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La Guardia Civil de Teruel celebra  el 180 aniversario de su nacimiento con un acto en Calamocha La Guardia Civil de Teruel celebra  el 180 aniversario de su nacimiento con un acto en Calamocha
La teniente coronel, Silvia Gil, entre el alcalde, Manuel Rando, y el subdelegado del Gobierno, Enrique Gómez

La Guardia Civil de Teruel celebra el 180 aniversario de su nacimiento con un acto en Calamocha

En la ceremonia se recalcaron los valores del cuerpo, se reiteró su compromiso con la justicia y el honor y se entregaron medallas y reconocimientos
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José Luis Rubio
“Viva España, viva el Rey, viva la Guardia Civil”. Como una sola voz, los agentes del benemérito cuerpo y los cientos de curiosos que se citaron este miércoles a mediodía en la plaza de España de Calamocha compartieron sus “vivas” tras el discurso pronunciado por la teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Teruel, Silvia Gil, con motivo de la celebración del 180 aniversario de la creación del cuerpo armado, cuyos fastos se llevaron este miércoles a la capital de la Comarca del Jiloca.

Por segunda vez, las celebraciones por el aniversario de la creación de la Guardia Civil salieron del propio recinto de la Comandancia de Teruel y si el año pasado el cumpleaños se conmemoró en Cedrillas, en esta ocasión la fiesta se desplazó hasta Calamocha.

Puntual, a las 12:00 horas arranco el acto con la llegada de un destacamento a la plaza de España donde aguardaban de pie, en la escalera de acceso a la iglesia de Santa María La Mayor, las autoridades presididas por el alcalde de Calamocha, Manuel Rando. Tras la llegada de los agentes de las diferentes secciones y su parada frente a los representantes de las distintas administraciones y de los mandos del cuerpo armado, se dio entrada a la teniente coronel, Silvia Gil, y al subdelgado del Gobierno de España en Teruel, Enrique Gómez, que se sumaron a Rando en el lugar de la presidencia para pasar revista a la representación de las diferentes especialidades.

 
Izado de la bandera nacional por tres miembros del cuerpo armado


En la plaza de España de Calamocha estuvieron representadas las especialidades de Seprona, Fiscal, EByl, el Grupo de Intervención en Montaña - Greim y la Guardia Civil de Tráfico reunidas en una sección, además de una sección de fusiles, todas ellas de la provincia de Teruel.

En un ambiente marcadamente marcial y ante la atenta mirada de familiares, simpatizantes y curiosos que se arremolinaban en la zona destinada al público para no perder detalle, se procedió al izado de la bandera de España en un mástil habilitado frente a la puerta de la casa consistorial en un momento en el que la sensibilidad de muchos de los asistentes se hizo patente en medio de un silencio respetuoso. La bandera  llegó escoltada por tres mandos que, todo dentro de los protocolos estandarizados en la liturgia de la Guardia Civil, procedieron a su izado.

La teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Teruel, Silvia Gil, aprovechó su discurso para lanzar varios mensajes. Uno de ellos recordó la vocación del cuerpo de “proteger eficazmente a las personas y las propiedades”, como recoge su carta fundacional, que se leyó para recordar los orígenes de esta fuerza armada. Además, destacó el “compromiso” que mantiene la Guardia Civil con el valor de la “justicia”. También añadió el valor del “honor”, incluido en el código deontológico del Cuerpo recogido en la Cartilla del Guardia Civil, cuyo artículo 1  establece que “el honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil”.

En su discurso, Gil hizo referencia al icónico tocado con el que cada agente de la Guardia Civil va coronado, ahora solo en actos oficiales: el tricornio, al que atribuyó un talante democratizador dentro del escalafón de mando. “Fue la reina Isabel II quien decidió el nombre de nuestra Institución, nombre propio y exclusivo, que nos distingue en todos los ámbitos en los que ejercemos nuestra misión. También es único nuestro tricornio, la prenda de cabeza, sombrero negro (según establece nuestra normativa), que no porta divisas, que pone de manifiesto que nuestro compromiso es idéntico, sea cual sea nuestra posición en la jerarquía”, recordó la teniente coronel.
 
Guardias civiles condecorados con la medalla al Mérito con distintivo blanco


También se refirió a cómo ha ido evolucionando el escudo del Cuerpo. “El escudo originario de la Guardia Civil lo conformaban las iniciales, las letras GC. Casi un siglo después de nuestra fundación, este escudo fue modificado, quedando el que hoy portamos: el haz de lictores, que representa la justicia, y la espada, que simboliza la acción de la justicia”, explicó la primera teniente coronel al mando de una comandancia de la Guardia Civil.

Durante la ceremonia se condecoró con la medalla al mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco a un subteniente, un cabo 1º y a cuatro agentes. Entre los reconocimientos, la teniente coronel destacó la labor de la cabo 1º en reserva Carmen Carvajal y la guardia civil retirada Pilar Cascales, como “artífices de la difusión de la historia y la presencia de las mujeres en la Guardia Civil, a través de las redes, bajo el nombre de Mujer y Guardia Civil”. Además, se entregó un reconocimiento a tres guardias retirados y una placa al hermano de Jesús Jiménez, fallecido en un atentado terrorista en la plaza República Dominicana, en Madrid, el 14 de julio de 1986, junto a once guardias más.

Tras los reconocimientos y homenajes se colocó una corona de flores adornada con una banda rojigualda junto al mástil con la bandera. La celebración se cerró con un desfile y un vino español.


Implantación en la provincia


La teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Teruel, Silvia Gil, recordó que el despliegue de la Benemérita en la provincia de Teruel data de diciembre de 1844. La alto mando recordó cómo en la guía del Guardia Civil de 20 de mayo de 1853, detallaban un hecho protagonizado por un sargento, un cabo y 15 guardias civiles. “Dos carreteros, vecinos de Torres Torres, en la provincia de Valencia, al llegar al río Giloca, cerca de Calamocha, sin atender a la fuerte avenida que a la sazón bajaba, se determinaron a pasar por el barranco de Entrambas-aguas, y habiéndose atascado en medio de la rápida corriente uno de los carros, que iban cargados, se hallaba el dueño y las mulas en el mayor peligro de ser arrastrados por las aguas. Mas llegando en tan crítico momento el Sargento con la mencionada fuerza, lograron, aunque con mucho trabajo y grave riesgo, poner en salvo al carretero y todos sus intereses (..) los favorecidos quisieron gratificarles, contestándoles el Sargento que no podían admitir su oferta”, se lee.

Gil recordó también cómo “este mismo mes, han sido dos guardias civiles de Tráfico, del destacamento de Monreal del Campo, quienes consiguieron salvar la vida de un hombre que se había atragantado”.

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