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La cooperativa de Muniesa celebrará en marzo una asamblea para su cierre La cooperativa de Muniesa celebrará en marzo una asamblea para su cierre
La cooperativa de San Isidro Labrador de Muniesa tiene más de 400 socios pero poco de una veintena en activo

La cooperativa de Muniesa celebrará en marzo una asamblea para su cierre

Nadie se ha interesado por la adquisición de la bodega de vinos
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La cooperativa San Isidro Labrador de Muniesa, cuyo principal emblema es la bodega que embotellaba distintas clases de vino, celebrará una asamblea el próximo mes de marzo para su cierre y liquidación. Por la bodega de vinos no se ha interesado nadie para su compra. El Ayuntamiento de Muniesa se haría cargo de la báscula para que el municipio siga teniendo este servicio y con la venta de la seleccionadora de cereal se intentará pagar los dos créditos pendientes que mantiene la sociedad cooperativa.

El vicepresidente de la sociedad cooperativa San Isidro Labrador de Muniesa, Mario Sabio, manifestó que en marzo se celebrará una asamblea de socios  para la liquidación y cierre de la sociedad.

Mario Sabio señaló que en las últimas semanas se había intentado ver la posibilidad de reflotar la situación de la cooperativa pero que nadie se había interesado por la bodega de vinos y que solo lo había hecho por la báscula y por la seleccionadora de cereal. “El Ayuntamiento de Muniesa está interesado por la báscula y hay quien está interesado por la seleccionadora de cereal. Con ello se intentará pagar los dos créditos pendientes de amortizar por parte de la sociedad”.

El alcalde de Muniesa, José Luis Iranzo, comentó que si hay una cesión de la báscula se haría cargo el Ayuntamiento porque es un bien para todo el pueblo, que no se puede quedar sin báscula”.
Mario Sabio reseñó que la bodega de vino no se puede mantener porque cada vez había menos viñas. “Sin uvas no se puede mantener la cooperativa”, destacó.

Al arranque de viñas y una menor producción de vino se ha sumado en los dos últimos años las malas cosechas por la caída de pedrisco y que los socios de la bodega llevaban dos o tres años sin cobrar por lo que se optó vender cosechas a particulares, explicó el vicepresidente de la cooperativa San Isidro Labrador de Muniesa. “La cooperativa no era rentable y el futuro es imposible de tener una continuidad”, afirmó.

Sabio recordó que la cooperativa de Muniesa llegó a tener una producción de 5 millones de kilos de uvas y en los dos últimos años o campañas se había tenido una producción de apenas 200.000 kilos de uvas. La bodega de la cooperativa San Isidro Labrador de Muniesa elaboraba vinos tintos, rosados y blancos, que se comercializaban con la marca Viña Masera. Unos vinos muy apreciados por su calidad. Estaba inscrita en la  Asociación  Vino de la Tierra del Bajo Aragón


 

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