La Higuera, una aldea de Arcos de la Salinas que se despobló y que ha vuelto a repoblarse
En los años ochenta del siglo pasado quedó deshabitado y descendientes recuperaron casasLa Higuera es una pequeña aldea que pertenece a Arcos de las Salinas que llegó a quedar deshabitado en los años ochenta del siglo pasado. Gracias a un matrimonio descendiente de la localidad, Adela Pinazo y Fermín Esteban, volvieron a recuperar la casa, sumándose otras más hasta volverse a estar habitado de forma permanente por 4 vecinos y unas decenas en verano. Para la fiesta de San Juan se reúnen entre hijos, descendientes y amigos unas 300 personas. A mediados del siglo pasado había medio centenar de vecinos y 14 niños bajaban a diario a la escuela de Arcos de las Salinas. En La Higuera lo que peor tienen es la carretera de acceso y la carencia de línea eléctrica, que se suple con placas solares.
El matrimonio formado por Adela Pinazo, que nació y se crió en La Higuera, y por Fermín Esteban, son los artífices de la recuperación de la aldea que llegó a estar deshabitada en los años ochenta del siglo pasado hasta que en el año 1993 decidieron volver a recuperar la casa y otros inmuebles, así como el huerto y campos, que ahora se están plantados mayoritariamente de carrascas truferas.
Adela Pinazo emigró con sus padres a Sagunto para trabajar en los Altos Hornos. “Mi padre tenía cabras y ovejas pero se empezó con la reforestación y le dijeron que no podía tener los animales y nos tuvimos que marchar. En los años cincuenta la gente también emigró principalmente a Barcelona, Sagunto y Valencia”, reseñó.
También recordó de sus años de infancia que en La Higuera bajaban todos los días 14 niños-as a la escuela de Arcos de las Salinas para estudiar. “Aquí nunca ha habido escuela en La Higuera”, recordó.
A la entrada misma de La Higuera un pequeño cartel recoge que “a un kilómetro de la ermita de San Juanico y a tres del pueblo de Arcos de las Salinas, regado por las agua de la fuente de San Juan encontramos la masía de La Higuera. Se trata de una caserío que contaba con horno. Sus niños iban a la escuela de Arcos y vivían sus vecinos de la agricultura y de la ganadería. Atraviesa el PR 7, desde Arcos de las Salinas a Torrijas. En los años cuarenta y cincuenta vivían en La Higuera 50 personas y llegaron a bajar a la escuela hasta 14 niños”.
Adela conoció a su marido Fermín Esteban en Sagunto y desde que visitó La Higuera no hay mejor lugar en el mundo, incluido su pueblo de la provincia de Toledo.
Fermín Esteban inició todo un programa de recuperación de La Higuera y a los 80 años no para de trabajar en el huerto y en el campo, además de haber hecho casas en las que hoy están habitadas de forma continua y temporalmente los fines de semana y en vacaciones. “No puedo estar quieto y a mí me gustaría seguir recuperando solares pero piden mucho por los inmuebles en ruina”, lamentó.
De los cuatro vecinos que viven de forma habitual en La Higuera hay uno que es trabajador en activo, que trabaja en la piscifactoría de esturiones que hay en La Escaleruela.
Pese a la escasa población que tiene la Higuera no está ni abandonado ni olvidado por los hijos y descendientes de la aldea. La muestra de ello es que se sigue manteniendo la fiesta de San Juanico, que se celebra el primer domingo de mayo, coincidiendo con el día de la Madre y donde se juntan en la romería cerca de 300 personas, manteniéndose viva la tradición, repartiéndose pan bendecido y se celebra misa. Es la única vez al año que el cura sube a La Higuera, a la ermita de San Juan Bautista.
El principal problema que tiene La Higuera es, exponen Adela Pinazo, Fermín Esteban y Remedio Ferri, es la carretera de acceso que está en muy mal estado y necesita que se acondicione por la Administración competente y que se limpie cuando nieva.
Otro problema que padece La Higuera es la falta de línea eléctrica. Los vecinos suplen esta carencia con la instalación de placas solares que alimentan los aparatos electrodomésticos. A 800 metros de La Higuera está la instalación para poder conectar con la aldea pero el coste que tiene que pagar los vecinos por llevar la línea eléctrica les pone el freno.
Por otro lado, en La Higuera hay buena señal para la telefonía móvil, Internet, y para casi todos los canales de televisión. “Hay alguna cadena que no se ve”, lamentaron con resignación Adela, Fermín y Remedios.
De lo que están contentos los vecinos de La Higuera es de la última actuación del Ayuntamiento de Arcos de las Salinas que ha colocado farolas solares y bancos y la aldea está más arreglada.
Respecto al futuro de La Higuera Fermín Esteban, Adela Pinazo y Remedio Ferri lo ven oscuro. El futuro pasaría porque se arreglaran los corrales para que se hicieran casas y que la gente de ciudad tuviera segunda residencia para disfrutar de la gran tranquilidad y paisaje que se tiene en la aldea. “El futuro es que haya alguna casa de turismo rural para dar vida dada la cercanía de Galáctica y de los senderos existentes. También que llegara la línea eléctrica para asegurar el suministro y además mejorar la carretera de acceso. Pero aún con todo yo La Higuera no lo cambio por nada”, afirmó Fermín. Mientras tanto en La Higuera hay vida mientras que en otras aldeas o caseríos de Arcos de las Salinas que fueron más habitadas y que incluso llegaron a contar con iglesia están actualmente deshabitadas, caso del núcleo de Las Dueñas.
Ruta senderista circular al Pico del Buitre de 19 kilómetros
Este sendero propone la ascensión a una montaña relevante dentro de la sierra, como es el pico del Buitre. Apoyado en el PRTE-7 hasta la Higuera, luego asciende decidido hasta el pico para bajar por la vertiente opuesta y buscar el barranco de los Hombres, por donde transita el GR-10 que devuelve al pueblo de Arcos de las Salinas. Son 19 kilómetros y una duración de 5h 30´.
Desde la ermita situada en el centro del pueblo sale por su izquierda una calle que a su término se hace camino. Se sigue por él hasta la aldea de La Higuera, (km 3). Una vez pasada seguiremos hasta la ermita de San Juan donde se toma una senda poco definida que remonta el arroyo de Los Villares, hasta llegar a los corrales de La Cacha, (km 6,3). De aquí se sube a un camino y se sigue hacia la derecha. Se llega a un collado y abandonamos para tomar hasta salir a una pista que se sigue hasta la cima del Pico del Buitre. Se Baja por la vertiente opuesta a la subida, introduciéndonse en un espeso pinar hasta llegar al lecho de un barranco (paso de GR- 10) y se sigue en descenso hasta llegar a una pista, lugar donde nace el río Arcos (km 12,8). De aquí se coge la pista en descenso y pasando por los Cuchillos y la fuente de Los Baños se llega de nuevo a la población de Arcos de las Salinas, kilómetro 19.
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