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El Sindicato del Guadalope autoriza riegos cada 21 días en lugar de cada 15 por la sequía El Sindicato del Guadalope autoriza riegos cada 21 días en lugar de cada 15 por la sequía
Embalse de Calanda

El Sindicato del Guadalope autoriza riegos cada 21 días en lugar de cada 15 por la sequía

Las lluvias apenas inciden en los embalses, que siguen en niveles mínimos de los últimos cinco años
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La reserva de agua en los embalses de la margen derecha del Ebro apenas ha mejorado después de las lluvias caídas este pasado mes de marzo, a diferencia de lo que ha ocurrido en la margen izquierda del Ebro. En la margen derecha, la reserva actual de agua es de 358 hectómetros cúbicos, un 53% de la capacidad de almacenamiento, cuando la margen izquierda está al 73%. En el Guadalope, el Sindicato Central de Usuarios ya ha tomado la decisión espaciar los riegos cada 21 días en lugar de autorizarlos cada quincena.

Esta es una de las medidas adoptadas que persigue el aprovechamiento máximo del agua para que pueda llegarse al último riego previsto, a mediados de octubre, para la campaña del melocotón tardío. Asimismo, también se reducirán los riegos semanales en los huertos, según apuntó el presidente del Sindicato de regantes, José Fernando Murria. En este caso, de los dos que están autorizados actualmente “se bajará a uno para intentar desperdiciar la menor agua posible”, comentó.

Esta situación en la margen derecha del Ebro es mala a nivel general y se replica en prácticamente todos los embalses: Puente y Cañón de Santolea, Santolea, Calanda, Alcañiz (Estanca) y embalse de Caspe En todos ellos la incidencia en el almacenamiento del líquido elemento como consecuencia de las últimas tormentas ha sido mínima. Prácticamente todos reducen volumen de agua almacenada cuando estamos a las puertas de una nueva campaña. Lo mismo sucede con  embalses como Cueva Foradada y Las Parras, donde las lluvias tampoco han mejorado la deficitaria situación que presentaban en el primer trimestre de este 2024.




Así las cosas, mientras estos dos últimos sistemas de almacenamiento están al 58% y 66,5% de volumen de agua embalsada, respectivamente, con 12,6 hectómetros cúbicos acumulados en Cueva Foradada y 3,6 en Las Parras, el Puente de Santolea está  casi al 50% (8,8 Hm3), el Cañón de Santolea al 11,9% (9,2 Hm3), Santolea casi en el 39% (2,1 Hm3), Calanda al 33% (18 Hm3), La Estanca de Alcañiz se encuentra en mejor situación, al 85,1% (6,2 Hm3) y Caspe al 46,2% (37,6 Hm3). En relación al embalse de Pena, en el río Matarraña, tiene una reserva de 9 Hm3 (50,4%).

Reservas en mínimos


La situación de la margen derecha del Ebro no solo es peor que la margen izquierda en este momento en cuanto a reservas hídricas, sino que también presenta peores datos históricos. En este sentido, a estas fechas en 2023, la margen derecha acumulaba alrededor de 454 hectómetros de agua frente a los 358 que tiene de reserva en este momento, lo que arroja unos resultados de 96 Hm3 menos que hace un año. En cuanto al promedio de los últimos cinco años, entre 2019 y 2023 la reserva hídrica era de 467 Hm3, esto es, se encontraba en torno al 69%, por encima del 53% que registran los embalses en este mes de abril. De igual forma, el dato de este 2024 sigue siendo inferior al mínimo del último quinquenio, que se registró en el año 2019, con 446 Hm3 almacenados, un 66%, también por encima de los datos actuales.

La situación en la margen izquierda no tiene parangón con su 73% de capacidad de reserva cubierta: hay 5.692 hectómetros disponibles. Al otro lado del Ebro la reserva de agua es mucho mayor que la que se registraba por estas mismas fechas en 2023, cuando se alcanzó el 58% de capacidad total (4.554 Hm3) y también está por encima del promedio de los últimos cinco años, que se sitúa en el 72% de capacidad total. El mínimo entre 2019 y 2023 fue de 4554 Hm3, alcanzado en 2023.