sondeo que ayer aprobaron en la sesión plenaria de Cantavieja se realizará en la zona cercana del manantial Agua la Villa, ahora seco, ya que se han asesorado tanto con los geólogos de la Diputación de Teruel como con una empresa especializada en pozos y a 200 metros de profundidad hay agua. El alcalde concreta que están muy interesados en hacer el sondeo aquí porque, asegura, el problema no es tanto hallar la veta como después lograr transportarla hasta los depósitos municipales sin llevar a cabo una gran inversión en canalización.
 

Imagen de los sondeos que se están realizando en La Iglesuela


La situación, a juicio de Ricardo Altabás, es “de emergencia” y buscar una solución se ha convertido en un asunto “prioritario y urgente” para el Ayuntamiento de Cantavieja. El regidor municipal reconoce que la abundancia de agua que ha habido en la zona ha hecho que no se preocuparan demasiado por el estado de las tuberías de conexión, algo en lo que ahora también están trabajando puesto que, además de los problemas derivados de la sequía, a mediados del pasado mes de marzo sufrieron un reventón en la tubería general de abastecimiento. “En tiempos pasados nos hemos preocupado poco de las redes de abastecimiento y ahora a nivel vecinal y ganadero tenemos problemas, así que nos hemos puesto las pilas y estamos trabajando, tenemos la lección aprendida”, asegura Ricardo Altabás, quien señala que el 80% del Plan de Obras y Servicios que corresponde este 2024 a Cantavieja se invertirá en infraestructuras vinculadas con el abastecimiento hídrico. Aunque en la localidad sí se han renovado las tuberías en algunas calles, todavía quedan otras por acometer e incluso las instalaciones del depósito requieren mejoras.

Para el primer edil, la solución que  deben buscar los pueblos que se abastecen de manantiales como Cantavieja es contar con algún pozo estratégico del que poder echar mano en situaciones críticas. Eso es precisamente lo que tienen intención de hacer con el que ahora se perforará mediante el sondeo aprobado ayer.

El año pasado se salvaron cuando estaban ya al límite y las lluvias de junio permitieron llenar incluso la piscina municipal que, con una capacidad de 800.000 litros, más las pérdidas que tiene, Altabás ve poco viable tenerla operativa este año.

Sin regar huertos

En Mirambel la escasez de agua ha llevado al Ayuntamiento a prohibir el riego de huertos y jardines y ya están trabajando en canalizar y almacenar el agua de las dos fuentes que hay en la zona baja del pueblo. No sale mucha agua de ellas pero la alcaldesa, Mari Carmen Soler, matiza que “no se puede desperdiciar ni una gota” debido a la problemática que padecen. En el pueblo no recuerdan una sequía tan extrema puesto que, aunque hace unas tres décadas también atravesaron un periodo de escasez hídrica, Soler recuerda que entonces no había tantos animales como ahora.

Los problemas en Mirambel se incrementarán exponencialmente si no llueve puesto que en la localidad no hay pozos activos de los que extraer agua y muchos de los animales estabulados, que en verano trashuman a pastos al aire libre, este año seguirán en el pueblo puesto que en el monte apenas hay hierba ni tampoco agua. La corporación municipal ya se reunió hace unos días con los ganaderos para buscar una posible solución y, de momento, van a solicitar ayuda a poblaciones vecinas. Además, Mari Carmen Soler apunta que tienen preparado un proyecto para realizar un sondeo en la zona donde los geólogos de la Diputación consideran que podría haber agua.

“Tenemos asumido que tendremos que pagar el agua más cara porque habrá que desplazarse para buscarla, pero no tener dónde ir a buscarla es aún un problema más gordo”, lamenta Soler.

En Castellote de momento no ha habido restricciones y tienen agua en los diferentes manantiales, pero la sequía es palpable incluso en el Llovedor, donde todavía cae agua, pero muy poca y en la localidad no se recuerda haberlo visto tan seco. La alcaldesa, Raquel Benedí, indica que de momento están abastecidos los depósitos, pero la situación es crítica porque “está todo muy seco”.

Ganadería en Villarluengo

Marcos Griñón tiene explotaciones de bovino y caprino en Villarluengo y lleva desde septiembre trasladando el agua en cubas para dar de beber a sus animales. En ese mes se secó la fuente que utilizaba en su explotación y desde entonces transporta el agua  en depósitos desde la de Villamané. Sin embargo, ese manantial ya se ha empezado a resentir y, ahora, de cada cinco cubas, dos las coge en el río Palomita, que está también muy flojo, alerta. Ese agua la llevan hasta una balsa de la que, a través de una manguera, se nutren tres explotaciones cercanas. Griñón no recuerda un año tan malo como el pasado y éste, aunque plantea que los pastos todavía se pueden recuperar, si llueve antes del 20 de mayo. La cosecha la da totalmente por perdida.